Dreams of a Life (2011)
Nota: 8
Dirección: Carol Morley
Guion: Carol Morley
Reparto: Zawe Ashton, Alix Luka-Cain, Martin Lister, Alistair Abrahams, Mandy Allen, Prue Almond, Kim Bacon, Daniel Roberts. Willia, Barthorpe.
Fotografía: Mary Farbrother, Lynda Hall
Duración: 95 min.
Qué sería de nosotros si no pudiéramos evadirnos de vez en cuando de nuestras aburridas vidas con una película, un libro o un buen _ _*. Pero a veces hay que coger el toro por los cuernos y enfrentarse al mundo real, es decir, sentarse en el sofá, coger unas pipas y ver un documental. El último que vi, antes de este, fue El Impostor, y la brutal dosis de realidad me llegó para unas cuantas semanas.
Ahora he visto Dreams of a Life, de Carol Morley, un intenso documental a partes iguales espeluznante y amargo. La obra gira en torno al hallazgo del cadáver de la joven Joyce Vincent en 2006 en su escuálido apartamento del norte de Londres, frente a la tele encendida. Lo terrible es que llevaba muerta tres años, y nadie había denunciado su desaparición. Solo se descubrió su cadáver por casualidad. Recuerdo haber leído la noticia en su momento: por algún prejuicio me había imaginado que Joyce sería una anciana, sin familia, pero la realidad es que tenía 38 años cuando murió, uno más que yo ahora. ¿Cómo pudieron acabar las cosas así para ella? La directora intenta dar respuestas entrelazando de manera ingeniosa recreaciones dramáticas y los testimonios de sus amigos, colegas, compañeros de piso y exnovios, que hacen un retrato de una chica amable, guapa y de buen corazón, aunque huidiza. Las palabras de sus conocidos son a veces contradictorias y otras se refuerzan entre sí (seguramente como pasaría si nuestros amigos hablasen de cualquiera de nosotros) y el testimonio de una persona en particular es desgarrador. Sin embargo, hay una ausencia importante entre las personas que hablan sobre Joyce, y es la de algún miembro de su familia. Si bien podríamos pensar que si hubiesen participado en este documental aportarían algo que ayudase a entender el porqué de lo que le ocurrió, la verdad es que probablemente no hay nada que explique el triste final de Joyce. Su caso fue muy inusual, y ella, que fue olvidada en vida, ahora será recordada para siempre gracias a Morley. Sin saberlo, dejará huella a causa de su desdichada muerte en las vidas de muchos de los que conozcan su historia. Y es que ver este documental es como si unas manos invisibles te cogieran de los hombros y te zarandearan: ya es hora de reflexionar de una puñetera vez sobre algunos de los aspectos de tu vida. Y esto vale para todos y cada uno de nosotros.
*Para no ofender sensibilidades que cada uno lo complete a su gusto.
Marina Torron