El Cuerpo (2012)
Nota: 6
Dirección: Oriol Paulo
Guión: Oriol Paulo
Reparto: José Coronado, Hugo Silva, Belén Rueda, Aura Garrido
Fotografía: Óscar Faura
Duración: 107 Min.
La mera existencia de esta obra en la cinematografía patria es ya de por sí un milagro; afortunadamente cada vez más habitual, pero milagro al fin y al cabo. Con esta afirmación no pretendo elevar a «El Cuerpo» a la categoría de obra maestra -ni mucho menos-, pero sí a la de películas que intentan realizar un ejercicio de género con buena fe y conocimiento de causa. El debut de Oriol Paulo en la gran pantalla consigue mantener nuestra atención en todo momento, pero deja al descubierto sus costuras de manera evidente y, en ocasiones, molesta.
A pesar de lo mencionado en líneas superiores, el director catalán demuestra ser un cinéfilo empedernido y ha hecho los deberes, lo cual se advierte en los excelentes modelos que emplea para dar cuerpo a su ópera prima; “El Cuerpo” es claramente deudora de la atmósfera sofocante de «Seven», el ambiente claustrofóbico de «La Soga» y la estructura argumental de «Old Boy”; pero no se hagan ilusiones, son solo referencias perfectamente apreciables y, en ocasiones, torpemente adaptadas.
Casi todos protagonistas de “El Cuerpo” permanecen durante todo el metraje en un instituto médico forense; Jaime Peña (José Coronado), un taciturno inspector de policía, intenta desvelar el misterio en torno al cadáver desaparecido de Mayka Villaverde (Belén Rueda), la mujer del sospechoso Alex Ulloa (Hugo Silva) que dice no tener nada que ver con el tema. El punto de partida que plantea Oriol Paulo es interesante, pero los mecanismos que emplea para mantener la intensidad de la trama son demasiado explícitos; los giros de guión resultan tan forzados que el espectador llega a percibir la mano del guionista manipulando el devenir de los acontecimientos.
Oriol Paulo intenta realizar una maniobra al más puro estilo M. Night Shyamalan en “El Sexto Sentido” o Alejandro Amenábar en “Los Otros”; un desenlace que acabe por atar todos los cabos sueltos y explique algunas de las lagunas argumentales que sobrevuelan el metraje. Evidentemente, el resultado se asemeja al de un niño intentando emular voluntariosamente las proezas de su padre; es decir, el fracaso se ve mitigado por la ilusión puesta en la tentativa. No obstante, sería injusto no reconocer el empeño de Paulo por sorprender al espectador.
Paradójicamente, uno de los principales defectos del film es su principal baza comercial: la presencia de Hugo Silva. “El Cuerpo” necesitaba un sospechoso carismático, con fuerza, con el que fuera fácil identificarse, que lograra que el espectador dejara de mirar obsesivamente su peinado (diseñado por el peor enemigo del actor, a quien también debe caerle bastante mal José Coronado); como pueden suponer, el protagonista de “Los Hombres de Paco” no cumple ninguno de estos requisitos. Desgraciadamente, no basta el buen hacer de José Coronado -un actor en continuo crecimiento y siempre magnífico- o la sorprendente actuación de Belén Rueda -que diluye toda duda acerca de su talento interpretativo-, ya que un buen protagonista necesita siempre un antagonista que esté a la altura (y viceversa).
Hay varias películas en cartelera que recomendaría ver antes que «El Cuerpo»; pero si sucumben a su campaña publicitaria, son llevados a verla a instancias de algún/a incondicional de cualquiera de sus protagonistas, o simplemente el horario de las salas de cine no ofrece otra alternativa, pasarán un rato entretenido, quedarán gratamente sorprendidos y creerán ver un finísimo hilo de luz al final de ese oscuro túnel llamado cine español.
Carlos Fernández Castro