El Americano (The American) (2010)

Nota: 6

Dirección: Anton Corbijn

Guión: Rowan Joffe (Novela: Martin Booth)

Reparto: George Clooney, Violante Placido, Thekla Reuten, Paolo Bonacelli

Fotografía: Martin Ruhe

Aún siendo fallida, «El Americano» es, ante todo, una película interesante. La dirección de Corbijn, no exenta de clase y de una brillante estética, compensa parcialmente los defectos de un guión tramposo. Y digo parcialmente, porque el director holandés , locamente enamorado de los exteriores en los que transcurre gran parte del metraje, en ocasiones llega a olvidar que está filmando un largometraje, identificándose en demasía con el falso fotógrafo al que Clooney interpreta en la cinta.

Jack parece estar disfrutando de unas merecidas vacaciones con su chica en un lugar perdido de los fiordos suecos. Acaba de terminar un trabajo y lo que menos espera es ser localizado en un lugar tan remoto. A pesar de tanta precaución, alguien consigue dar con su paradero, obligándole a continuar la eterna huida que su vida parece ser. Pavel, suministrador de trabajos para Jack, le da las indicaciones oportunas para que se instale en un pueblo perdido en el Abruzzo italiano e intente pasar desapercibido durante una temporada….

Corbijn y Clooney durante el rodaje

Se intuye un gran talento en los planos de Corbijn, incluso en su técnica narrativa. Mantiene el ritmo adecuado a lo largo de todo el metraje, frecuentemente pausado, ahuyentando cualquier atisbo de aburrimiento, lo cual es digno de elogio. Aunque «El Americano» sea ese tipo de thriller que escapa a la sensación de montaña rusa que tantos directores persiguen en la actualidad, ocultando quizás su ausencia de recursos, mantiene el interés del espectador hasta el último momento. Merecen mención las imágenes que acompañan a los títulos de crédito iniciales, en las que Clooney conduce su coche a través de un túnel, simbolizando éste la supuesta transición hacia una nueva vida o un nuevo comienzo. También demuestra el realizador holandés un exquisito gusto al situar a «el americano» tomando plácidamente un café en un bar, con las imágenes de «Hasta que llegó su hora», obra maestra de Sergio Leone, de fondo, insinuando un cierto paralelismo entre el personaje de Henry Fonda y el de George Clooney.

El gran problema de este elegante film es el guión. Es imperdonable que el director de «Control» intente engañarnos tan descaradamente y construya unos personajes tan huecos para utilizarlos de una manera tan determinante en los momentos clave del argumento. Un ejemplo es el personaje del cura al que, aparente e inicialmente, se le va a otorgar un cierto protagonismo; tras una buena presentación, desaparece casi por completo, para volver a intervenir en un momento crucial de la trama, desencadenando, a través de una serie de confidencias, una motivación nada creíble en Jack, tratándose de un simple conocido. Lo mismo ocurre con los personajes correspondientes a la nueva cliente de Jack y a la prostituta de la que se enamora (Violante Placido), cuya discutible utilización en el guión, merma gravemente la coherencia del conjunto. Parece que al director holandés no le preocupara la credibilidad de la historia que está narrando, quedando en entredicho las diferentes evoluciones que experimenta el argumento del film.

Violante Placido

El pueblo en el que Jack se retira se convierte en un elemento fundamental en la narración del film. En ocasiones,  es utilizado de una manera brillante; a partir de la llegada de Jack, el director nos ofrece, en repetidas ocasiones, un plano general del pueblo, bañado por la intensa luz del sol italiano; no hay sobresaltos que deban preocupar a Jack; contacta con Pavel y éste, inesperadamente, le encarga un nuevo trabajo, de poca relevancia, pero la idea no le agrada al personaje interpretado por Clooney; en el siguiente plano general, el pueblo aparece rodeado de una frondosa niebla que parece aislarlo del resto del mundo; llega el momento en que la situación de Jack es tan complicada que el siguiente plano del pueblo, antes del tramo final de la película, lo muestra bajo una inmensa nube, acechado por la sombra que ésta produce. En otros momentos, no consigue su propósito y abusa de los planos que muestran las laberínticas calles del pueblo, insinuando no sé muy bien qué, sin ningún tipo de fundamento. Los numerosos paseos del bien parecido George por las encantadoras callejuelas del bello pueblo italiano podrían ser perfectamente protagonistas de un buen spot publicitario, pero no de una película como «El Americano».

Clooney, auténtico protagonista del film, realiza una interpretación contenida y muy apropiada, consiguiendo uno de sus trabajos mas logrados frente a las cámaras. Corbijn le regala una serie de planos largos en los que el actor norteamericano derrama todo su saber hacer y demuestra no pesarle la atenta y prolongada mirada del objetivo.

En definitiva, nos encontramos ante una película bien realizada, mal escrita, vibrante en algunos momentos, pero sobre todo entretenida. En mi opinión, el talento de este director holandés da mucho mas de si, pero tendremos que esperar a su siguiente proyecto para que lo demuestre.

Carlos Fernández Castro