La llegada (Arrival) (2016)
Escrito por Carlos Fernández Castro el 15/12/16 • En la Categoría Cine moderno,Críticas de cine,2016
Nota: 8,5
Dirección: Denis Villeneuve
Guión: Eric Heisserer (Relato: Ted Chiang)
Reparto: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O’Brien, Toi Ma
Fotografía: fBradford Young
Duración: 116 Min.
Si por el séptimo arte fuera, la tierra hubiera sido invadida tantas veces por los alienígenas que ya no habría espacio material para la subsistencia del ser humano. Desde el Ultimátum a la tierra (1951) de Robert Wise, pasando por La invasión de los ultracuerpos (1978) de Phillip Kaufman, hasta La guerra de los mundos (2005) de Steven Spielberg. Quizás nos sentimos más irresistibles de lo que verdaderamente somos, o tal vez estamos tan cansados de nosotros mismos que necesitamos una amenaza exterior para reconciliarnos con nosotros mismos.
En cualquier caso, Denis Villenueve no se ha resistido a probar suerte en un subgénero que ya ofrecía pocas posibilidades de renovación y muchas menos de salir airoso en el intento. A pesar de su inexperiencia en la ciencia-ficción, el canadiense dispone del recurso más valioso a la hora de enfrentarse a cualquier género cinematográfico: su amplio conocimiento del ser humano. Al igual que en anteriores trabajos, apuesta casi todas sus cartas a la atmósfera de la narración, y en esta ocasión el órdago viene acompañado de una excelente mano y de un cuidado excepcional por esos detalles que convierten una buena película en un recuerdo inolvidable.
Cuando la protagonista, una profesora de lingüística en la universidad, se dispone a iniciar su jornada laboral, encuentra el aula medio vacía y un silencio que solo es perturbado por el incesante sonido de varios móviles. Por el gesto de los escasos asistentes, algo desconcertante está ocurriendo en el exterior. A petición de una alumna, enciende una televisión que conecta las miradas de los personajes con las del patio de butacas. A través de la voz en off de los periodistas y de las reacciones provocadas por las imágenes del noticiario (que no vemos), se genera el estado de ánimo adecuado para afrontar el resto de la narración: expectación, misterio, suspense, incertidumbre.
Al contrario que la mayor parte de las películas del género, La llegada recibe a sus nuevos inquilinos fuera de campo y, como se describe en líneas superiores, a través de una planificación que permite la involucracion inmediata del espectador. Sin embargo, Villeneuve no se limita a esta línea argumental y, desde las primeras secuencias, la alterna con la narración cronológicamente desordenada de una tragedia personal. De esta manera, complementa el tono épico de la invasión con el tono intimista que se deriva de la pérdida de un hijo y un doloroso divorcio.
En ambos frentes, la cámara se mueve con la delicadeza que requieren semejantes acontecimientos y permite que, dependiendo del hilo narrativo, sus planos respiren serena (la incertidumbre y la fascinación que provoca lo desconocido) o entrecortadamente (la angustia emocional de una pérdida). Merced a esta brillante gestión del montaje, se establecen los ritmos idóneos para sincronizar la mirada del espectador con la naturaleza específica de cada una de sus imágenes. Y al mismo tiempo, Villenueve lanza una reflexión colateral acerca de las posibilidades, tanto honestas como tramposas, que ofrece la edición a la hora de construir un personaje.
A medida que transcurren los minutos, La llegada transforma su difuso perímetro en un contorno bien definido que reivindica la ausencia de prejuicios como reacción a lo desconocido y el diálogo como única herramienta para la resolución de conflictos. Mientras los gobiernos sopesan el ataque a unos alienigenas que no han dado muestras de agresividad, las ciencias y las letras, como combinación del conocimiento humano, luchan por descifrar el extraño lenguaje de los visitantes y hacer comprensible el nuestro.
Y cuando la película se dirige irremediablemente a su climax, el espectador alcanza la comprensión de todas sus incógnitas a través de un desenlace que provoca la impactante intersección de sus lineas argumentales. Es entonces cuando Villenueve demuestra una sensibilidad especial para proponer una nueva evaluación de ese indisoluble binomio que componen nuestras decisiones y sus inevitables consecuencias. Puede que ver Arrival cambie tu forma de contemplar determinados aspectos de tu vida. ¿Estás dispuesto a asumirlo?
Carlos Fernández Castro