Yo vengo aquí a hablar del libro: La Heredera (Washington Square)
El objetivo de estas líneas es comparar, de forma muy resumida, las películas con los libros en los que se basan. El cine ha bebido de la literatura desde siempre y puede resultar interesante ver cuáles son las similitudes y diferencias entre las dos representaciones de una misma obra: veremos finales que se cambian, cómo algunos personajes desaparecen, aparecen o cambian, los giros en la trama para que teóricamente ésta resulte más interesante en pantalla, qué se corta, qué se alarga y qué se añade, etc. Para ello tendremos a veces que contar detalles que es mejor no desvelar a aquellos que no han visto la película o leído el libro pero bueno, ya estáis avisados…
«Washington Square» es una de las primeras novelas de Henry James que, al igual que “Retrato de una dama”, fue llevada al cine con bastante éxito, y por la que Olivia de Havilland consiguió el Oscar a la mejor actriz. El libro nos cuenta la historia de Catherine Sloper, una joven que, a falta de luces, belleza y habilidades sociales, sólo tiene a su favor la perspectiva de heredar una gran fortuna en el Nueva York de 1850. Pese a que su idolatrado padre, un reconocido médico (Ralph Richardson), le recuerda frecuentemente sus limitaciones y su falta de atractivo, la joven cae en el lazo de Morris Townsend (Montgomery Clift) el típico cazafortunas que encuentra un aliado perfecto para sus planes en la fantasiosa tía de Catherine (Miriam Hopkins). Cuando el doctor amenaza con desheredar a su hija si se casa con Townsend, éste convenientemente se retracta y desaparece sólo para volver a insistir años más tarde. En esta segunda ocasión, Catherine le rechaza sin contemplaciones volviendo después a su rutina diaria como si nada hubiera pasado.
En cuanto a los personajes, Olivia de Havilland se las arregla para parecer una dulce solterona ya entrada en años, poco atractiva y bastante simple. James nos la había descrito como una mujer joven, con una cara agradable aunque no atractiva y con tendencia a ir siempre demasiado arreglada pero, pese a estas diferencias, el personaje es fiel reflejo del original. Pienso que el mérito de de Havilland es saber representar, de forma totalmente creíble, la transición de una joven que idolatra a su padre y respeta a su tía a alguien muy capaz de odio y crueldad. Por otra parte, tanto el doctor como la tía Lavinia están fielmente representados por Richardson y Hopkins. El único que , en mi opinión, desentona algo es Montgomery Clift. El libro lo describe como “un joven brillante y resuelto al cual había que tratar con mucho tacto” y el propio doctor dice de él que “tiene una seguridad endiablada […]. Nunca he visto un aplomo igual! Y una inventiva notable”. En cambio en la película parece un joven tímido y vacilante. Quizá por ello al final todavía esperamos que todo haya sido un malentendido y esté realmente enamorado de Catherine. No soy capaz de ver la soltura y el aplomo que James le supone a este personaje. Igual que de Havilland puede (y consigue) hacernos creer que es una joven inocente, dócil e incapaz de odiar para sorprendernos después, Clift no logra convencerme de que es un bala perdida en busca de jóvenes herederas incautas y que vive a expensas de su hermana viuda. A ello también contribuye el que la película haya reducido al mínimo las escenas en las que la tía Lavinia y él discuten los posibles planes de futuro. Tal vez esta diferencia con el libro se deba a que se quiso dar un aire mas romántico al personaje , ganando así el favor de la audiencia femenina, o quizá el objetivo fue el hacer la trama mas emocionante de forma que el espectador se preguntara durante toda la película acerca de las verdaderas intenciones de Townsend.
