Las Dos Caras de Enero (The Two Faces of January) (2014)
Nota: 6,5
Dirección: Hossein Amini
Guión: Hossein Amini (Novela: Patricia Highsmith)
Reparto: Viggo Mortensen, Oscar Isaac, Kirsten Dunst, David Warshofsky, Daisy Bevan, Aleifer Prometheus
Fotografía: Marcel Zyskind
Duración: 96 Min.
El salto de la máquina de escribir a la silla de director nunca fue fácil en la industria cinematográfica, aunque actualmente dicha transición es más asequible que en el Hollywood clásico, por poner un ejemplo. El nombre de Hossein Amini comenzó a sonar con insistencia cuando hace un par de años firmó el magnífico guión de «Drive», una obra instantánea de culto en la que la dirección de Nicolas Winding Refn acaparó injustamente gran parte de los elogios. Desconozco las razones que han motivado su designación para dirigir esta nueva adaptación de Patricia Hipghsmith, pero después de ver la película, me atrevo a considerarlas sobradamente justificadas.
En primer lugar, resulta evidente que este debutante de origen iraní ha hecho los deberes. Cada uno de los planos que componen los primeros 70 minutos del film, desprenden ese aroma inconfundible a narración clásica, en la que la construcción de personajes y la consecución del ritmo adecuado, son la prioridad y no un mero trámite. Precisamente este es el motivo por el que el último tercio del film supone un jarro de agua fría para el espectador. A partir de un acontecimiento previo a la entrada en el último acto, la película se desinfla inesperadamente, y somos testigos de una orgía de lugares comunes, y rutinas dirigidas en piloto automático.
A pesar de lo comentado anteriormente, el balance general es positivo. Sorprende la facilidad con la que el director construye una relación a tres bandas, basada en la atracción, la desconfianza y el misterio. La tensión sexual no resuelta entre la mujer de un rico americano (Kirsten Dunst) y el guía que han contratado para conocer los secretos de Atenas (Oscar Isaac), así como el oscuro pasado del marido de la primera (Viggo Mortensen), constituyen las bazas más importantes en las que se apoya el trabajo de Amini. El director dosifica las posibilidades de un potente planteamiento, y lo desarrolla con pulso firme y seguro. Sin embargo, cuando el thriller psicológico se transforma en película de acción, quedan al descubierto las carencias de un guión bien desarrollado, pero torpemente resuelto.
Con tan sólo obviar ese fatídico giro de guión, podríamos estar hablando de una dirección ejemplar, que mantiene la tensión en todo momento gracias a una eficiente planificación y a una atmósfera cargada de suspense. No menos destacable es la labor del reparto, en el que la siempre correcta Kirsten Dunst se ve sobrepasada por un duelo de titanes protagonizado por Viggo Mortensen y Oscar Isaac. El actor danés parece instalado en un estado de gracia permanente; sus elecciones, cada vez más arriesgadas, destapan nuevas posibilidades en su ya amplia gama de registros interpretativos. Por otro lado, Oscar Isaac confirma lo que anticipaba su Llewyn Davis en la última película de los hermanos Coen: es un actor polivalente, un rostro a medio camino entre la melancolía y el misterio, un aspirante a interpretar esos maravillosos personajes, que las grandes estrellas rechazan por su excesiva complejidad y ambigüedad moral.
La mala noticia es que Hossein Amini desaprovecha una oportunidad irrepetible para inscribir su ópera prima en las inevitables listas de los mejores debuts cinematográficos de la última década (lustro, año, mes). La buena noticia es que deja un excelente sabor de boca, que ni siquiera su fallido desenlace es capaz de neutralizar. Algunas obras no necesitan ser perfectas para ser relevantes o perdurar en la memoria del espectador. O mucho me equivoco, o «Las Dos Caras de Enero» supone el nacimiento de un director con un futuro brillante por delante.
Carlos Fernández Castro