La Niebla de Stephen King (The Mist) (2007)

Nota: 7,5

Dirección: Frank Darabont

Guión: Frank Darabont (Novela: Stephen King)

Reparto: Thomas Jane, Marcia Gay Harden, Toby Jones, Laurie Holden, Alexa Davalos

Fotografía: Ronn Schmidt

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Estamos de enhorabuena. Al fin una película de terror que verdaderamente inquieta, está maravillosamente dirigida y no necesita de estúpidos y manipuladores sustos para enganchar al espectador y crear en él la incómoda sensación de desasosiego y tensión que inevitablemente acompaña al visionado de «La Niebla». Pero ¿quién es el responsable de todo esto? Frank Darabont, sí señor, el mismo que sorprendió a propios y extraños debutando en la dirección cinematográfica en 1994, firmando el sleeper del año «Cadena Perpetua» (The Shawshank Redemption) y responsable del mayor éxito actual en cuanto a series de televisión se refiere, «The Walking Dead».

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Y es que hacía tiempo que no me sorprendía a mi mismo aguantando la respiración y nervioso perdido por culpa de una película de terror. Porque, no nos engañemos, eso es lo que deberían provocar este tipo de obras y, desgraciadamente,  no es algo que suceda muy a menudo. Hemos sacrificado estas maravillosas sensaciones en favor de efectistas  sustos, provocados por ruidos y bandas sonoras estridentes, que parecen islotes entre un océano de imágenes que provocan, a lo sumo, indiferencia.

Supongo que gran parte del mérito corresponde al texto de Stephen King, pero no me atrevería a restar importancia a la adaptación realizada por el director de esta cinta, el cual ya había ofrecido claras muestras de su habilidad en cuanto a adaptaciones de novelas del director americano se refiere: “Cadena Perpetua” y “La Milla Verde”. Entre las múltiples virtudes que atesora este guión, figura la de crear situaciones de una tensión extrema y plantear conflictos morales de difícil resolución, incluso a cargo del espectador, que observa atónito las encrucijadas en que se ven envueltos Thomas Jane y compañía. La táctica utilizada para lograr este contexto no es nueva, pero podría no haberse utilizado de modo tan efectivo.

Comentemos ligeramente el argumento: un peligro indefinido amenaza la supervivencia de los habitantes de un pueblo americano, algunos de los cuales se atrincheran en un supermercado para salvar sus vidas, ya que, según pueden comprobar, una muerte segura acecha a cualquiera que se atreva a salir al exterior. De esta manera, disponemos de un factor que obliga a un numeroso y ecléctico grupo de personas a permanecer en un sitio cerrado, en un estado de nervios extremo y dominados por el miedo. El conflicto está servido, y gracias al buen hacer de Darabont asistimos a situaciones de una tensión brutal, no solo provocadas por aquello que acecha en el exterior, sino, sobre todo, por los enfrentamientos que se generan entre los personajes principales. El director maneja los tiempos a la perfección y va incrementando la intensidad, hasta alcanzar un clímax que se sostiene dignamente hasta el final de la cinta.

Pero hay dos factores que perjudican la total implicación del espectador en la historia: los bichos que, arropados por la niebla, son  responsables del pánico reinante en el pueblo entero, pero que, debido a su aparatosidad, no identificamos como un miedo real, y Mrs Carmody (Marcia Gay Harden) que, a pesar de realizar un buen trabajo, no goza de credibilidad, debido a un perfil demasiado extremo y a la exagerada repercusión de sus actos a lo largo del metraje. Los acontecimientos desencadenados por la influencia de este personaje parecen demasiado precipitados, aunque no imposibles, si sucedieran en un periodo más prolongado de tiempo.

En definitiva, “La Niebla de Stephen King” es una película que merece la pena. Además, el seguidor de “The Walking Dead”, encontrará numerosas ideas plasmadas en la película que el director ha intentado desarrollar con más detenimiento en la serie. Darabont empieza a hablar con voz propia y las consecuencias son devastadoras ….cinematográficamente hablando. Encontramos en esta película un nuevo director, con nuevas preocupaciones y nuevo punto de vista, muy pesimista en esta ocasión. El ser humano saca lo peor que lleva dentro y, probablemente, sea esa la mayor amenaza que se cierne sobre él.

Carlos Fernández Castro