Smash (2012-__)
“Smash” llegó a España de la mano de AXN White el 12 de mayo. En Estados Unidos la NBC estrenó la serie allá por el 6 de febrero. Reconozco que mi interés era mínimo: una serie sobre un musical de Broadway que trata la vida de Marylin Monroe no es, a priori, de mis temas favoritos. Para ser totalmente sincero, lo único que me interesaba de la serie de la NBC era ver si era tan mala como las anteriores producciones de Steven Spielberg («Terra Nova» y «Falling Skies») porque el director de «Munich» ahora se dedica a hacer o «Las aventuras de Tintín: El secreto del Unicornio» o a producir series de dudoso gusto y éxito.
Con el cuchillo afilado y entre los dientes, me dispuse a ver el piloto de «Smash». La sensación fue la de haber visto algo distinto a lo que esperaba; si bien las actuaciones musicales tenían importancia, era evidente que los guionistas habían tratado de equilibrar la carga de entretenimiento musical dotando a la trama de cierta profundidad. Con los posteriores dos capítulos la impresión de estar ante algo más cercano a Black Swan que a un intento de seguir exprimiendo el éxito de Glee fue creciendo. Pero la cosa no duró mucho; poco a poco y con el devenir de los posteriores capítulos la serie se fue definiendo a favor de muchos más números musicales y unos personajes cada vez más planos.
Lo que es innegable es que la cadena estatal norteamericana de televisión ha echado el resto en producción. Son incontables las escenas grabadas en exteriores de la ciudad de Nueva York; en concreto, la zona de Broadway en Times Square es utilizada hasta la saciedad con el fin de dotar a la serie de mayor realismo a la serie. Por otro lado, los números musicales son generosos en el detalle y grandiosidad de sus escenas; si bien es cierto que en ocasiones, nos encontramos escuchando instrumentos o voces que en pantalla no aparecen, cosas del playback. Las canciones, pues ya se sabe, según los gustos: habrá gente que disfrute con los gorgoritos de las dos protagonistas principales y otros a los que se les pongan los pelos de punta más por lo pasteloso y recargado del tema que por el “feeling” que puedan transmitir. Pese a todo ello, Smash merece reconocimiento por haber tenido que crear los números propios de un musical además de la trama propia de una serie dramática.
Tras haber visto 13 capítulos de “Smash” mi conclusión es que los productores y guionistas andan dando palos de ciego y no saben muy bien qué hacer con los personajes: la mala que luego es buena pero que parece que esta fingiendo y que en verdad es mala aunque a ratos sí que es buena. La buena que parece tonta pero que luego resulta ser más espabilada de lo que parecía, el musical que va viento en popa hasta que justo en el momento importante todo parece ir mal y para reflotarlo necesitan la aparición de una estrella de cine (Uma Thurman ) que luego resulta no saber ni cantar ni bailar y que no pinta nada en el musical.
Lo mejor: una Anjelica Huston muy creíble en su personaje de productora del musical. Lo peor: que cada vez se parece más a Glee.
David Rubio Lucas
http://youtu.be/5mwHDfl_GIE