Todas las Mujeres (2013)
Nota: 7
Dirección : Mariano Barroso
Guión: Alejandro Hernández, Mariano Barroso
Reparto: Eduard Fernández, Nathalie Poza, Petra Martínez, Marta Larralde, Michelle Jenner, María Morales, Lucía Quintana
Fotografía: Raquel Fernández
Duración: 90 Min.
En ocasiones, el ser humano tiene la extraña tendencia a no afrontar sus problemas; por alguna razón, llegamos a la conclusión de que la mejor forma de solucionarlos es esquivarlos y tapar una mentira con otra mentira, lo cual provoca el mismo efecto que una bola de nieve rodando por la ladera de una montaña. Es exactamente lo que le sucede a Nacho (Eduard Fernández), un tipo que, cansado de la vida que lleva y con ganas de empezar de cero, decide dar un golpe a costa de su acaudalado suegro. Desgraciadamente, nada sale conforme a lo planeado, y nuestro protagonista recurre a las mujeres que han jugado un papel importante en su vida, para que le saquen de este callejón sin salida. A su paso, irá dejando un reguero de corazones rotos y un rastro imborrable de tristeza y decepción.
Leyendo el párrafo anterior, «Todas las Mujeres» podría parecer un drama de los que provocan una depresión instatánea en el espectador; pero Mariano Barroso esquiva las estructuras convencionales y el previsible tono melancólico de este tipo de historias, para entregarnos una comedia original y muy negra, dividida en capítulos íntimamente conectados entre sí. Aún así, el último film del director catalán es un magnífico estudio sobre el egoísmo y la mentira en las relaciones humanas, que tiene su origen en una serie que él mismo llevó a la televisión en 2010.
A pesar de su errático inicio, en el que tanto el director como algunos de sus actores parecen desorientados, «Todas las Mujeres» empieza a tomar forma a partir del primer cuarto de hora. Sin perder su macabro sentido del humor, Barroso y Hernández recurren a seis figuras femeninas, con las que el protagonista mantiene vínculos afectivos de diversa índole, para reflejar los principales vicios de un personaje despreciable y patético. Consciente de las dificultades que implicaba contar con un protagonista de semejante calaña, el director se vio obligado a echar mano de un actor capaz de dotar de cierto encanto a un auténtico parásito emocional. Y las consecuencias son las esperadas: este es el show de un Eduard Fernández en estado de gracia, que hace reír como el mejor actor cómico, que provoca compasión, que transmite ternura, que repele, que atrae; y todo ello en tan solo 90 minutos.
La estructura del guión consiste en asignar a cada personaje femenino un episodio dotado de autonomía, que junto al resto ofrecen una visión global de Nacho. De entre todos ellos, tres destacan por encima del resto: los protagonizados por María Morales, un antiguo amor de Nacho; Petra Martínez, su madre; y Nathalie Poza, su psicóloga. En ellos es dónde «Todas las Mujeres» se convierte en un instrumento perfectamente afinado, provocando en el espectador sensaciones encontradas que oscilan desde la carcajada hasta el desprecio, pasando por la compasión y la indignación.
En resumidas cuentas, estamos ante una película ligeramente irregular, que en sus mejores momentos alcanza una lucidez admirable. Mariano Barroso recupera su mejor nivel y se desmarca con una comedia negra que hace gala de un refrescante sentido del humor, un brillante guión y una acertadísima dirección de actores. Una película modesta, con tan pocos medios como abundante talento, y uno de los espejos en los que debería mirarse gran parte del cine español actual para sobrevivir.
Carlos Fernández Castro
