Petra (2018)
Escrito por Carlos Fernández Castro el 22/11/18 • En la Categoría Cine moderno,Críticas de cine,2018
Nota: 8
Dirección: Jaime Rosales
Guión: Jaime Rosales, Clara Roquet, Michel Gaztambide
Fotografía: Hélène Louvart
Reparto: Bárbara Lennie, Àlex Brendemühl, Joan Botey, Marisa Paredes, Petra Martínez, Oriol Pla, Carme Pla, Chema del Barco, Natalie Madueño
Duración: 107 Min.
Puede que haya cambiado sus formas, pero el cine de Jaime Rosales sigue tan pesimista como siempre, dedicado a los rincones más oscuros de la mente humana y dispuesto a dejarnos un nudo en el estómago después de su visionado. En Petra, el catalán escoge la tragedia griega como su guía espiritual para la confección del argumento, un modelo que encaja a la perfección en sus necesidades expresivas. Podríamos decir que incluso rebasa los estándares helenos para coquetear con los esquemas típicos del culebrón venezolano.
Sin embargo, en manos de Rosales este material tan inflamable acaba siendo domesticado hacia el terreno de lo respetable, merced a un desarrollo argumental de una lógica aplastante y tendente a lo natural. Al margen de los giros de guión, siempre sorprendentes, el director español recurre al desorden cronológico de los capítulos que integran su film, logrando manejar los sentimientos del espectador de una manera que la linealidad nunca hubiera permitido.
Los planos fijos de antaño parecen reaccionar a la austeridad formal de Rosales, con un dinamismo impensable en películas como Las horas del día o La soledad. Podriamos decir que tienen acceso a todas las áreas, entrando y saliendo de escena, aproximándose a un personaje con sigilo para luego alejarse y explorar las reacciones de su interlocutor, evitando el montaje tradicional en casi todas las escenas y, en numerosos interiores, penetrando por una puerta cual fantasma inadvertido para desandar el mismo camino una vez saciada su curiosidad.
La cámara nos coloca en una posición de privilegio en cada una de las secuencias y nos hace partícipes de los amores, los pesares y los problemas de identidad de Petra. Pero aún con una protagonista femenina tan sólida y bien definida, el foco de la función es monopolizado por un extenso catálogo de relaciones paternofiliales que repasan las consecuencias del amor, la indiferencia, la devoción y los distintos grados de compromiso en una relación tan determinante como la que existe entre padres e hijos. También se presta una especial atención a las tensiones que vertebran las relaciones entre los amos y los sirvientes, las clases altas y las bajas, los aprovechados y los dependientes… Toda una critica a los que explotan su poder de una manera moral y socialmente irresponsable.
Y a pesar del atractivo innegable de todos estos aspectos, Rosales construye uno de esos malvados que son capaces de impulsar Petra a un nivel superior y brindan la inmortalidad al actor que lo interpreta. A los ojos de este crítico, Joan Botey siempre será el padre de Lucas (Alex Brendemühl): cruel, despreciable, frío como un día de invierno y desprovisto del menor rastro de humanidad. Sin grandes aspavientos y a través de una economía gestual al alcance de pocos intérpretes, el catalán se erige en la estrella de la función con el permiso de la infalible Bárbara Lennie.
De este modo, Jaime Rosales demuestra por enésima vez su enorme relevancia en el panorama cinematográfico español. Sin ser su mejor película, Petra ofrece una parte desconocida de su repertorio que combina a la perfección con las virtudes que ya conocíamos de su estilo narrativo. Su voz sigue siendo potente, comprensible, coherente y, ante todo, relevante.
Carlos Fernández Castro