Ready Player One (2018): regreso a los 80
Nota: 7
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Ernest Cline, Zak Penn (Novela: Ernest Cline)
Reparto: Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Simon Pegg, T.J. Miller, Hannah John-Kamen
Fotografía: Janusz Kaminski
Duración: 140 Min.
Desde sus primeras películas, Steven Spielberg ha ido construyendo un estilo propio que ha servido de inspiración a centenares de cineastas, tanto de su propia generación como posteriores a ella. Por esa misma razón, no es de extrañar que a estas alturas de su carrera el americano se haya sentido legitimado para cobrarse parte de esas deudas cinematográficas a cargo de la cultura pop de los años 80. De esta manera, su última película, Ready Player One, se encuentra jalonada por infinidad de referencias a ese imaginario que, en parte, él mismo contribuyó a crear: Regreso al futuro, King Kong, Los Goonies, El club de los cinco, Parque jurásico, El resplandor…
Esto no significa que el creador de Indiana Jones juegue sobre seguro en su nueva aventura fílmica. De hecho, asume el riesgo incalculable de combinar la imagen de acción real y un mundo virtual que responde a la estética del videojuego. Se trata de dos texturas completamente diferentes que exigen un salto de fe por parte del espectador, aunque los personajes de ambas dimensiones sean los mismos y la acción mantenga la continuidad a lo largo de sus constantes saltos espaciales.
Aún saliendo airoso del reto, la narración se resiente cuando entran en juego los avatares y dejamos atrás ese mundo real que a pesar de su degradación sigue siendo el mas real de todos, por mucho que el ser humano reniegue de sus reglas. Es posible que se trate de una argucia del director, cuya propuesta aboga parcialmente por anclar los pies al suelo, aunque solo sea los martes y los jueves. O tal vez estemos ante una invitación a aceptar la vida tal y como es, evitando el riesgo de enfrentarnos a sorpresas tan desagradables como despertar de un sueño en el que «somos» lo que siempre quisimos ser (el mundo virtual del film) para regresar al lugar donde seguimos siendo los mismos de siempre.
A pesar de lo indicado en el párrafo anterior, nos encontramos ante una película en la que predomina la acción sobre la reflexión. Spielberg juega con las nuevas tecnologías para homenajear el espíritu de otra época, oscilando entre el capricho de las referencias encadenadas y alguna que otra genialidad como combinar el pasado y el presente a través de dos secuencias excepcionales: la trepidante carrera de coches del primer tercio del film y la inmersión de los protagonistas en el universo de El resplandor (uno de los momentos más brillantes del nuevo milenio). Nuevamente, cuando el director aparca a un lado sus ambiciones pirotecnicas y se viste de narrador encuentra la mejor versión de sí mismo.
No obstante, Ready Player One entretiene gracias a la gestión de su planteamiento: una gincana constante que pone a prueba el ingenio y el valor de sus protagonistas para evitar que ese mundo virtual amado por todos (Oasis) caiga en manos de una corporativa con planes maquiavélicos. En su debe, un desenlace que peca de los vicios habituales del cine reciente de Spielberg, empeñado en proponer diferentes finales que estiran el clímax narrativo hasta restarle parte de su componente sorpresa. Una combinación de cal y de arena que no debería empañar el trabajo de un director capaz de hacernos vibrar en el mismo año con Los archivos del Pentágono y Ready Player One.
Carlos Fernández Castro
Saben que es lo mejor de Spielberg? Su capacidad para asombrar a todo espectador pristino que se acerca a su cine. Lamentablemente eso solo puede repetirse pocas veces. En mi caso solo sucedio con Jaws y Jurasic Park.