Yo vengo aquí a hablar del libro: Sexo en Nueva York (Sex and the City)
El objetivo de estas líneas es comparar, de forma muy resumida, las películas con los libros en los que se basan. El cine ha bebido de la literatura desde siempre y puede resultar interesante ver cuáles son las similitudes y diferencias entre las dos representaciones de una misma obra: veremos finales que se cambian, cómo algunos personajes desaparecen, aparecen o cambian, los giros en la trama para que teóricamente ésta resulte más interesante en pantalla, qué se corta, qué se alarga y qué se añade, etc. Para ello tendremos a veces que contar detalles que es mejor no desvelar a aquellos que no han visto la película o leído el libro pero bueno, ya estáis avisados…
Debo aclarar que en estas líneas comparo el libro que recoge los ensayos escritos por Candace Bushnell para el New York Observer a mediados de los noventa con la película dirigida por Michael Patrick King en el año 2008.
En este caso ya se parte de una diferencia fundamental entre libro y película y es que esta última retoma tras un intervalo de diez años, las vidas de los protagonistas, no ya del libro, sino de la serie de 1998 del mismo nombre. Por tanto, buscar similitudes o diferencias entre libro y película parece no tener mucho sentido. No obstante, se trata de una película que recoge algunos elementos de la obra original y quizá solo por ello puede valer la pena comparar los dos formatos.
La película Sexo en Nueva York tan sólo utiliza algunos nombres de los que aparecen en los ensayos de Bushnell, algún que otro detalle y la ciudad de Nueva York como telón de fondo de las peripecias de los personajes. En general, todo parecido entre la obra de King y el libro sobre determinados aspectos de la sociedad neoyorquina de mediados de los 90 a través de los ojos de mujer treintañera, es pura coincidencia. No sólo en cuanto a trama y personajes sino (y especialmente) en cuanto a la sensación que transmite uno y otro.
Si el objetivo de King hubiera sido trasladar el libro a la pantalla, el primer reto al que se hubiera tenido que enfrentar sería el intentar dotar de un hilo conductor a los distintos ensayos originales manteniendo, al mismo tiempo, el espíritu de la obra. La película simplemente ha tomado prestados algunos elementos para crear algo totalmente distinto y dirigido a un sector de la población muy determinado. En cuanto a este último punto, aclarar que se trata de un público femenino con todas las connotaciones peyorativas que este término puede conllevar hoy en día. El libro en cambio, tanto por los temas que trata como por su estilo, creo que tiene un lector objetivo tanto masculino como femenino. Bushnell entrevista a hombres y expone, de forma tan cruda como en el caso de la mujer, sus debilidades, desorientación y estereotipos. Por tanto , y a diferencia de la película que define la amistad como una especie de bote salvavidas en momentos complicados, el libro ofrece una visión increíblemente ácida y fundamentalmente pesimista de las relaciones personales y en general, de la sociedad, en el Nueva York de los 90. La película nos muestra a un grupo de amigas que han formado un vínculo frente al mundo exterior mientras que el libro es una descripción de los intentos, siempre fallidos, por no estar solo y por encontrar un hueco en la sociedad que se describe.
Por ello, me ha sorprendido mucho que el libro se califique como obra de humor. Carece de la ingenuidad de otros libros que, en un principio, se podrían clasificar dentro del mismo género como, por ejemplo, “El diario de Bridget Jones”, y en su lugar encontramos una visión mordaz y bastante dramática de un segmento social.
La escritora desgrana los entresijos de un sector de la población obsesionado con la imagen (y la inseparable aspiración a la eterna juventud), el dinero, el sexo y el éxito profesional. Nos muestra la incomprensible ansia por casarse de la mujer y del empeño unánime del hombre en no hacerlo; Nos guía por el universo de los “modelizers” y, a través del testimonio de dos de ellos, conocemos el sórdido mundo de las modelos. También nos habla , entre otras cosas, de la vida de actrices a las que ya nadie contrata, de las miserias de la prostitución de lujo, del vacío de las fiestas a las que va todo el mundo, de las drogas, de la homosexualidad , de la imposibilidad de mantener una relación satisfactoria, de la increíble hipocresía en las relaciones personales o del sorprendente empeño de la mujer en seguir patrones trasnochados
Los distintos caracteres no hablan sino que repiten estereotipos y frases hechas de forma que una comunicación genuina no parece posible. No hay tiempo para pensar lo que uno realmente necesita o quiere (o peor aun, no se considera necesario). Pese a que la película transmite también básicamente este mensaje de vaciedad, la forma de hacerlo no tiene nada en común con la del libro. Esta ultima se puede sintetizar en la frase de Bushnell cuando tras describir a un hombre encantador , divertido y guapo en una situación comprometida nos dice que “sonrió y podías ver que sus dientes estaban rotos y descoloridos” .
