Air Doll (2010)
Nota: 7,5
Dirección: Hirokazu Kore-Eda
Guión: Hirokazu Kore-Eda
Reparto: Arata, Du-na Bae, Sumiko Fuji, Itsuji Itao
Fotografía: Pin Bing Lee
Música: World’s End Girlfriend
Hirokazu Kore-Eda es uno de los directores más importantes del panorama cinematográfico actual. Sus últimas obras, entre las que destacan la imprescindible “Nadie Sabe” y “Still Walking”, han deslumbrado a espectadores de oriente y occidente. Ahora nos sorprende con “Air Doll”, una película que rompe con el realismo que dominaba sus anteriores trabajos para entregarse a la metáfora y la imaginación.
Un hombre de mediana edad, después de un desengaño amoroso, adquiere una muñeca hinchable que haga las veces de su ex-pareja. Habla con ella y le hace el amor todos los días tras retornar del trabajo. Todo cambia cuando la muñeca repentinamente cobra vida, cuando su dueño no está en casa, y empieza a descubrir el mundo como un recién nacido. Primero dentro del piso de su dueño y más adelante, cuando pierde el miedo, se aventura al mundo exterior, quedando fascinada por todo lo que le rodea. El único problema es que tiene que estar de vuelta para el regreso de su dueño a casa y volver a su apariencia de muñeca hinchable. En sus escapadas conoce a mucha gente; entre ellos a Junichi, un empleado de un videoclub cercano, del que se enamora poco a poco.
En esta obra Kore-eda aprovecha para hablar de muchos temas, casi todos ellos existencialistas y lo hace a través de un personaje irreal, una muñeca hinchable que repentinamente cobra vida. De este modo contrapone un personaje adulto (representado por la protagonista) que ve, siente y experimenta todo por primera vez, frente al resto de adultos que encuentra en su camino, que han perdido el interés en su entorno y en todas esas pequeñas cosas con las que convivimos a diario y de cuya existencia ya no somos ni conscientes. Es como un recién nacido, pero con una mente y un cuerpo desarrollados, lo que le permite disfrutar de todo aquello que para nosotros se ha vuelto invisible y plantearse cuestiones para las que el resto hemos dejado de buscar respuesta.
Que la protagonista sea una muñeca hinchable permite al director nipón hablar de lo que podríamos llamar el interior de las personas de una manera mas física y visual. Evita las palabras y expresa sus ideas mediante imágenes que probablemente hablen por si solas con mucha mas claridad que cualquier texto que pudiera haber sido escrito para la ocasión. Nozomi, así es como le llama su propietario, es consciente que dentro de si es solo aire y empieza a reflexionar sobre si alguien sería capaz de llenarla. ¿es un ser humano capaz de llenar a otro? ¿es esa la única manera de ocupar nuestro vacío? ¿tiene nuestro «hacedor» la clave de nuestra existencia? Kore-eda intenta dar respuestas a estas preguntas, aunque de una manera parcial , ya que deja suficiente margen a interpretaciones subjetivas.
«Air Doll» es irregular en algunos momentos, fundamentalmente en aquellos en que su director intenta ser excesivamente poético en la narración. Pero en general estamos ante una obra muy original, tanto en las formas como en el planteamiento, y de una gran fuerza visual, gracias al talento de Kore-eda en la planificación y a una fotografía extrañamente cálida.
Hirokazu Kore-eda vuelve a demostrar que es un genio y, lejos de acomodarse, arriesga sobre manera en su nueva propuesta, saliendo parcialmente airoso. Mientras haya autores así, habrá esperanza para el Séptimo Arte.
Carlos Fernández Castro
He oido muy muy buenas críticas (y ahora la tuya) acerca de esta película. Quería ir a verla pero nadie se anima. Si lo llego a saber voy contigo. No me la quiero perder, asi que a ver a quien engaño!
El cine Japones nunca deja de sorprenderme. Creo que si hacemos algo así en España quedaría mas soez que Torrente, si cabe.
Ya te diré qué tal cuando la vea.
En España es directamente inviable un proyecto así. Primero porque no recibiría subvención y esta es la única forma que sabemos de hacer cine. Segunda, porque ningún inversor privado tendría lo que hay que tener para financiarla. Y sería normal, porque probablemente esta cinta pierda dinero en España. Tercero, esto solo puede salir de la mente de un japonés y eso que hablamos de uno que, hasta el momento, había demostrado tener los pies en la tierra. Me gusta en sus dos vertientes. Vete a ver la película, aunque sea sólo. Perdamos el miedo a ir al cine solos. Llevo practicándolo desde 1997. Después de 20 años dependiendo de la gente para ir al cine, lo cual implica la ardua tarea de que todos quieran ir a ver la misma película, me dije «si nadie quiere ir a ver «Desmontando a Harry» ¿porque no voy a ir sólo?» y así empecé esta maravillosa práctica de ir al cine sin compañía, la cual todavía practico muy a menudo a día de hoy, y que me ha quitado de muchos dolores de cabeza.
En respuesta a Nacho de Facebook:
Estoy de acuerdo contigo Nacho. Si te das cuenta, la primera vez que él la hincha es cuando ella cobra vida definitivamente. Por eso tira la bomba hinchable cuando llega a casa. No quiere volver a ser llenada de aire, sino del aliento de la persona amada. De hecho se siente tan llena de vida cuando ello sucede que pretende otorgar ese placer a su amado….con consecuencias devastadoras, claro. Ahí es cuando la fantasía choca con la realidad, aunque todavía no se por qué lo hace de esa manera. ¿cual es el mensaje? ¿hay personas que no necesitan estar llenas? ¿no siempre puedes llenar a quien te llena?…..
A parte, me parece que Kore-eda pretende romper una lanza en favor del amor frente al sexo. Cuando el empleado del videoclub tiene sexo con ella, acto seguido saca la vagina de plástico y la limpia como si nada hubiera pasado. Ella ni siquiera le da importancia al tema, incluso estando enamorada de otra persona, simplemente no lo considera relevante y accede a ello de manera poco traumática.
Todo esto y las apreciaciones que he escrito en el blog hacen que me resulte una película de lo mas atractiva.
En mi caso, más que «Lars and the Real Girl», que también me gustó. Cinematográficamente me parece inferior y su tono pretendidamente realista me aporta menos que «Air Doll», aunque sobre gustos no hay nada escrito.
He ido sólo una vez al cine solo, y estoy de acuerdo contigo en que es increible.
Fui a ver «Hannibal, El Origen del Mal» y tengo que reconocer que la disfrute muchísimo. Creo que además, en una película como esa, con tantos momentos de tensión, se agradece el no tener a nadie al lado que te distraiga o a quién distraer.
En referencia a «Air Doll», creo que en cualquier país del mundo sería imposible que esta película saliera adelante, menos en Japón. No veo a un director estadounidense metiéndose en un proyecto así, sinceramente.