Lola (Abuela) (2010)

Nota: 8,5

Dirección: Brillante Mendoza

Guión: Linda Casimiro

Reparto: Anita Linda, Rustica Carpio, Benjie Filomeno

Fotografía: Odissey Flores

En ocasiones, la voluntad humana rompe todas las previsiones y derriba  muros contra todo pronóstico, y existen seres que son capaces de hacer posible lo imposible con la motivación adecuada. Nunca olvidaré la primera secuencia de «Lola»; en ella, una de las abuelas protagonistas, acompañada por su nieto menor y bajo una tormenta furibunda, intenta encender una vela con la única ayuda de unas cerillas. El propósito, honrar la muerte de su nieto recientemente asesinado en ese mismo lugar. El resultado, a mi me gusta llamarlo «magia».

«Lola» es una película fascinante, que provoca sentimientos encontrados durante su visionado. La belleza en las composiciones de su director, provoca, inmediatamente después de una inevitable admiración, remordimientos de conciencia por la decadencia del entorno y la desesperación que sufren los protagonistas de la cinta. Pero este film es mucho mas que su cuidada planificación y brillante estética; cuenta una historia muy humana que llega inevitablemente al espectador, y está magníficamente narrada. «Lola» rebosa verdad y transmite con gran sensibilidad la vida interior de sus personajes; unas vidas repletas de esas tormentas y calmas que,a su vez, gobiernan el cambiante clima de  Manila.

Supongo que esas contradicciones son consecuencia de nuestra escasa familiaridad con la realidad filipina. Mendoza demuestra un talento innato en la composición de planos, incluso cuando lo que filma no es objetivamente susceptible de ser admirado. En cierto modo, utiliza su habilidad en estas lides, paracontrarrestar la frialdad y dramatismo que acompaña al argumento a lo largo de todo su metraje.

Pero más allá de este involuntario propósito, el director filipino cuenta una historia, que muestra cómo un único suceso puede ser observado a través de los ojos de diferentes personas, con sus respectivos puntos de vista: un chico es asesinado cuando un delincuente intenta robarle el móvil. A partir de este momento, el director cuenta qué implica este asesinato para la abuela (lola, en filipino) de la víctima, que tiene que pagar los gastos del sepelio y hacer frente a un procedimiento judicial; también narra las vicisitudes por las que atraviesa la abuela del asesino, quien, confiada en la inocencia de su nieto, se siente obligada a afrontar los gastos que implica su defensa

Francamente, cuando oímos hablar de cine filipino, no son muchos los nombres de directores que nos vienen a la cabeza. Puede que Brillante Mendoza sea, sino el único, uno de los pocos. Su última película, «Lola», ha llegado milagrosamente a nuestros cines, gracias al reconocimiento que obtuvo en la Mostra de Venecia; como ven, estos festivales siguen teniendo su utilidad, a pesar de su escaso nivel en los últimos tiempos.

Carlos Fernández Castro