Flight of the Conchords (2007)
Flight of the Conchords nació como un proyecto musical de dos jóvenes neozelandeses, Jemaine Clement y Bret Mckenzie. Poco a poco se fueron fraguando una carrera, llegando a tener un programa de radio en la BBC. Fue finalmente en 2007 cuando estrenaron la primera temporada en HBO. Es una serie muy atípica, primero porque esta creada a raíz de unas canciones, es decir, el punto de partida son un puñado de temas con un corte cómico-surrealista muy especial ,y segundo, porque los creadores y protagonistas de la serie se interpretan así mismos, una especie de Hannahs Montanas neozelandeses en un mundo paralelo y alternativo. Son precisamente estas notas distintivas lo que hicieron que la serie resultase tan original y fresca, y digo resultase porque la serie duró lo que duraron las canciones, 22 capítulos en dos temporadas.
Dos jóvenes neozelandeses llegan a Nueva York con la intención de labrarse una carrera musical exitosa. La casualidad les lleva a conocer a un miembro de la embajada de su país, Murray Hewitt, que será su manager y les ayudará a conseguir actuaciones por toda la ciudad. Esto que podría parecer el argumento del típico drama de superación se convierte en una comedía con momentos desternillantes en los que existe una perfecta armonía entre la música y la trama. En Flight of the Conchords se busca más el humor absurdo en los diálogos o las canciones que en las situaciones, por tanto es una serie que sólo se debe ver en versión original, puesto que de otra manera se pierde mucho de los juegos de palabras y acentos con los que se juegan durante sus 22 capítulos.
Es verdad que posiblemente lo más reseñable de la serie sean sus momentos musicales, que no sólo son graciosos si no que además, y para mi sorpresa, he de confesarlo, son canciones llenas de ritmo, con unos arreglos más que decentes y con melodías pegadizas que duran en tu cabeza días. Pues bien, siendo esto brillante, los diálogos y personajes de Flight of The Conchords no les van a la zaga, muy a destacar el mencionado manager Murray Hewitt, que conforme los capítulos pasan su personaje crece y crece en importancia; míticas las reuniones de la banda en su despacho; Mel su única fan hace un papel hilarante, locamente enamorada de Jemaine y Bret les sigue a todas partes acompañada casi siempre de su marido que asiste impertérrito a los constantes flirteos de Mel.
Por último es sorprendente el magnifico trabajo de los protagonistas, creadores, músicos y desarrolladores de toda la idea de Flight of the Conchords, habrá que seguirles la pista y ver por donde siguen desarrollando su carrera artística. Lo dicho, dar una oportunidad a esta serie tan original y brillante que estamos seguros no defraudará a los amantes de las comedias absurdas sin más trascendencia que hacer pasar un buen rato.