Los Chicos están Bien (The Kids are All Right) (2010)
Nota: 7
Dirección: Lisa Cholodenko
Guión: Lisa Cholodenko, Stuart Blumberg
Reparto: Julianne Moore, Annette Bening, Mark Ruffalo, Mia Wasikowska
Fotografía: Igor Jadue-Lillo
EN BREVES PALABRAS (para los impacientes)
Con “Los Chicos están Bien” Linda Cholodenko hace frente común con Debra Granik (Winter’s Bone) en su lucha por recuperar el mejor cine independiente americano. Se trata de un drama familiar con abundantes toques de humor, en el que destacan sus interpretaciones y un guión realmente sólido. Por todo ello, no sorprende que se haya hecho un hueco en las Nominaciones de los Oscar 2011, concretamente en las categorías de Mejor Película, Mejor Guión Original y Mejor Actriz Principal, siendo esta última la única en la que tiene verdaderas posibilidades.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
Argumento: Nic (Annette Bening) y Jules (Julianne Moore) forman un matrimonio felizmente casado; tienen dos hijos concebidos mediante fecundación artificial: Joni (Mia Wasikowska) y Laser (Josh Hutcherson). Un día deciden investigar a quien pertenece el semen que se utilizo para concebirles. Quedan con Paul (Mark Ruffalo), el propietario en cuestión, y entablan poco a poco una extraña relación, que les lleva a querer presentárselo a sus madres. A partir de ese momento, toda esa aparente estabilidad familiar empieza a tambalearse.
Hay varios factores que contribuyen al éxito de este film, pero quizás el más importante es la naturalidad con que se aborda la condición sexual de sus protagonistas; y es que a día de hoy, el mundo del cine no parece haberse acostumbrado a las relaciones homosexuales y sigue recurriendo a ellas para mostrar situaciones extravagantes y anómalas. Esta es una de las grandes aportaciones de Lisa Cholodenko: mostrar una relación sentimental estable entre dos mujeres y una vida familiar que perfectamente podría ser trasladable a una pareja heterosexual.
Independientemente de este logro, la película se sustenta sobre dos pilares muy sólidos, en forma de un ingenioso guión y un reparto con el que cualquier propuesta, por arriesgada que parezca, es jugar sobre seguro.
El visionado de esta obra deja la sensación de que Lisa Cholodenko comenzó escribiendo una comedia, que lentamente y casi desde su inicio, se fue transformando en un drama. Las notas de humor sembradas en la primera mitad del metraje, ayudan a plantear, desde un punto de vista ligero, una situación, que, vista desde fuera, podría resultar mucho más trágica. A medida que estas desaparecen, el drama que esta película lleva dentro se quita el disfraz de comedia, para golpear al espectador con situaciones de extremada dureza que hacen de esta obra una experiencia a tener en cuenta.
Como hemos dicho anteriormente, «Los Chicos están bien» juega con la ventaja de contar en su reparto con dos auténticas diosas de la interpretación: Julianne Moore y Annette Bening; ambas vuelven a dejar constancia de su inmenso talento y demuestran que sigue mereciendo la pena construir largometrajes en torno a personajes femeninos bien entrados en la madurez. Por su parte, Mark Ruffalo hace lo que puede, apoyándose en sus socorridos tics y en su eterna apariencia de tipo atractivo, alternativo, medio empanado y que nunca madurará.
«Los Chicos están bien», como su propio título indica, está bien, pero no es para tirar cohetes, como pretenden insinuar las cuatro nominaciones a los Oscar que ha obtenido recientemente. Probablemente no gane ninguna, pero es de agradecer que el cine independiente americano se vaya despertando poco a poco del excesivo letargo en que estaba inmerso y nos ofrezca obras tan interesantes como esta.
Carlos Fernández Castro