Crónicas desde el Nivel 13 (Día 4 – Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria)
Y llegó “Tabu” y con ella los primeros aplausos del certamen. Acompañados, eso sí, de una ligera sensación de insuficiencia que no ha colmado las grandes expectativas generadas a lo largo de la semana. Pese a todo, la buena acogida mostrada por el numeroso público asistente al primer pase de la mañana parece confirmar los pronósticos iniciales. Salvo sorpresa de última hora, estamos ante la más que probable ganadora de esta edición.
Tabu (Miguel Gomes, 2012) – Sección Oficial a Concurso
Rodada en Mozambique y Lisboa, la tercera y esperada película del portugués Miguel Gomes nos presenta una historia original sobre la soledad de la vejez y el recuerdo nostálgico de la juventud, ambientada en los últimos años del imperio colonial portugués.
Tras un breve relato fantástico sobre la inmortalidad del amor más allá de la muerte física -que anticipa la trágica historia que conoceremos más adelante- la narración nos traslada a los últimos días en la vida de Aurora. Una anciana excéntrica, arruinada por su afición al juego y olvidada por una hija siempre ausente, que vive en un piso de Lisboa con la única compañía de una criada caboverdiana y de su caritativa vecina Pilar. Antes de fallecer, Aurora les pide que busquen a un hombre al que amó mucho tiempo atrás; un hombre al que conoció durante los años dorados de su juventud en un lugar remoto de África, cerca del (imaginario) monte Tabu.
A partir de ese momento, su muerte abrirá una fractura en el desarrollo lineal del film, dividiendo el relato en dos bloques narrativos claramente diferenciados (“Paraíso perdido” y “Paraíso”) y atravesados por una elipsis temporal de cincuenta años. Un viaje al pasado de una mujer marcada por el recuerdo de un amor prohibido, pero también, un viaje al origen de las imágenes.
La ingeniosa puesta en escena de Gomes, rinde homenaje en clave irónica a la estética de las antiguas filmaciones de la era colonial y a los documentales del período silente como “Tabu” (1931): la obra póstuma de F.W. Murnau sobre la vida primitiva en las islas de la Polinesia Francesa de la cual toma su título. Una propuesta interesante, original y bien ejecutada, pero que desprende cierto grado de artificialidad que hace difícil conectar con ella más allá de su admirable planteamiento formal.
Ensayo final para Utopía (Andrés Duque, 2012) – Sección Oficial a Concurso
El realizador venezolano Andrés Duque, dirige esta cinta extraña, imprevisible y difícilmente digerible; una especie de cuaderno de viaje imaginario, que esboza las imágenes de un proyecto documental interrumpido y posteriormente alterado por la muerte de su padre.
El film arranca a partir de un viaje del propio Duque a Mozambique en busca de imágenes de archivo sobre los años posteriores a la Guerra Colonial Portuguesa. Conflicto que desembocaría finalmente en la independencia del país a mediados de 1975 y el inicio de un largo proceso de guerra civil.
Las filmaciones de la población y los guerrilleros tras la liberación se mezclan con antiguas secuencias cinematográficas y grabaciones captadas por Duque, envueltas en un tejido sonoro perturbador que las sitúa en una dimensión fantástica y atemporal. Imágenes ralentizadas de cuerpos y rostros en movimiento que surgen de la pantalla como formas espectrales. Seres de otro espacio y otro tiempo, atrapados eternamente en la emulsión fotoquímica de la película.
El montaje se interrumpe repentinamente tras recibir noticias sobre la delicada salud su padre. Noticias que le obligan a regresar a Venezuela para compartir con él sus últimos días de vida. Contaminadas por el halo fantasmagórico de las filmaciones encontradas en África, las viejas imágenes de sus seres queridos almacenadas en los videos familiares parecen adquirir ahora un nuevo significado.
Aythami Ramos