La mirada de Orson Welles (The Eyes of Orson Welles, 2018)
Nota: 7
Dirección: Mark Cousins
Guion: Mark Cousins
Reparto: Documental, Mark Cousins, Orson Welles
Fotografía: Mark Cousins
Duración: 110 Min.
La figura tan genial como excesiva, tan fascinante como inasible, de Orson Welles ocupa por sí misma un capítulo en la Historia del Cine. Aunque solo fuera por filmar con 25 años una ópera prima como Ciudadano Kane. Solo por eso ya merecía un lugar excepcional. Pero es que, además, Welles ha rodado otras obras maestras como El cuarto mandamiento, Sed de mal, La dama de Shanghai, Campanadas a medianoche… y piezas tan singulares y anticipatorias como F for fake (Fraude). Por no hablar del cine no-rodado, cortos y piezas para televisión o películas que se quedaron a medio hacer y que son significativas de la desbordante y libérrima personalidad de un creador —para nuestro pesar— incapaz de someterse a las estructuras industriales del cine, que requieren disciplina, organización, concesiones y tenacidad que no son precisamente virtudes del cineasta de Wisconsin. Dejando al margen, también, su carrera como actor, asimismo con méritos suficientes como para unas páginas en esa Historia del Cine.
Mark Cousins es autor de una de ellas: en papel (Blume) y audiovisual (Avalon). Se trata de un trabajo personal, subjetivo, con gran libertad a la hora de elegir películas y cineastas, y de condensar épocas o de caracterizar estilos y movimientos. Pero es una Historia del Cine que merece la pena. Ahora se suma a otros cineastas que abundaron en Welles o en su obra de referencia. Además de numerosos trabajos para televisión hay que resaltar el mediometraje documental Orson Welles y Goya (E. Ruiz Barrachina, 2008), Chuck Workman es autor de Mago: la impresionante vida y obra de Orson Welles (2014), las casi tres horas de The Orson Welles Story (Leslie Megahey, 1982), el centrado en las relaciones con nuestro país Orson Welles en el país de don Quijote (Carlos Rodríguez, 2000) y Me amarán cuando esté muerto (Morgan Neville, 2018) sobre la última etapa de su vida y el rodaje de Al otro lado del viento. En el terreno de la ficción están la notable Me and Orson Welles (Richard Linklater, 2008), RKO 281 (Benjamin Ross, 1999) que reconstruye el rodaje del Kane y Abajo el telón / Cradle Will Rock (Tim Robbins, 1999) donde aparecen los convulsos años 30, con gentes de teatro defendiendo su compromiso.
En esta La mirada de Orson Welles el irlandés Cousins traza un retrato muy particular del cineasta, casi como un ensayo destinado a desentrañar el “misterio Welles”. Es un documental en primera persona, todo él narrado como una carta que Cousins escribe a un cineasta del que se destaca su vitalidad y humor. Lo hace a partir de dibujos que el director fue dejando por todos los rincones y con motivos muy diversos a lo largo de su vida. A veces engarza fragmentos de películas que complementan o ejemplifican algún rasgo de esa personalidad poliédrica de la que se destaca su sensibilidad social y compromiso político, su querencia por los análisis del poder, la impronta que dejaba en cada imagen y cada diálogo, y su condición de cineasta nómada y ciudadano del mundo.
En conjunto, se ofrece un caleidoscopio rico y variado, deliberadamente asistemático pero muy sugerente, que gratifica a cualquier cinéfago que se precie. Insiste en el “pensamiento visual”, la singularidad de la mirada, en el barroquismo de los encuadres o de la luz y, en general, la capacidad de construir imágenes fascinantes.
José Luis Sánchez Noriega