Jane the Virgin (Primera Temporada, 2015): la vida es un culebrón
Nota: 8
Dirección: Brad Silberling
Guión: Jennie Snyder (Novela: Perla Farías)
Reparto: Gina Rodríguez, Diane Guerrero, Priscilla Barnes, Yael Grobglas, Brett Dier, Jenna Ortega, Andrea Navedo
Cadena: CW
Duración: 38 Min.
Javier.- El helado en invierno es uno de esos placeres que algunos cultivan con gusto. Otros no entienden cómo se puede disfrutar combatiendo el frío con frío. Para los que busquen refrescarse del hastío y la monotonía recomendamos la serie Jane the virgin.
Dentro de la modesta CW (la cadena generalista en abierto con menor audiencia en USA), la novedad de esta comedia sobre la “pérdida de la virginidad” más hilarante de la historia de la televisión, ha resultado un revulsivo en el panorama de la teleficción actual. Y como todo buen culebrón, y esta serie lo es, se disfruta aún más en su vertiente social. El culebrón alimenta el cotilleo, se disfruta más sí se comenta a varias voces, y por ello me he procurado la refrescante e inteligente mirada de Mar Mol: ¿Cuál es la aportación de esta serie en referencia a la visión de la mujer en general y de las mujeres latinas en particular?
Mar. Jane es una mujer comprometida, trabajadora y luchadora. Las profundas creencias religiosas con las que ha crecido le han hecho ser cuadriculada y calculadora… Y ahí está la vida para decirte que no sirve de nada hacer planes. Jane es responsable, no quiere vivir lo mismo que le pasó a su madre. ¿La forma más efectiva de no embarazarse? No tener sexo. En su sentido más estricto, introductivo y penetrativo de la expresión, porque, amigos, para los americanos (y algún que otr@ despistad@), practicar todo tipo de juegos sexuales y disfrutar de tu sexualidad sin penetración te hace virgen. Ellos siempre han sido muy de especificar. Entonces tenemos que Jane, técnicamente, es virgen. ¿Y si te embarazas sin haber tenido nunca relaciones sexuales por un error humano? Jane es fuerte y podrá afrontarlo con el mejor humor posible y no lamentarse ni retroceder ni siquiera para coger carrerilla.
La serie propone diferentes modelos de mujer latina: Abuela, ultracatólica defensora del papel de la mujer dentro de la casa y que defiende aquello de “más vale malo conocido…”; Xiomara, madre de Jane, latina ardiente, madurita y devorahombres que seguirá por siempre su sueño de convertirse en la “Paulina Rubio” de Puerto Rico; y nuestra querida Jane, perfeccionista y responsable hasta la saciedad. ¿Acaso la mujer latina no es también mujer? ¿Sentimos y padecemos de manera diferente porque hablemos otro idioma o nuestra tez tienda más al color del chocolate que al de la vainilla? Pues no. La mujer latina, mujer es. Y es gracias a eso que Gina Rodríguez resulta un referente más realista y comprometido con las mujeres latinas en USA que Sofía Vergara y Jennifer López; Jane es una mujer de carne y hueso, una mujer de a pie que trabaja duro para tener una vida mejor. Cualquiera nos podemos sentir identificados con ella, aunque nadie nos haya inseminado por error.
Javier.- La principal aportación de Jane de virgin es la deconstrucción de su género; el culebrón. En una escena del segundo capítulo, Xiomara habla con su amado Rogelio de la Vega en el set de grabación de la teleserie que protagoniza. Lo hacen con el fondo de un idílico paisaje de decorado acartonado que se va corriendo para descubrir la fría realidad del set de grabación. En esa operación, la serie demuestra su intención, que no es otra que la hacer una reinvención del culebrón. La historia de Jane es un culebrón que se ríe de sí mismo.
A este juego metalingüístico contribuye la irónica y locuaz voz en off que constantemente reinterpreta las imágenes mostradas. Anthony Mendez, presentador del influyente canal America latino, es la voz que interactúa con el espectador y confiere el auténtico tono del conjunto.
Mar.- Sí Javi, pero más allá del tema formalista, la serie resulta una comprometida mirada al tema de la realidad latina en USA: abuela que no habla inglés, papeles, inmigración, Jane pasa de ser camarera en un hotel a ser profesora o escritora… En definitiva, la lucha por el tan anhelado sueño americano para el que hay que trabajar muy duro. Una buena dosis de amarga realidad mezclada con el más dulce de los chocolates. Una total reinvención del género. No intentan vendernos un culebrón en el que la protagonista, cuya existencia es un drama, se da cuenta de que el hombre al que ama es el gemelo perdido de su padre. Nos muestran una mujer con las ideas claras, que ama su vida y a la que inseminan por error con el esperma de un tío bueno. ¿No es fantástico? Desde luego, prefiero esta versión de culebrón en la que los personajes tienen unos nombres compuestos mucho más estrambóticos, y en la que cada pausa dramática es acompañada por los acordes de una guitarra española. Jane baja a la tierra en su día a día, pero en su mente quiere ser la protagonista de un culebrón 2.0 con final feliz y… ¿acaso no lo está consiguiendo?
Javier.- Lo decía al inicio; Mar y Jane the virgin refrescantes como el helado en invierno. Y eso que ya huele a verano.
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Mar Molero y Javier Rueda