Vivir es Fácil con los Ojos Cerrados (2013)
NOTA: 7’5
Director: David Trueba
Guión: David Trueba
Fotografía: Daniel Vilar
Reparto: Javier Cámara, Natalia de Molina, Francesc Colomer, Ramón Fontserè, Jorge Sanz, Ariadna Gil
Duración: 108 Min.
Hay algo minimalista y nostálgico en el cine de David Trueba que me cautiva desde el principio en la mayoría de sus películas. Un cine que nace de la pluma de un brillante inventor de historias (siempre le he considerado más escritor que director de cine), que sabe emocionar a su público sin florituras ni grandes formatos. Que le saca el mayor partido a unos escenarios lúgubres, contados con la palma de una mano sin que al espectador le importe en absoluto la repetición de paisaje y decorados. Sus argumentos tienden a remontarse al pasado de este país, al que pretende mostrar su amor y a la vez desprecio mediante la comunión de personajes enfrentados en épocas e ideología, como ya demostró con ‘Madrid 1987’, que sin duda recomiendo visionar.
Esta vez se remonta a los años 60. A una España todavía dominada por los tricornios, las bofetadas en la escuela, las sotanas, el NO-DO y el color gris en general. Pese a la tristeza del contexto, Trueba nos obliga a esbozar una sonrisa inagotable, contagiada por unos viajeros dispares en geografía, gustos y devenires, pero con el nexo común de querer escapar de ese desolador panorama hacia una aventura incierta.
Personajes sencillos como Antonio, el profesor de inglés al que Javier Cámara pone barriga, gafitas, chistes, miedos, sueños, valor y ternura. Sin duda, una de las mejores interpretaciones de su carrera. Con su primera aparición en pantalla ya te acostumbras a su locuacidad, aprendes de su humildad y te identificas con su propósito. Una meta tan disparatada como pretender hablar con John Lennon, que está rodando ‘Cómo gané la guerra’ en los desiertos de Almería. Javier hará todo lo posible y más para lograr conocer a su ídolo musical mientras hace de protector fortuito de sus compañeros de viaje, una joven sin hogar y un niño que huye del suyo. No son personas deprimidas sino reprimidas. Represión que no tapa las ganas de crecer y vivir haciendo lo que ellos quieren y no lo que quieren otros. Inestabilidad a edades tempranas que quizás tenga la intención de querer criticar nuestra misma actualidad, que en cuarenta años todo sigue igual o peor.
La forma en la que los tres se ayudan mutuamente, cómo se ríen aunque lo pasen mal y cómo aprenden entre ellos, es algo digno de ver y de disfrutar en esta road movie filmada con paciencia. Sin perder de vista la hermosa fotografía de Daniel Vilar, que ya demostró su buen hacer con ‘El artista y la modelo’, rodada por el hermano mayor de David en un necesario blanco y negro.
‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ es sinónimo de ojos vidriosos, de lecciones aprendidas con pequeños héroes de a pie. El soplo de aire fresco que te alegra el día y que además permanece.
Manu Sueiro