Los Cautivos (The Tall T) (1957)
«Budd Boetticher, o cómo hacer cine de serie A con presupuesto de serie B»
Nota: 8
Dirección: Budd Boetticher
Guión: Burt Kennedy (Historia: Elmore Leonard)
Reparto: Randolph Scott, Richard Boone, Maureen O’Sullivan
Fotografía: Charles Lawton Jr.
Viendo películas de Budd Boetticher, es fácil entender por qué un actor del prestigio y la categoría de Randolph Scott abandonó su status de super estrella en superproducciones y se embarcó en un total de siete western con un director atípico y que estaba fuera del área de influencia hollywoodiense. Es de admirar que, a sus 53 años, decidiera apostar por un cine sin medios (pero bajo la batuta de un director creativo, talentoso y diferente), en detrimento de los grandes presupuestos que había frecuentado, gracias a su condición de estrella, en un género de gran seguimiento popular por aquel entonces. Del fructífero binomio Boetticher-Scott, destacan dos películas sobresalientes: «Seven Men from Now» y «Los Cautivos».
Podríamos calificar a Boetticher como el padre del llamado western psicológico. En su, las palabras eran mucho mas incisivas que las balas, y eran capaces de desarmar a cualquier forajido; tan solo hacía falta que éstas fueran bien empleadas por un tipo con una mente despierta y una gran mochila de experiencia a su espalda. Randolph Scott representó como nadie ese tipo de personaje en «Los Cautivos»; un tipo sereno, que sabe muy bien lo que hace, alguien que no se deja provocar fácilmente y con el que te sentirías seguro si tuvieras que compartir con él cualquier situación por comprometida que fuera.
Resulta fascinante la maestría del director a la hora de presentarnos a Pat Brennan (Randolph Scott), un antiguo capataz que ha dejado de trabajar para otros con el objetivo de tener su propio rancho. Las conversaciones a las que asistimos en el primer cuarto de hora del film son fundamentales para saber quien y como es nuestro protagonista. Se trata de encuentros cotidianos y encantadores que hablan entre líneas, algo muy habitual en los guiones de Burt Kennedy, asiduo del cine de Boetticher. De esta manera, entendemos perfectamente cuando Pat apela al orgullo de Doretta Mims (Maureen O’Sullivan), reclamándole que luche por lo que quiere (tal y como ha hecho él, dejando un trabajo que no le realiza como persona para perseguir su sueño), y no se resigne a un matrimonio como remedio a la soledad.
Las imágenes de la película son directas y van al grano, al igual que las conversaciones entre los escasos personajes que aparecen en escena. Realmente no podría ser de otra manera, pues los 77 minutos que dura la cinta no dan mucho más de si. El verdadero mérito del cineasta oriundo de Chicago es contar la historia de modo que los acontecimientos que relata no resulten precipitados y el devenir de los mismos no sea forzado.
«Los Cautivos» es un western muy peculiar, en el que su protagonista no responde al prototipo de la época (héroes infalibles y que nunca sienten miedo), y un suceso supuestamente desgraciado puede suponer la redención de dos personajes abocados a un vida sin grandes alicientes. Cualquier amante del género debería ver esta magnífica obra, dirigida por un director olvidado e infravalorado y un claro ejemplo de lo que se podía hacer con poco dinero y mucho talento e imaginación. Y si no, que se lo digan a Jacques Tourneur (Retorno al Pasado, Yo anduve con un Zombie).
Carlos Fernández Castro