El Enigma del Cuervo (The Raven) (2012)
Nota: 4,5
Dirección: James McTeigue
Guión: Ben Livingston
Reparto: John Cusack, Alice Eve, Luke Evans, Brendan Gleeson, Kevin McNally.
Fotografía: Danny Rulhman
Duración: 110 min.
Edgar Allan Poe es, indiscutiblemente, uno de los autores más importantes dentro de la cultura norteamericana. El cine, como fenómeno de masas, también ha contribuido de manera decisiva a situar en el imaginario colectivo la figura del escritor de Boston: la traducción en imágenes de sus relatos por parte de directores como Epstein o Corman son todavía recordadas por cinéfilos de todo el mundo.
“El enigma del cuervo”, al igual que uno de los primeros cortos del legendario D.W. Griffith-“Edgar Allen Poe” (1909)-, pone, en cambio, al propio Poe como protagonista de la narración. Fue el actor y guionista Ben Livingston quien tuvo la interesante idea de escribir una historia centrada en los misteriosos últimos días de su vida. Con la ayuda de su amiga Hannah Shakespeare redactaron un guión. Después de que algunos productores se interesaran por el proyecto, se decidió que el encargado de llevarlo a la pantalla sería el director de “V de Vendetta”, James McTeigue. Pese a su evidente carácter de encargo, la mínima personalidad que se le puede presuponer a un director como McTeigue no hace acto de presencia en “El enigma del cuervo”; más allá de un estilo enérgico, su dirección se abandona perezosamente al flojísimo guión de la pareja Livingston/Shakespeare.
Sí, los problemas vienen desde el libreto: el buen punto de partida de Livingston, que mantiene el interés tímidamente al principio de la cinta, se ve amordazado en cuanto la trama se asienta en la persecución del macabro asesino que mata siguiendo las historias de Poe. Ya tenemos thriller comercial. A partir de ahí, los recursos narrativos se limitan poco a poco a una serie de escenas gancho -dícese de aquellas escenas que lo único que hacen es remitirte a la siguiente y así sucesivamente- que van diluyendo el estudio de la personalidad del escritor; la baza más seria de la película desaparece, situando a un perdido Poe en tierra de nadie. La ocurrencia de introducir al escritor como personaje de sus propios textos, jugando con referencias y guiños a sus lectores, termina por no funcionar debido a este cúmulo de situaciones demasiado forzadas.
Aún así, las mejores líneas del guión están reservadas, obviamente, para el personaje interpretado por John Cusack. El actor de “Balas sobre Broadway” se esfuerza, con irregulares resultados, en mantener él solo a flote la cinta. La respuesta dramática necesaria por parte de otros personajes importantes, como el comisario (Luke Evans), el asesino o el gran amor (Alice Eve), nunca acaba de llegar. No encajan ciertos sentimientos entre tanta pose plana, circunstancia que aleja aún más al espectador de la torturada psicología de nuestro protagonista; al igual que lo hacen las anodinas interpretaciones de dos actores emergentes como Luke Evans y Alice Eve.
Entre lo más salvable de la película se encuentra el trabajo de Roger Ford, diseñador de producción, que dota de un ambiente sombrío a la Baltimore de “The Raven”. Este aire gótico es uno de los pocos elementos que realmente podría pertenecer a alguna historia de Edgar Allan Poe. El resto puede valer como entretenimiento detectivesco a modo de descubrir quién es el asesino, pero la insistente pretensión de acercarnos al mundo interior del escritor es lo que sentencia al film.
En definitiva, “El enigma del cuervo” no merece demasiada atención; no resultará satisfactoria ni a los fieles seguidores de Allan Poe ni a los que pretendan acercarse a su mundo por primera vez. Nevermore.
Arturo Tena
http://youtu.be/lUeUTwAbuaY