“Ciudad de Vida y Muerte” (Nanjing! Nanjing!) (2009)
NOTA: 8
Dirección: Lu Chuan
Guión: Lu Chuan
Reparto: Liu Ye, Gao Yuanyuan, Hideo Nakaizumi, Fan Wei, Ryu Kohata, Qin Lan, Jiang Yiyan, Zhao Yisui, Yao Di
Fotografía: Cao Yu, He Lei
Después de varios intentos fallidos, he tenido la ocasión de ver esta película y he de decir que la espera ha merecido la pena. La plasticidad deslumbrante de esta obra es sólo igualada por la extremada dureza de sus imágenes, lo que hace que estemos ante un producto no apto para todos los estómagos.
El argumento gira en torno a la matanza que los japoneses llevaron a cabo en 1940 en la antigua capital de China , Nanjing. Durante los primeros 40 minutos Chuan Lu se centra fundamentalmente en recrear de una manera ultrarrealista los enfrentamientos entre el ejercito japonés y el pueblo chino. Las imágenes, rodadas en un magnífico blanco y negro, alcanzan un realismo difícilmente superable y tan solo alcanzado por Spielberg en «Salvar al Soldado Ryan» (Saving Private Ryan) o Ridley Scott en «Black Hawk Derribado» (Black Hawk Down).
Como ocurre con las dos obras citadas anteriormente, el elevado número de secuencias bélicas se hace excesivo, a pesar de lo espectacular de las mismas y del talento de su director para la composición de los planos. Afortunadamente a partir del minuto 50, con el objetivo de implicar al espectador de un modo más directo, el director chino decide sabiamente continuar la narración centrándose en personajes de ambos bandos. La jugada sale perfecta, ya que esta aproximación hace mucho mas interesante el film, traspasando la frontera del documental para lograr un calado mucho más profundo.
Esta claro que Chuan ofrece un punto de vista parcial del conflicto, pero hasta la fecha el gobierno japonés no se ha quejado. Las cifras de este lamentable suceso arrojan un número de víctimas superior a las producidas por los nazis en la II Guerra Mundial, por lo que no viene mal que recordemos ciertos capítulos de la historia que habiatualmente caen en el olvido.
No puedo mas que quitarme el sombrero ante la magnífica puesta en escena del director chino, siempre apoyado por un equipo técnico que realiza un trabajo igualmente meritorio. A destacar la labor del direcor de fotografía, Cao Yu, y la economía de planos gracias a la excelente planificación y a la gran pericia del operador de cámara; gracias a Dios, los habituales planos con cámara al hombro del cine bélico actual son perfectamente claros y comprensibles en esta película, lo cual es de agradecer.
Su incuestionable belleza estética, valor histórico y excelente narración hacen de «Ciudad de Vida y Muerte» un film de obligado visionado.
Carlos Fernández Castro