Insidious (2011)

Nota: 6

Dirección: James Wan

Guión: James Wan, Leigh Whannell

Reparto: Patrick Wilson, Rose Byrne, Barbara Hershey, Ty Simpkins

Fotografía: David M. Brewer, John R. Leonetti

EN POCAS PALABRAS (para los impacientes)

Cada año llegan a nuestros cines un sinfín de películas con la aureola de ser el último grito en cine de terror; al final, tenemos que conformarnos con sendas promesas incumplidas y un buen puñado de dólares invertidos en gigantescas campañas de publicidad. «Insidious» es la última maquinación de James Wan, creador de una de las sagas más prolíficas de los últimos años, y también una de las más casposas, todo hay que decirlo. En su defensa, comentar que tan solo dirigió la primera, la mejor del lote con diferencia.

Podríamos decir que «Insidious», sin haberse convertido en un hito, es una buena película de terror que atesora algunos momentos realmente terroríficos. Desgraciadamente, el director americano pierde el norte en un momento clave del metraje, lo cual disminuye el buen sabor de boca que dejan sus primeros sesenta minutos.

SI QUIEREN PROFUNDIZAR…

No estamos ante un film de casa encantada al uso, sino que realmente su argumento gira en torno a unos padres que intentan recuperar a su hijo; éste ha caído en coma, y por razones que incluso los médicos desconocen, no son capaces de explicar qué ha provocado esta situación ni como sacarle de ella. Como es lógico, agotan todos los recursos que están a su alcance.

Podríamos decir que Wan se fija en dos modelos para estructurar su obra en dos mitades. En un principio, plantea una historia que bebe de la más pura tradición de casas encantadas cinematográficas: ruidos en la buhardilla, crujidos de las paredes, sombras que aparecen y desaparecen… pero llega un momento en que deja de interesarle ese modelo y opta por dar un giro radical a la historia; es posible que muchos se sientan engañados ante la insinuación de un tipo de película para posteriormente decidirse arbitrariamente por otro. De repente, sus nuevas influencias miran a películas como «Poltergeist», materializándose en una extraña mujer que decide ayudar a la pareja protagonista, explicándoles lo que cree que sucede.

Pero como hemos comentado anteriormente, son solo influencias; en ningún momento copia descaradamente, sino que a partir de unas ideas comunes, desarrolla su propia visión, tanto para bien como para mal. La primera mitad responde a las expectativas, provocando varios escalofríos gracias a una buena planificación y un adecuado tratamiento de la iluminación. Aún así, el director no parece sentirse capacitado para mantener la atmósfera adecuada y recurre a la banda sonora para lograr lo que algunas de sus imágenes no consiguen: miedo.

A partir del momento en que la familia se muda, entran en liza nuevos personajes de una manera muy acertada: una parapsicóloga y dos de sus ayudantes; éstos aportan un cierto tono cómico a la historia que no dura tanto como sería de esperar. Desgraciadamente y a pesar de estos aciertos, la película titubea y llega el momento en que pierde toda su credibilidad, mutando a un producto que sería muy difícil de calificar.

Aquellos que amen el cine de terror y no exijan un argumento creíble ni un tratamiento coherente del mismo, disfrutarán de este film. Para lo que sean más exigentes, recomiendo recurrir a un DVD de «El Resplandor«; nunca falla.

Carlos Fernández Castro