Red Army (2014): fugas y deslizamientos
Nota: 8,5
Dirección: Gabe Polski
Guión: Gabe Polski
Reparto: Documental, Slava Fetisov
Fotografía: Peter Zeitlinger, Svetlana Cvetko
Duración: 85 Min.
Nada puede molestar más a un deportista que la decisión de su entrenador de dejarlo “fuera del campo” o del terreno de juego. Pocos recursos fílmicos, sin embargo, resultan más interesantes, si son bien empleados, que el “fuera de campo”. En el juego que se entabla entre ambos conceptos, se desarrolla la propuesta del documental Red army (Gabe Polsky, EEUU, 2014).
Fugas: A propósito del tono fílmico
El mejor equipo ruso de hockey hielo de la historia, y su MVP (jugador más valioso), son el mcgufin que sirve al director para repasar la historia reciente de dicho país: la guerra fría, la Perestroika, la etapa crepuscular como URSS, o su posterior reconversión en República Independiente tras la fragmentación. La ironía con que se tejen las imágenes de archivo (mayúsculo trabajo de documentación), y las entrevistas actuales o canciones populares soviéticas, conceden al relato un tono de comedia paródica, que permite una travesía más digerible por tan duras transformaciones.
Intereses que el documental comparte con Foxcatcher (Benneth Miller, EEUU, 2014). Desde un tono diametralmente opuesto, más crudo y realista, cercano al terror, el citado film no hace sino reflexionar sobre las derivas enfermizas del sentimiento patriótico. También desde el pretexto deportivo (la lucha grecorromana), y coincidiendo en la etapa histórica (presidencia de Ronald Reagan).
En la última escena de la película, Polsky, siempre detrás de la cámara y fuera del campo visual, le confiesa al protagonista, Slatan Fetisov, su suerte al disponer de la película como un legado a su estelar carrera.El deportista le replica que también el director es un tipo afortunado. Son indudablemente “dos tipos con suerte”. La combinación de la sinceridad, del carisma arrollador del ruso, y de la inteligencia fílmica del director americano, alumbra tan estimulante resultado.
Deslizamientos: La fraternidad y sus rupturas
De las finas y contundentes cuchillas que se deslizan por el hielo, se proyecta una metáfora. Remite a las rupturas generadas en las relaciones de fraternidad que el film describe entre los miembros de ese célebre “The Russian Five”.
La opera prima de Gabe Polsky, que codirigió junto a su hermano, The motel life (The motel life, Alan y Gabe Polsky, EEUU, 2012) ya hacía referencia explícita a diversas grietas entre las relaciones fraternales. La enfermedad (física y mental) era en aquel film el detonante de la ruptura. Podemos encontrar similar temática en este retrato donde sus jugadores reconocen ser “como hermanos”. “Éramos iguales, ¿por qué preguntas tanto?” espeta un vulnerable y tímido Krutov o “Era como mi hermano pequeño” dice Fetisov de Katasonov. Polsky se detiene en Red army a escrutar las rupturas en esos férreos vínculos, constatando aquí que otra enfermedad, no ya orgánica sino ideológica, será también su detonante.
Más allá del creativo entrenador Tarasov, con su eclecticista propuesta donde el deporte dialogaba con la danza y el ajedrez, o de la presencia del severo Tikhonov (su sucesor) en los éxitos deportivos del equipo nacional; más allá del leal Krutov o el traidor Katasanov; incluso más allá de Fetisov, el director se revela como la auténtica “estrella” de «Red Army». Es él quien consigue que su relato resulte una mezcla imposible de comedia, thriller y reflexión geopolítica, y que sea comprensible y disfrutable para espectadores neófitos, curiosos, o directamente expertos en dicho deporte. El MVP era él.
Francisco Javier Rueda Ramírez