Punch-Drunk Love (Embriagado de Amor) (2002)
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Dirección: Paul Thomas Anderson
Guión: Paul Thomas Anderson
Reparto: Adam Sandler, Emily Watson, Philip Seymour Hoffman, Luis Guzmán
Fotografía: Robert Elswit
Duración: 95 Min.
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Paul Thomas Anderson firma una película diferente, potente, extraña, y por momentos inquietante; su particular versión de lo que es una comedia romántica. Volvemos a asistir a los eventos inexplicables y las tortuosas relaciones familiares -esta vez no paterno-filiales- tan habituales en su cine. Anderson demuestra de nuevo su talento para la construcción de personajes únicos, auténticos y excéntricos -algo que no poseen en exclusiva los Coen-; aunque en esta ocasión, el protagonista -interpretado por un sorprendentemente genial Adam Sandler- supera todos los precedentes. Emily Watson actúa como un perfecto contrapunto al personaje principal; y Philip Seymour Hoffman demuestra no necesitar excesivo protagonismo para brillar. Imprescindible obra dirigida por uno de los genios del cine del S XXI.
Carlos Fernández Castro
http://youtu.be/vdzxA5OE6yE
Adoro esta película. Una de las pocas películas de Adam Sandler que me gustan. Esta es la primera, la segunda, «Funny people». Para mí Emily Watson sólo necesita entrar en un plató para que la película valga ya la pena. Philip Seymour Hoffman es uno de mis actores norteamericanos favoritos. Lo amo desde que ví «Happiness» (1998).
Coincido contigo en cuanto a Adam Sandler; la cuestión es que ambas películas son las únicas en que se deje llevar por directores solventes: Paul Thomas Anderson y Judd Apatow.
Philip Seymour Hoffman lleva impreso en su código genético la interpretación; no puede fallar; la película que citas, dirigida por Todd Solondz, es una de las críticas más furibundas que se han hecho jamás contra la sociedad norteamericana actual, brillante.
Un saludo
Carlos
Sin duda, me parece tan original como ingeniosa, pero también bastante fallida. No me entusiasma demasiado, y más comparándola con sus demás películas. Que ganas de que salga The Master, no? Suena Oscar para Phoenix, y ojalá para Anderson, que ya le toca. Un saludo!