Las Nieves del Kilimanjaro (Les Neiges du Kilimadjaro) (2011)
Nota: 8
Dirección: Robert Guediguian
Guión: Robert Guédiguian (Poema: Victor Hugo)
Reparto: Jean Pierre Darroussin, Ariane Ascaride, Gérard Meylan
Fotografía: Pierre Milon
A Robert Guédiguian no le gustan los cambios; es algo fácil de comprobar con tan solo echar un vistazo a las fichas artísticas y técnicas de sus películas. Desde 1981, resulta difícil encontrar nombres nuevos en las 17 películas que ha rodado: Jean Pierre Darroussin, Ariane Ascaride y Gérard Meylan son prácticamente fijos en sus repartos; mientras que Bernard Cavalie y Pierre Milon se han encargado de la fotografía en la mayoría de sus trabajos. Por ello no es de extrañar que, tras la breve interrupción que supuso el rodaje de «El Ejército del Crimen», haya decidido retomar el trabajo con su equipo habitual.
Esto no significa que su cine se haya mantenido imperturbable a lo largo de los años; es probable que, al igual que los protagonistas de «Las Nieves del Kilimanjaro» (y nosotros mismos, ¡que diablos!), el director galo a menudo eche la vista atrás pensando si las expectativas que tenía cuando era joven se han visto cumplidas, o sencillamente se han transformado en algo que siempre criticó. Y la conclusión es que realmente da igual; Marie Claire (Ariane Ascaride) y Michel (Jean-Pierre Darroussin) se ven a si mismos como los burgueses que nunca desearon ser, pero también son conscientes de que han trabajado duro para conseguir lo que poseen, y no tienen por qué arrepentirse.
Pero la película del cineasta galo es mucho más compleja de lo que puede aparentar a primera vista; no contento con hablar sobre cómo nos afecta el paso del tiempo, también aborda temas de rabiosa actualidad: el hecho de perder el trabajo en una sociedad afectada por una demoledora crisis económica, y los efectos directos que esta crisis puede provocar en tu entorno, mas allá de la pérdida de poder adquisitivo.
«Las Nieves del Kilimanjaro» es una película muy en la línea de lo que el director francés lleva haciendo en las últimas décadas: un cine que explora las preocupaciones del ser humano desde un punto de vista dramático, pero sin llegar a perder el sentido del humor que siempre le ha caracterizado. En esta ocasión, Guédiguian asume ciertos riesgos que demuestran su escaso miedo a afrontar nuevos retos, y una habilidad asombrosa para mezclar géneros aparentemente dispares: el drama social y el thriller psicológico, el cual utiliza con unos resultados portentosos, para dotar de una nueva dimensión a su trabajo.
Mas allá de estos aciertos, el cineasta galo consigue que su película monopolice nuestros pensamientos nada mas acabar su proyección; una proeza que convierte a «Las Nieves del Kilimanjaro» en una especie en vías de extinción. La irrupción del thiller en la narración es determinante a la hora de exponer el verdadero conflicto que plantea este largometraje. Si en un primer momento asistimos a la prejubilación forzosa de Michel (Jean-Pierre Darroussin) como un acontecimiento traumático, acto seguido el director de «La Ciudad está Tranquila» se encarga de relativizarlo mediante la presentación de un personaje en una situación notablemente mas precaria, y que debe delinquir para salir adelante.
Una vez más, el dilema está servido: ¿Hasta qué punto debemos condenar a un individuo por intentar sobrevivir?; ¿en qué debemos basarnos para medir la gravedad de sus hechos?; ¿debería ser relativa la aplicación de la ley?; si así fuera, ¿sería posible la convivencia en sociedad de esta manera? Como pueden comprobar, es sencillo constatar la complejidad de la última obra de Robert Guédiguian, un director que con cada trabajo evoluciona y perfecciona su estilo. «Las Nieves del Kilimanjaro» no solo es una película inquietante, reflexiva y sorprendente, sino que además esquiva la demagogia con mucha cintura, contiene unas interpretaciones antológicas y desprende mucho encanto; un lujo en estas fechas que no debéis pasar por alto.
Carlos Fernández Castro
Yo vi una resena sobre esta pelicula en «Dias de cine», y el argumento me pareciomuy interesante. Afortunados ustedes q pueden acudir a las salas de cine a verla. Yo tendresp q encontrar otros medios.
Vaya, pues no sabes cuánto lo siento Ilka; espero que puedas verla y comentarla posteriormente con nosotros. Creo que es una película verdaderamente interesante, bien interpretada, magnificamente dirigida, y que deja un gran poso.
Vuelve Guédiguian, ese autor sindico-socialista comprometido. Película agridulce que nos cuenta que los trabajores y pobres de ayer, son más ricos y «aburguesados» que los pobres de hoy, pero que el hilo de esperanza, sigue estando en la solidaridad.