El irlandés (The Irishman, 2019)
Dirección: Martin Scorsese Guion: Steven Zailian (Libro: Charles Brandt) Reparto: Robert de Niro, Al Pacino, Joe Pesci, Harvey Keitel, Stephen Graham, Bobby Cannavale, Anna Paquin Fotografía: Rodrigo Prieto Duración: 209′
El irlandés es una buena película pero, seamos sinceros, está lejos del mejor Scorsese. Se que debería valorar las películas individualmente, pero la comparación es inevitable cuando gran parte de la crítica la ha situado entre sus mejores obras. Me da la sensación de que toca alabarla sí o sí por su tono crepuscular y por el carácter de testamento cinematográfico con el que muchos pretenden envolverla, pero no me parece justo tratar con semejante condescendencia a un director tan relevante como Martin Scorsese.
A El irlandés le falta el nervio necesario para transmitir la personalidad de animales como Frank Sheeran (Robert de Niro) y Jimmy Hoffa (Al Pacino). Y me temo que el hecho de estar contada por la voz en off de un personaje de la tercera edad no justifica esa falta de tensión narrativa. En ese sentido, el CGI es otro de los graves problemas del film: por mucho que rejuvenezca los rostros de estos maravillosos actores, es incapaz de ocultar el movimiento de esos cuerpos cansados y erosionados por el paso del tiempo. Esa falta de concordancia lastra gran parte de su credibilidad.
Me gustaría alabar esa reflexión final sobre la soledad, la mal entendida lealtad y los remordimientos de un asesino, pero hay algo en la fotografía de Rodrigo Prieto y en el tratamiento de los efectos visuales que transmite un doloroso efecto de cartón piedra. Aparte, encuentro un gran problema de síntesis narrativa en el hecho de que a lo largo de sus tres horas y treinta minutos Scorsese no haya sido capaz de profundizar en esa relación triangular entre Sheeran, su hija (Anna Paquin) y Jimmy Hoffa: la que debería haber sido una de las piedras angulares del film.
En definitiva, la película es disfrutable y en momentos puntuales recupera al gran Scorsese de antaño, pero uno se queda con la sensación de que hace años perdimos la mejor versión de este magnífico director. Afortunadamente nos deja un enorme legado (El irlandés no entraría en el top 10 de su filmografía) y recupera para el cine a Joe Pesci, un actor capaz de robar todos sus planos a Robert de Niro y a un histriónico Al Pacino.
Carlos Fernández Castro