Marmoladas: Homecoming (1ª temporada, 2018)
Mis recientes obligaciones con un bebé recién nacido me dejan poco tiempo para ver series, así que tengo que escoger bien. Ya me había llegado la recomendación por diferentes sitios, por lo que me animé y decidí dedicar ese tiempo de antes de dormir a ver la primera temporada de Homecoming.
En los primeros capítulos cuesta entender de qué va la vaina si no has leído nada sobre la serie, la verdad; diferentes formatos de pantalla nos muestran el presente y el pasado de una trabajadora social estatal relegada a ejercer de camarera en un pueblo pesquero perdido. Un hilo conductor en forma de investigación nos va desvelando poco a poco el porqué de ese presente… Y el por qué de ese pasado. A ese suspense se une una historia de amor (?), o más bien de conexión, entre sus dos personajes principales que termina de poner la guinda al pastel.
Pero Homecoming habla de mucho más. Nos cuenta lo cruel de un sistema que condena a algunos jóvenes a morir o a vivir traumatizados de por vida, y nos sugiere que no resultaría nada descabellado que fueran manipulados para que agotaran todas sus vidas posibles luchando por ese gran gran gran país que es Estados Unidos. Así que, con la elegancia de aquel que te manda a la mierda sin que te des cuenta, Homecoming critica duramente el comportamiento del sistema estadounidense con aquellos jóvenes que se unen a las fuerzas armadas bajo la excusa de ser el orgullo nacional.
Además de lo interesante de la propuesta, no puede una terminar la critica sin decir que ha sido un verdadero placer ver a Julia Roberts, Bobby Cannavale, Stephan James y Shea Whigham capítulo tras capítulo.
María del Mar Molero Galán