En lo relativo a los personajes, la primera divergencia la encontramos en la persona que cuenta la historia. En el caso del libro, el narrador es la propia Bushnell. La escritora nos va presentando una serie de caracteres a lo largo de los veintisiete ensayos pero tan sólo nos permite acceder a lo que piensa y siente Carrie (convirtiéndola así en una especie de alter ego de la escritora). Conocemos al resto de personajes únicamente de manera indirecta , es decir , por lo que hacen o dicen pero no por lo que piensan o sienten. En la película , el papel de narrador lo asume Carrie, uno de los protagonistas. Convertir a Bushnell y Carrie en un único ente parecía el paso natural y lógico para simplificar las cosas a la hora de hacer la película.
Encontramos grandes diferencias entre los descritos por Bushnell y los que aparecen en la película. Charlotte por ejemplo, se describe como la encargada de una galería de arte cuyo mayor deseo es quedarse embarazada; mientras que en el libro, solo se menciona de pasada a una periodista inglesa con el mismo nombre. Hay otro personaje en el libro que podría encajar con la Charlotte de la película, Belle (una de las amigas de Carrie), pero ésta no quiere descendencia. Miranda, por su parte , no tiene nada que ver con el descrito por Bushnell. El único que corresponde en cierta medida al original es Samantha Jones y quizás Mr. Big.
Por otra parte, hay otros personajes, tanto femeninos como masculinos, que no aparecen en la película y que, desde mi punto de vista, serían bienvenidos ya que aportan la visión más cruda de la sociedad que Bushnell describe, como es el caso de las prostitutas de lujo Ray y Amalita, la recién llegada a la jungla urbana Cici, o el homosexual Stanford Blatch.
Frente al retablo seco y honesto que nos ofrece la escritora , nos encontramos con la vaciedad de una película que parece hecha exclusivamente para lucimiento (no intelectual precisamente) de Sarah Jessica Parker. Se trata básicamente de un interminable desfile de ropa y zapatos, una serie de conversaciones bastante poco elaboradas y una trama que consiste, en esencia, en la preparación para una boda que finalmente se celebra pese a contingencias varias.
Así pues , vemos que libro y película poco o nada tienen en común. Incluso el final es totalmente diferente. Bushnell en una especie de epilogo, nos resume qué fue de las vidas de los principales caracteres que menciona en sus ensayos. Mr. Big termina casado, pero al contrario de lo que se muestra en la película, no con Carrie, que sigue felizmente soltera. Samantha Jones se muda a Los Ángeles y vive con su ultimo novio; y Belle/Charlotte sigue sin hijos (y sin querer tenerlos).
No puedo opinar sobre la serie, ya que no la he visto; quizás capture de una manera mas fiel que la película la obra en la que se basa. King no lo ha hecho en absoluto pero como ya he mencionado, es posible que el objetivo fuera otro.
Mercedes Cal González
Muy buen análisis, desgraciadamente parece que cada día mas, la tele o algunos subproductos del cine son simplemente «matatiempos» mas o menos elaborados…. aunque estén basados en obras de interés, saben como disfrazarlo. Afortunadamente, no simpre es así, como tú has analizado en otras comparaciones … a veces … a veces … hasta la peli es mejor que el libro … como en «2.001 una odisea del espacio» …. en el libro yo tampoco enendí el final. … lo entendí mucho después al leer una biografía de Kubrick (?se escribe así?) donde explicaba que casi todas sus pelis son «circulares» … así que volviendo al embrión… volviendo a empezar.
Salud
Buenas José,
muchas gracias; afortunadamente tenemos aquí a Merche, que analiza todo libro que tenga su adaptación cinematográfica que se le ponga por delante, jajaja; y además muy bien, así que…
Un saludo