Los Implacables (The Tall Men) (1955)

Nota: 8,5

Dirección: Raoul Walsh

Guión: Frank S. Nugent, Sidney Boehm

Reparto: Clark Gable, Robert Ryan, Jane Russell, Cameron Mitchell

Fotografía: Leo Tover

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

A lo largo de su extensa carrera, Raoul Walsh dirigió varios western cuando dicho género era aún el más popular. Una de estas magníficas obras fue «Los Implacables», una película que no sólo narra las aventuras y desventuras de unos personajes que trasladan ganado cruzando territorio indio, sino que también realiza un examen psicológico exhaustivo de los mismos, distinguiendo entre aquellos que ansiaban el poder y la gloria, y los que sólo querían ganar unas onzas de oro para poder retirarse y vivir tranquilamente. A parte de esta distinción, Walsh aprovecha para hacer un estudio sobre la codicia y la repercusión que ésta puede tener sobre los principios de un ser humano.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: Ben (Clark Gable) y Clint (Cameron Mitchell) Allison son dos hermanos en horas bajas, que buscan cualquier oportunidad para poder robar un buen botín y así salir de la miseria en que están inmersos. Llegan a un pueblo y ven su salón de juegos; al otro lado de una puerta está Nathan Stark (Robert Ryan), un tipo que va a salir con la recaudación. Deciden asaltarle en el camino y hacerse con el botín, pero el tipo muy hábilmente les propone ganarse una buena cifra ayudándole a trasladar unas cabezas de ganado hasta Montana, en vez de convertirse en forajidos perseguidos por la ley. Los hermanos aceptan y emprenden su camino para llegar al sitio desde el cual llevaran el ganado. En el trayecto, son azotados por una brutal tormenta y consiguen resguardarse en un refugio; allí conocen a Nella (Jane Russell) una joven que llama la atención de Ben y Nathan.

«Los Implacables» está protagonizada por personas endurecidas, que habitan un entorno en el que un tipo colgado de un árbol es sinónimo de civilización, y escapar de ella implica el riesgo de poder perder la cabellera. Desde sus primeras secuencias, Walsh advierte al espectador que sus personajes deambulan por un Oeste Salvaje, en el que sólo los Hombres Altos (Tall Men) sobreviven y triunfan. Una vez presentado este punto de partida, el director americano permite que sus dos protagonistas se enfrenten a lo largo del metraje para vislumbrar quién de los dos es el modelo de Hombre Alto a seguir.

Es Nella quién decide por ellos, ya que es quien realmente busca en su interior la respuesta. Quiere un hombre como Ben, que tenga las ambiciones de Nathan, pero sabe que eso no es posible. Por un lado, mantiene una fría relación de conveniencia con el personaje interpretado por un excepcional Robert Ryan; por el otro, exhibe la manta que Ben le regala al principio del film, indicándole que todavía está a tiempo de conseguir su amor si cambia de actitud. «La gente levanta monumentos a los que triunfan y los tontos acaban en tumbas anónimas».

Todos los componentes de este triángulo amoroso realizan un trabajo de interpretación encomiable, pero si tuviera que decantarme por uno de ellos, sería por Robert Ryan (Grupo Salvaje), un actor infravalorado, que realizó grandes papeles a lo largo de su carrera, resultando tremendamente carismático y creible en todos ellos. Evidentemente, Clark Gable raya a un gran nivel, y Jane Russell mantiene dignamente el tipo frente a dos monstruos de tal envergadura.

«Los Implacables» es una película que plantea dilemas morales aplicables a nuestro día a día: actuar en base a unos principios, saber distinguir entre lo que necesitamos y lo que queremos… En definitiva, esta película estudia en que consiste la dignidad del ser humano y qué puede quebrantarla. Por si fuera poco, el equipo técnico, con Walsh al frente, filman unos paisajes como pocas veces se ha visto en un western, mostrando la grandeza del continente americano frente a la insignificancia del Hombre, incluso del más Alto.

Carlos Fernández Castro