Heli (2013)
NOTA: 6
Dirección: Amat Escalante
Guión: Amat Escalante, Gabriel Reyes
Reparto: Armando Espitia, Andrea Vergara, Linda González, Juan Eduardo Palacios, Reina Julieta Torres
Fotografía: Lorenzo Hagerman
Duración: 105 Min.
La última película del mexicano Amat Escalante me ha dejado K.O. Tras los créditos finales me quedé unos minutos más en la sala, analizando o, más bien, justificando la decisión de Escalante de realizar este film. Sin saber cómo, me encontré de vuelta en casa. El tiempo se había volatilizado, y las imágenes de Heli se resistían a desaparecer de mi cabeza.
Dándole vueltas a la escritura de esta crítica, reconozco que no distingo si lo que he presenciado es un ejercicio de voyeurismo sádico, una aproximación realista de la violenta sociedad rural mexicana o el excelente retrato de una familia rota por el dolor, capaz de convivir con aparente normalidad, con el miedo y la desesperación.
Heli (Armando Espitia) es un joven padre de familia que vive en una casucha en mitad de la nada mexicana con su padre, su mujer (Linda González), su pequeño bebe y su hermana menor Estela (Andrea Vergara). Heli y su padre trabajan en una fábrica de piezas automovilísticas, que al parecer es el único trabajo decente en kilómetros a la redonda, a pesar de encontrarse rodeados por narcotraficantes, maleantes y policías corruptos. Estela está enamorada de Beto (Eduardo Palacios), un aspirante a policía que le promete que algún día conseguirán salir de Guanajuato, para irse a vivir a alguna isla paradisíaca. Persiguiendo su sueño, Beto comete un error que transformará la vida de la familia de Heli en un infierno.
En el plano secuencia que abre el film, Escalante muestra sus cartas sin miramientos. Nos advierte que no va a ser un viaje placentero, que será incómodo y desagradable. Ya hemos asumido que la violencia será uno de los actores principales de la película. Escalante se recrea en mostrar con todo lujo de detalles las torturas y palizas físicas que sufren Beto y Heli. Especialmente significativa, la relativa a cierta parte de la anatomía masculina, que provocó cierto estupor durante la proyección del film en el pasado Festival de Cannes, del que salió Escalante con el Premio a la Mejor Dirección.
Ha comentado Escalante que ,“moralmente, creo que la responsabilidad es mostrar la violencia como debe ser: triste y desagradable, muy sucia, una pesadilla”. Está claro que lo ha conseguido. Una vez superada la sorpresa inicial, descubrimos que el film avanza de manera muy pausada, recreándose en los silencios, en las miradas, en los gestos de unos actores poco apasionados y naturales. Un estilo visual muy de Carlos Reygadas, compadre y productor de Heli, y que gracias a la fotografía de Lorenzo Hagerman, consigue que nos perdamos en los desérticos paisajes donde se desarrolla la acción de este film.
Personalmente, he de reconocer que tardé en centrarme durante el visionado de la película. Por alguna extraña razón, el ritmo lento me desconectaba, y no hacía otra cosa que obsesionarme con la maldita violencia que domina este largometraje. No llegué a empatizar con los personajes principales; no hacía más que preguntarme porqué seguían adelante si no les quedaba nada más por lo que vivir. Y aún me lo sigo preguntando.
Hillman