Los años más bellos de una vida (Les Plus Belles Années d’une Vie, 2019)
Nota: 6
Dirección: Claude Lelouch
Guion: Claude Lelouch, Valérie Perrin
Reparto: Jean-Louis Trintignant, Anouk Aimée, Souad Amidou, Antoine Sire, Marianne Denicourt, Monica Bellucci, Tess Lauvergne
Fotografía: Robert Alazraki
Duración: 90 Min.
Vivimos una época en la que los grandes estudios de Hollywood echan el resto en la producción de películas de superhéroes. No hay cómic irrelevante ni número limitado de secuelas si la taquilla responde. Es la era de los guionistas perezosos. Sin embargo, parece que este modus operandi no es patrimonio exclusivo del cine americano. Alentado por la adicción actual al «to be continued» y, tal vez, amparándose en el éxito de Linklater y sus «Antes del…«, Claude Lelouch resucita el que fuera su mayor éxito comercial, Un hombre y una mujer (Un Homme et une Femme, 1966), y deja en el trastero su segunda parte (filmada para televisión en los años 80) como si nunca hubiera existido.
Pero Los años más bellos de una vida no es una secuela al uso como lo puedan ser las obras mencionadas anteriormente. A lo largo de sus noventa minutos de metraje, el editor recurre a numerosas secuencias de la ganadora del Oscar a mejor película extranjera y a mejor guión en 1966, hasta el punto de resultar llamativo por la excesiva duración de estos insertos con respecto al material rodado en la actualidad. Viendo la película no extraña que el cineasta francés apele tan insistentemente a la nostalgia del espectador, probablemente con la esperanza de ser indultado por la realización de una tercera parte que no aporta demasiado a la inolvidable historia de amor entre unos jóvenes y atractivos Anouk Aimee y Jean-Louis Trintignant.
No se le puede negar a Lelouch un cierto sentido del humor a la hora de reflexionar acerca del paso del tiempo y la vejez. Al igual que tampoco es desdeñable esa perspectiva agridulce desde la que recrea un reencuentro que podría haber recurrido al happy end sin concesiones del Hollywood más conservador. Pero incluso centrándonos en sus virtudes más loables, Los años más bellos de una vida no logra trascender lo anecdótico: el enfoque cómico del Alzheimer de Jean-Louis y su ambigüedad a la hora de ¿fingirlo?, sus sueños constantes en los que el romanticismo compensa la cruda realidad, las dudas de Anne a la hora de escarbar en el pasado…
Al menos la película servirá para que muchos rescaten Un hombre y una mujer y caigan rendidos a su carisma y a la originalidad de su propuesta formal. Sirva esta nueva entrega para homenajear a dos actores bendecidos por la erosión del tiempo y recordar que en las relaciones sentimentales el amor es tan sólo uno de los múltiples factores que garantiza el éxito.
Carlos Fernández Castro