Chloe (2009)
Nota: 4,5
Dirección: Atom Egoyan
Guión: Erin Cressida Wilson
Reparto: Julianne Moore, Liam Neeson, Amanda Seyfried, Max Thieriot
Fotografía: Paul Sarossy
EN BREVES PALABRAS
Si por arte de magia desaparecieran los títulos de crédito iniciales y finales de «Chloe», cualquiera que la viera podría pensar que se trata de un vulgar telefilm, de esos que popularmente llamamos de «después de comer». Aunque parezca mentira, la realidad es bien distinta, ya que nos encontramos ante la última obra del prestigioso cineasta canadiense Atom Egoyam, director de joyas como «Exótica» o «El Dulce Porvenir». Este drama con tintes de thriller naufraga en todo momento, sin mas timón que una portentosa interpretación de Julianne Moore, aun así insuficiente para alcanzar la orilla.
SI QUIEREN PROFUNDIZAR…
El argumento es típico de drama. Es el cumpleaños de David (Liam Neeson), profesor de música que está dando una conferencia fuera de su ciudad. Catherine (Julianne Moore), su esposa, le ha preparado una fiesta sorpresa en casa con todos sus amigos. David pierde voluntariamente el vuelo de vuelta, ya que algunos de los asistentes, entre ellos una atractiva joven, le han tentado para tomarse algo después de la conferencia y no le hace gracia la idea de cumplir años. Al día siguiente, ya en casa, Catherine descubre en el móvil de su marido un mensaje de una chica con una foto de ellos dos juntos. Ella se desespera y urde una trama para descubrir cuan adultero es David. Un día solicita los servicios de Chloe (Amanda Seyfried), una joven Señorita de Compañía (con la cual había coincidido anteriormente en un restaurante) para que intente seducir a su marido.
La película es un drama en toda regla, a pesar de los intentos fallidos de Egoyam por convertirla en un thriller. Si examinamos el argumento con frialdad, las posibilidades que éste ofrece son bastante interesantes, pero el director canadiense da muestras de una torpeza propia de un principiante, al que, en otras circunstancias, sería impensable vaticinarle un futuro prometedor.
El principal problema de la película es la ejecución de un guión, ya de por si, tramposo. Los recursos utilizados para que funcione su planteamiento, manipulan de una manera insultante al espectador, dejándole indefenso ante la pluma de un maestro de marionetas sin principios y despreocupado por la coherencia de la propuesta.
A pesar de todo lo dicho, en algún momento se pueden apreciar ráfagas de talento en la dirección. Egoyam dirige con buen pulso dos tercios del film, correspondientes al planteamiento y el nudo, dejando a un lado el guión. Pero al llegar el desenlace, todo lo que había sido llevado sin prisa, desemboca en un final estrepitoso, basado en una evolución incomprensible de uno de los personajes protagonistas.
La única conclusión positiva que sacamos del último accidente de Atom Egoyam es la interpretación de Julianne Moore, que exhibe un magnífico estado de forma, tanto físico como artístico. Liam Neeson esta creíble en todo momento, pero su actuación desluce, debido a la errónea construcción de su personaje y la falta de definición del mismo. Para aquellos que no conozcan al director canadiense y hayan visto «Chloe», propongo el visionado de «Exótica» a modo de reconciliación.
Carlos Fernández Castro