BONES (2005-2010)
Cuando una serie de TV lleva tanto tiempo en antena, suele ser por varios motivos. El principal y más importante es la audiencia que arrastra. Hablamos de todas las personas que están esperando que llegue el jueves por la noche, porque va a empezar su serie favorita. Hablamos de esas personas que fantasean con poder vivir las aventuras de sus personajes preferidos. Hablamos de ilusión y de frustración. Todo eso y mucho más, es lo que ofrecen apenas 45 minutos de tu vida.
Los demás motivos también son importantes, pero si la gente no habla, no comenta los pormenores del último capítulo al día siguiente de su emisión, es que las cosas no se están haciendo bien. Porque, no nos vamos a engañar, ya puedes estar avalado por la crítica especializada, ya puedes crear la mejor campaña de publicidad, ya puedes tener a los mejores actores trabajando para ti; que si cada lunes por la mañana, tu programa no está entre los más vistos del día y de la franja horaria en el que se emite, date por muerto.
Los otros motivos de los que hablaba anteriormente también merecen una pequeña mención. Emisión en una cadena nacional, horario «prime time», actores protagonistas carismáticos, actores secundarios no muy secundarios y por último, la historia que nos quieren contar. No hay más tela que cortar.
Dicho esto vayamos al caso que nos ocupa. «Bones» reúne varios de los requisitos principales, el resto se lo ha ido ganando temporada tras temporada. A saber, la cadena FOX es la responsable de su emisión; lo hace a una hora en la que los niños ya están en la cama ( en USA), así que los papis pueden disfrutar a solas de un buen cadáver; sale David Boreanaz, por lo tanto ya tienen ganado al sector femenino tras su papel en la serie «Ángel»; le acompaña Emily Deschanel, en un primer momento bastante desconocida; a los actores secundarios no les conoce nadie, pero, y he aquí lo importante, todos tienen una historia que contar; y para acabar, nos adaptan a la pequeña pantalla una serie de novelas basadas en las verdaderas historias de la Doctora Kathi Reichs, antropóloga forense de éxito en los USA.
El resultado de todo este batiburrillo es que «Bones» se ha convertido en la serie más vista en los Estados Unidos, y en España es líder de audiencia. Ni más ni menos. Hemos comprado el boleto y ha salido ganador.
David Boreanaz y Emily Deschanel han conseguido, gracias a la química que desprenden sus personajes, enganchar a miles de fans. Convencidos todos ellos de que algún día la historia de «respeto» y «admiración» que existe entre los dos protagonistas, se convierta en historia de «amor».
Bien, para quién no lo sepa, el argumento de la serie es bastante simple. Deschanel interpreta a la antropóloga forense Temperance Brennan, que divide su vida entre trabajar en el Instituto Jeffersonian de Whashington D.C. y escribir libros de misterio, por cierto, con mucho éxito. Boreanaz es el agente especial del FBI, Seeley Booth, que colabora con el Instituto, más concretamente con el equipo de la Dra. Brennan, para solucionar casos de asesinato en los que intervienen, en mayor o menor medida, restos humanos sin identificar. El equipo del Jeffersonian se dedica a analizar esos restos y son capaces de determinar a quién pertenecen, de que forma ha muerto esa persona, cuál es el arma homicida e incluso quién es el asesino.
No os voy a descubrir a estas alturas que los protagonistas de esta “buddy movie” son los verdaderos reyes de la función. Pero como he comentado antes, tienen detrás un equipo especializado en saber contener la verborrea de Booth y en canalizar la falta de emotividad de la Dra. Brennan.
