La Boda de Mi Mejor Amiga (Bridesmaids) (2011)

Nota: 6,5

Dirección: Paul Feig

Guión: Kirsten Wiig, Annie Mumolo

Reparto: Kirsten Wiig, Rose Byrne, Jon Hamm, Melissa McCarthy, Ellie Kemper

Fotografía: Robert D. Yeoman

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Judd Apattow vuelve a la carga con una nueva comedia coral que ha reventado la taquilla norteamericana, “La boda de mi mejor amiga”. Aunque el título en español (¿por qué no simplemente” Damas de honor”?) no sea atractivo ni chocante, “Bridesmaids” sorprende desmarcándose un poco del resto de comedias del sello, al estar escrita y protagonizada por mujeres, lo que proporciona al filme frescura y originalidad.  Sin embargo, la película mantiene por defecto las virtudes y las carencias de la fábrica Apattow: una planteamiento inicial efectivo, buenos actores, graciosa, con una narración terriblemente previsible que intercala situaciones cómicas de dudoso gusto con diálogos inteligentes y desenfadados.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

Argumento: Annie (Kristen Wiig) es una treintañera soltera con una vida sin rumbo aparente. Cuando se entera que su mejor amiga Lillian (Maya Rudolph) va a casarse, se empeña en ser su primera dama de honor; los preparativos con sus compañeras en el altar (Rose Bryne, Wendi Mclendon-Covey, Ellie Kemper y Melissa McCarthy) y sus propios problemas la pondrán a prueba.

No hay duda, la gran triunfadora de esta película es Kristen Wiig. Ya la conocíamos por sus dotes humorísticas en SNL y ahora se destapa como habilidosa guionista junto a su amiga Annie Mumolo. Esta dupla ha conseguido escribir un guión con sustancia y crear situaciones y diálogos más allá de los trillados lugares comunes característicos de la comedia americana; hará tanto las delicias del sector femenino como provocará risas entre el respetable masculino. Como actriz, en cambio, “Bridesmaids” catapulta a Wiig como nueva candidata para convertirse en reina de la comedia: casi toda la gracia del filme recae en sus hombros y no falla; la química existente entre ella y las demás chicas se nota (sobre todo con el personaje de Maya Rudolph) y consigue que las más de dos horas de película no se hagan largas. A parte del suyo, el personaje que me ha resultado más divertido entre las damas de honor es el de Megan (Melissa McCarthy), una mujer peculiar, de armas tomar, que protagoniza alguno de los momentos más divertidos de la película.

Pero cuidado, pese a que el esfuerzo de intentar ofrecer algo distinto es reseñable, las trampas siguen siendo las de siempre: a partir de la segunda mitad, el filme cae en la típica estructura de comedia romántica, lo que empaña considerablemente la originalidad en el planteamiento de la historia. El desenlace de la historia de la desastrosa Annie se ve venir desde muy lejos; una pena a tenor de lo que prometía, aunque tampoco se le puede pedir peras al olmo.

Un detalle: buena banda sonora; se ha escogido inteligentemente canciones interpretadas por mujeres de raza como Wanda Jackson o Deborah Harry de Blondie, que dan el tono adecuado a la historia.

En definitiva, una película que ha triunfado y triunfará por sus evidentes aciertos, que tiene la capacidad para ofrecernos algo diferente y hacernos reír en la butaca, aunque sea dentro de un tipo de películas tan poco dado a las sorpresas.

Arturo Tena