James recibió un jarro de agua fría de la crítica por un final tan ambiguo e inesperado. Esto se puede comprender hasta cierto punto ya que cuando finalmente consigue que simpaticemos con Catherine, pese a sus limitaciones, y odiemos cordialmente a su padre por martirizarla , James no sólo no premia a su protagonista (con una boda o la esperada herencia) sino que termina con un mero : “Catherine se había sentado nuevamente con su labor para toda la vida, por así decirlo”. No hay final feliz con boda como sucedía en las novelas de Jane Austen ni castigo para Townsend tras dejar a su prometida en la estacada; ni siquiera alguna pista que nos permita imaginar que la vida de Catherine será mejor en un futuro por haber tomado la decisión correcta. James, como buen realista, escribió el final más plausible. La película en cambio tiene un final más dramático y es uno de los contados casos en los que me gusta más que el del libro: Catherine promete recibir a Townsend a la noche siguiente haciéndole creer que sigue enamorada de él. Townsend se presenta, llama, pero nadie responde. El guionista deja al galán aporreando la puerta y gritando el nombre de su amada al tiempo que el espectador puede ver, a través del cristal superior de la puerta de entrada, la luz que desprende el candil de Catherine subiendo por las escaleras camino de su habitación. El resultado es el mismo que el del libro ya que Catherine sigue con su vida como si nada hubiera pasado, pero la sensación es otra porque ver al malo de la historia ignorado y llamando desesperadamente a una puerta es una venganza en toda regla y además, nos queda la duda de si Townsend está realmente enamorado de Catherine. En el libro en cambio, queda muy claro que no es así y el cazafortunas se va tan fresco con un “¿Volver? ¡Maldición!” ante los ruegos de la tía.
La película también difiere de la obra de James en otras cosas aparte del final. Por ejemplo, en el libro, el doctor viaja a Europa por un año con Catherine con la esperanza de romper el noviazgo. Durante esta ausencia, Townsend ve casi diariamente a Lavinia (la tía de la joven) en la propia casa del doctor , utilizando su sillón favorito y bebiéndose su vino. En general, la visión que James da de Townsend es bastante más cruda que en la película de forma que el lector sabe casi desde el primer momento que su objetivo es solamente la fortuna de Catherine. La película no es tan clara y nos hace dudar sobre las verdaderas intenciones de Townsend. Sin embargo, la descripción del doctor es más compleja y profunda en el libro que en la película y el lector puede encontrarse en varias ocasiones cambiando de bando al entender las razones que mueven a este personaje a actuar como actúa para evitar el enlace. Este intervalo de un año también sirve para que Catherine madure y vea a su padre, y finalmente a Townsend, con otros ojos. En la película, este cambio se refleja en la actitud de Catherine durante la enfermedad y muerte de su padre (que apenas se menciona en el libro).
En mi opinión se trata de un clásico muy fiel al original y con actuaciones sobresalientes.
Curiosidades:
La trama de Washington Square está basada en una anécdota que la actriz Fanny Kemble contó a Henry James en una ocasión. En ella, el hermano de la actriz hacía el papel de Morris Townsend que, como sucede en la novela, regresó años más tarde sólo para ser rechazado por su antigua amada.
Henry James nació en una casa en Washington Square. Se llevó un disgusto cuando , al regresar a Nueva York, vio que la habían derribado y puesto en su lugar una fábrica de camisas.
Fue la propia Olivia de Havilland quien propuso al director William Wyler protagonizar “La heredera” tras ver la obra de teatro del mismo título en Broadway. Wyler voló a Nueva York , vio la obra y le gustó tanto que inmediatamente pagó los derechos para hacer la película.
Mercedes Cal González
Excelente blog, gracias por permitirnos conocerlo
Muchisimas gracias. ¡Esperamos que te siga gustando!
Hola,
estoy buscando un libro que enganche y que tenga un final ambiguo, que según quien lo lea pueda interpretar el final de una manera o de otra.
sabes alguno?
felicidades por el blog.
gracias
Otra vuelta de tuerca, sin duda. Aunque si te gusta la literatura, lo mismo ya te lo has leído.