En el Jeffersonian pululan una serie de personajes a cada cuál más extraño. Sustituyendo al anterior jefe de laboratorio apareció en la segunda temporada la Dra. Camille Saroyan (Tamara Taylor), antigua conocida de Booth y que maneja el laboratorio con mano dura, pero a la vez permisiva con ciertos comportamientos de la gente de su equipo. Es una profesional intachable. Ángela Montenegro (Michaela Conlin), es la mejor amiga de Brennan, de hecho es su única amiga. Es la experta en reconocimiento facial, le pone rostro a los huesos que llegan al laboratorio, utilizando siempre instrumental de alta tecnología (Ay, quién lo pillara). Siempre está cuando Brennan la necesita y, de la misma forma, intenta que la doctora se implique un poco más en su vida. Jack Hodgins (T. J. Thyne) es el “amigo especial” de Ángela, experto en entomología, geología y botánica, es el rey de los bichos. John Francis Daley interpreta a Lance Sweets, es el psicólogo del grupo. Empezó teniendo poca relevancia, pero en estas dos últimas temporadas hemos disfrutado más de los sabios consejos de este joven, pero muy preparado, doctor.
La nota de humor la proporcionan una serie de becarios, que ayudan ocasionalmente al equipo. Todos son estudiantes de antropología forense que intentan impresionar a la Doctora Brennan en sus conclusiones. Tenemos que otorgar un punto a favor a los guionistas de la serie por incorporar estos personajes, que descargan un poquito el tono serio. Recordemos que estamos hablando de asesinatos, asesinos y esqueletos de todas formas y tamaños. Los becarios aparecieron después de que uno de los mejores personajes de la serie la abandonara precipitadamente. Como es política de empresa no desvelar demasiado sobre la trama de la serie, no voy a comentar nada más al respecto. Espero no haber destripado mucho sobre el argumento de “Bones”, pero era necesario esbozar brevemente los personajes.
En definitiva, nos encontramos con una serie que aúna aspectos del thriller, la comedia y el drama. Al cabo de este tiempo, todos los personajes son como de la familia. Nos reímos de sus gracias y lloramos con sus desgracias. Nos puede gustar, o no, el gusto por las corbatas de Booth, pero admiramos su valor y su lealtad; y queremos que Brennan deje atrás su falta de emotividad, se lo demandamos; pero entonces no habría llegado hasta donde lo ha hecho. Cada caso es diferente pero ellos dos siempre caminan de la mano.
esto completamente de acuerdo contigo Hillman, a mi me engancharon mis padres que me hablaban de una tal huesos( sospecho que a mi padre le pone un poco la doctora, y Boreanaz encarna los valores que mi madre siempre ha buscado en un hombre)
es lo que has dicho, esa forma arquetípica de ilusionar, de ensoñar al espectador, de contar los días y las semanas, y los meses…en temporadas y que cuando te tomas un cafe con tu ex la dices aquello de » te acuerdas los lunes de Grissom o los jueves de tensión sexual no resuelta de X e Y en el sofá de nuestra otra casa?
Es ahí cuando te das cuenta de que hay algo más que un producto, cuando se repite la tradicion de cuenta cuentos… y cuando te descubres sonriendo de medio lado solo en tu casa los inefables giros de gente que tú conoces bien…y que no quieres ver fuera de esos papeles, con lo que coincido plenamente en que el anonimato de los protagonistas es clave de éxito, aparte de una lunatica pandilla de encantadores probadores de test..
Boreanaz no será más criatura de la noche asaltacunas y Emily Deschanel no dejará de apuntar con esos aristocráticos gestos enguantados huesos mondos y lirondos… efectivamente, muy acertado tu comentario, el azar nos da un boleto ganador , dentro de muchas series que prometen, pero no perduran…
Como siempre enhorabuena por vuestras aportaciones y a por la sexta temporada en la sexta ( casi el número del diablo ,jajajajajaja)
Hola, el Japo a tus seis. ¡Cuánta razón tienes!, este viernes es un día para disfrutar. Bones es una de las series que me gusta ver con mi chica, no permite que la vea antes, ni permite que le cuente lo que se sobre ella (muchas horas delante del ordenador consultando páginas y más páginas). Cuando termina el capítulo, nos miramos de esa manera que solo se miran los que disfrutan pasando el tiempo juntos, sintiéndonos un poquito Booth y Temperance. Un saludo y muchas gracias por tu aporte.