Agárralo como puedas (The Naked Gun) (1988)
Nota: 7,5
Dirección: David Zucker
Guión: David Zucker, Jerry Zucker, Jim Abrahams, Pat Proft
Reparto: Leslie Nielsen, Priscilla Presley, George Kennedy, O. J. Simpson, Ricardo Montalbán
Fotografía: Robert Stevens
Duración: 85 Min.
A finales de los años 80, los hermanos Zucker y Jim Abrahams ya habían perpetrado dos de las comedias más desternillantes de las últimas décadas: Aterriza como puedas (1980) y Top Secret (1984), películas adscritas a dos subgéneros cinematográficos (cine de catástrofes y espionaje respectivamente) tan populares como susceptibles de ser parodiados. El secreto de esta exitosa fórmula consistía en un equilibrio perfecto entre la ruptura con las reglas de ambos géneros y el respeto a la esencia de los mismos, todo un ejercicio de funambulismo que volvería a funcionar en ‘Agárralo como puedas’.
Tras reventar la taquilla con Aterriza como puedas, David Zucker, Jerry Zucker y Jim Abrahams recibieron el encargo de preparar una serie cómica en torno al hermético mundo de la policía. Contra todo pronóstico, el resultado fue un fracaso monumental y el famoso equipo creativo cambió de tercio para volver a la senda del triunfo y permitirse el lujo de llevar su testarudez hasta límites insospechados.
El hecho de que Agárralo como puedas – la serie original no encajara en la parrilla televisiva de 1981 no significaba que la idea en la que se basaba fuera a fracasar en la gran pantalla. Ni cortos ni perezosos, los responsables de Top Secret recurrieron al material creado para los seis episodios emitidos antes de su cancelación, y volvieron a llamar a Leslie Nielsen, protagonista original del proyecto y actor habitual en sus anteriores trabajos.
Agárralo como puedas toma como referencia el cine negro para conseguir un elegante estilo narrativo y una intrigante atmósfera. No echamos en falta ninguna de las señas de identidad del género: desde una femme fatale tan bella como ambigua, hasta la conspiración que el protagonista debe frustrar, pasando por un despiadado villano de guante blanco, y la típica narración en off del intrépido protagonista. Pero nada de esto llamaría realmente la atención sino fuera por el toque Zucker/Zucker/Abrahams, consistente en llevar todos estos elementos al terreno de la comedia de enredo más absurda y desmadrada.
Con la mayor solemnidad del mundo y una absoluta inconsciencia, el inspector Frank Drebin provoca involuntariamente el caos allá donde pone sus pies. Podríamos afirmar que se trata de una versión actualizada de la Judy Maxwell (Barbra Streisand) de Qué me pasa Doctor (What’s up, doc?, Peter Bogdanovich, 1972), cuya ilimitada torpeza es tan sólo equiparable a la tronchante seriedad aportada por un Leslie Nielsen que demuestra un talento innato para el humor físico.
Precisamente el contraste entre la seriedad de las interpretaciones de ‘Agárralo como puedas’ y el esperpéntico desarrollo de sus acontecimientos provoca las carcajadas del espectador. Sin ir más lejos, la película empieza con una reunión presidida por Gorbachov, Gadafi, Arafat, y demás líderes del “eje del mal”, versión años 80, en la que se planea un ataque a los Estados Unidos de América. Sin más ayuda que la de un estrafalario disfraz y sus puños, el agente Drebin les sorprende y les propina una paliza de escándalo en nombre de su «honorable, inocente y desinteresada» nación. En otro momento hilarante de la película, la pareja protagonista sale de una sala de cine con actitud acaramelada después de haber visto Platoon.
Sin embargo, encontramos a lo largo del metraje un sinfín de referencias a numerosos clásicos del film noir, que insinúan la notable cultura cinematográfica y la voluntad reverencial de sus guionistas. La pulsera que luce Priscilla Presley en su tobillo es una clara alusión a la que exhibe Barbara Stanwyck y despierta el deseo sexual de Fred McMurray en Perdición (Double Indemnity, Billy Wilder, 1944). La fogosos diálogos entre Frank Drebin y Jane Spencer encajarían a la perfección en El Sueño Eterno (The Big Sleep, Howard Hawks, 1946) o Tener y no Tener (To have and have not, Howard Hawks, 1944) si no fuera por su vocación descaradamente cómica:
- Jane: He oído que el trabajo policial es peligroso
- Frank: Así es, por eso tengo un buen pistolón
- Jane: ¿Y no teme que se le dispare accidentalmente?
- Frank: Ya me ha pasado
- Jane: ¿Y qué hizo al respecto?
- Frank: Pensar en el baseball…
Asimismo, destaca la manera en que Agárralo como puedas juega con todos y cada uno de los tópicos del cine de acción para construir un buen puñado de secuencias tan cómicas como entretenidas, que combinan fluidamente los gags más trabajados con el humor más escatológico y básico. El resultado es una película que sorprende por su ritmo frenético y encadena las risas del espectador con la eficiencia de una cadena de producción japonesa. Volver a ver esta película es añorar aquellos tiempos en los que leer la frase promocional «una producción de David Zucker, Jerry Zucker y Jim Abraham» era sinónimo de asistir al visionado de una comedia inolvidable.
Carlos Fernández Castro