Secuencias Inolvidables: “Mi Enemigo Íntimo” (Mein Liebster Feind)
En «Mi Enemigo Íntimo«, como ya comentamos en su momento, Werner Herzog repasa su fructífera y tormentosa colaboración con uno de los animales más salvajes de la selva cinematográfica, una fuerza de la naturaleza: Klaus Kinski. Desde sus inicios como actor, el padre de Nastasha exhibió su enorme talento, pero también su difícil trato con cualquiera que se le pusiera por delante. En ocasiones, tal y como relata Claudia Cardinale, podía ser encantador y no mostrar su lado más oscuro; otras veces, podía irritar tanto a todo el mundo durante un periodo de tiempo continuado, que los aborígenes contratados para intervenir en «Fitzcarraldo» llegaron a ofrecer a Herzog la posibilidad de que el insoportable Klaus desapareciera para siempre de una manera accidental.
Considero que la lectura del párrafo anterior es absolutamente necesaria para entender las imágenes que contiene la secuencia que comentamos en esta entrega de «Secuencias Inolvidables«. Durante un descanso en el rodaje de «Fitzcarraldo», Klaus Kinski juguetea con una mariposa frente a la cámara; el plano resulta fascinante y muestra a un hombre encantador, de gran personalidad, y dotado de una sensibilidad desbordante. Como todos los animales salvajes, de repente y sin previo aviso podía convertirse en el más fiero de los depredadores; afortunadamente para la mariposa, durante estos segundos fue capaz de mantener su lado más amable.
Carlos Fernández Castro