Atrapa a un Ladrón (To Catch a Thief) (1955)
Nota: 7
Dirección: Alfred Hitchcock
Guión: John Michael Hayes
Reparto: Cary Grant, Grace Kelly, Brigitte Auber, Jessie Royce Landis
Fotografía: Robert Burks
Podríamos decir que «Atrapa a un Ladrón» es una obra menor en la brillante filmografía del maestro británico, pero como casi todas sus obras, contiene numerosos detalles que la convierten en interesante y atractiva a los ojos de cualquier buen cinéfilo. La gran química entre Cary Grant y Grace Kelly, unos diálogos repletos de chispa y los magníficos paisajes de la costa francesa, no evitan que percibamos en ella la utilización de un tono más ligero que lo habitual y la presencia en su metraje de más comedia y menos suspense; en definitiva, menos Hitchcock.
Pero Sir Alfred no engaña; la música que acompaña a los títulos de crédito iniciales anticipa qué vamos a presenciar: una cinta en la que, al contrario de lo que suele ocurrir en su cine, la comedia adquiere un mayor protagonismo que la intriga. El director inglés parece mas preocupado por lograr unas conversaciones ingeniosas y rozar lo políticamente incorrecto que por hacer avanzar el argumento de una manera fluida.
Pero en cierto modo consigue su propósito, ya que muchos de los diálogos entre Grant y Kelly son verdaderamente atrevidos y ganan, lo que supongo fue, un intenso pulso a la censura de la época. Hitchcock asume el riesgo, e incluso se permite lanzar un órdago, poniendo en boca de su protagonista femenina, Grace Kelly, las frases mas comprometedoras, y construyendo, aparentemente, uno de los personajes femeninos menos pasivos de su carrera; y digo aparentemente porque, no nos engañemos, se trata de una fiera deseando ser domada.
La intriga que propone el argumento pierde paulatinamente interés en favor de ese gran juego de seducción que protagonizan «El Gato» y la «niña rica»; pero no tanto como para que deje de interesarnos quién esta intentando imitar e incriminar al personaje interpretado por Cary Grant.
Para finalizar, me gustaría comentar lo que para mi es pequeño homenaje de Hitchcock a su actor fetiche, el hombre que siempre quiso ser, Cary Grant…no le culpo de ello. La huida en coche, en la que la pareja escapa de la policía, nos recuerda los planos en que Grant es acongojado por la forma salvaje de conducir de Ingrid Bergman en «Encadenados» (Notorious). Por otro lado, el director inglés prueba cosas que posteriormente perfeccionaría en una de sus grandes obras, «Con la Muerte en los Talones»;la secuencia en que Cary Grant es perseguido por una avioneta y la forma en la que éste intenta salvar la vida de su enamorada francesa son un buen ejemplo de ello.
En definitiva, se trata de una película atrevida y juguetona, perteneciente a la época en la que Hitchcock se relajó, cogió aire y echó el resto para rodar, entre el 1958-1960, tres películas tan intensas como «Vertigo (De entre los Muertos)» (1958), «Con la Muerte en los Talones» (1959) y «Psicosis» (1960).
Carlos Fernandez Castro