Canino (Kynodontas) (2009)
NOTA: 8
Dirección: Giorgos Lanthimos
Guión: Efthymis Filippou, Giorgos Lanthimos
Reparto: Christos Stergioglou, Michelle Valley, Aggeliki Papoulia, Mary Tsoni, Hristos Passalis, Anna Kalaitzidou
Fotografía: Thimios Bakatatakis
No es extraño que «Canino» se llevara en 2009 el premio «un certain regarde» en el Festival de cine de Cannes. Tampoco lo es que su propuesta provocara una intensa polémica por aquel entonces. Como es habitual en este tipo de películas, llega a nuestra cartelera con un año de retraso, pero llega y debemos sentirnos privilegiados por ello. Digo ésto porque hace ya dos horas que volví del cine y su argumento, personajes y situaciones se han adueñado de mis pensamientos con poca o ninguna intención de soltarlos.
El planteamiento es bastante sencillo. Un hombre vive en una mansión a las afueras de una ciudad con su mujer y tres hijos. La propiedad esta cercada. Los hijos nunca han salido fuera de ella y ya son adolescentes. Parece que la mujer hace muchos años que tampoco sale. El único que tiene contacto con el mundo exterior es el padre, que cada mañana se dirige en coche a su trabajo. Solo una persona ajena a la familia tiene acceso a la mansión; se trata de una guarda de seguridad que el padre ha contratado para que periodicamente sacie las necesidades sexuales de su hijo.
Todavía no entiendo como casi todos los medios que he leído hasta el momento catalogan esta obra como comedia negra. Tiene algunos momentos cómicos, muy siniestros por cierto, pero no por ello justifican dicha clasificación; asi que aquellos que pensaran acudir a «Canino» en busca de una comedia, que se ahorren el disgusto.
Hallarán en ella una obra singular e impactante por el mensaje que intenta transmitir: denuncia al totalitarismo en todas sus manifestaciones. Y lo consigue de manera contundente, utilizando un núcleo familiar compuesto por 5 individuos, de los cuales uno es el «dictador» y el resto el «pueblo» sometido a la voluntad del primero. Como sucede en muchas ocasiones, una misma situación, observada a una menor escala, es mucho mas fácil de apreciar. Ahí reside el éxito de «Canino», en la forma de contar.
La película esta repleta de situaciones que dan lugar a secuencias memorables, merced al planteamiento del director griego y al ingenio de un guión espléndido que traslada maquivelicamente gran cantidad de características propias de un régimen dictatorial al ámbito doméstico. De esta manera asistimos a una serie de acontecimientos dentro de un entorno que conocemos bien, por lo que el impacto de los mismos resultan mucho mas efectivos.
En momentos puntuales, Lanthimos recurre a la violencia para recordarnos su papel crucial a la hora de mantener el control en momentos críticos, ya sea por parte del padre en la película) o por parte de un dictador cualquiera (en un regimen totalitario real). Y vaya si lo consigue. Son pocas situaciones pero de una crudeza extrema y duración muy corta; no se recrea en ellas. Son planos que recuerdan a Michael Haneke por su forma de abordar la violencia.
«Canino» dura 94 minutos que parecen muchos menos debido a la intensidad con que se viven. Es una película dura, incomoda en algunas ocasiones, pero siempre intensa y conmovedora. Lanthimos busca las cosquillas al espectador y lo sacude violentamente, reclamando su atención y apelando a su conciencia.
Carlos Fernández Castro
