Placeres Inconfesables: Todo en un Día (Ferris Bueller’s Day Off) (1986)
«La vida pasa muy deprisa; si no te paras y miras a tu alrededor, podrías perdértela» Ferrys Bueller (Matthew Broderick) en «Todo en un Día».
No es casualidad que la segunda entrega de Placeres Inconfesables esté protagonizada una vez mas por una película de John Hughes. A lo largo de los 80, el cineasta americano realizó varias películas dirigidas al publico adolescente (entre otras «El Club de los Cinco» (The Breakfast Club)), provistas de un inusual estudio de personajes y altas dosis de entretenimiento.
Adentrado en la treintena, es evidente que no soy un adolescente. Y probablemente muchos pensarán que ya no debería entusiasmarme este tipo de cine; pero cuando está hecho de esta manera, aquello que te cautivó en tu más tierna juventud sigue haciéndolo en la edad adulta, siempre que lo acompañes con ciertas dosis de nostalgia y permitas aflorar el niño que todos llevamos dentro.
Y es precisamente mi lado mas infantil el que provoca que cada vez que veo «Todo en un Día», quiera dejarlo todo, al menos durante 24 horas. ¿Que pasaría si tan solo por un día hiciéramos aquello que se supone que no deberíamos hacer debido a unas estúpidas normas sociales, un excesivo sentido de la responsabilidad, y miedo, mucho miedo? John Hughes tiene la respuesta: dejaríamos de ser tan Cameron (Alan Ruck) para ser un poquito mas Ferris (Matthew Broderick), y quizás nuestros ojos brillarían con mas intensidad.
Porque de eso trata «Todo en un Día» y tantas otras películas de la época (como «Risky Business»), de qué podemos hacer para sentirnos un poquito mas vivos, aunque sólo sea un día muy de vez en cuando; desgañitarnos cantando «Twist and Shout» acompañados de una banda en el desfile de Acción de Gracias, pilotar un Ferrari que ha dormido casi toda la vida en una jaula de cristal o comer de gorra en los restaurantes mas caros sin reserva previa…
Al igual que en «El Club de los Cinco», Hughes vuelve a señalar a los adultos como los grandes responsables de que vivamos en un mundo tan gris; de que hayan olvidado tan fácilmente su adolescencia; de no molestarse en comprender a esas nuevas generaciones que solo buscan un poco de atención. El director americano los ridiculiza a través de varios personajes: los padres de Ferrys, que deciden creerse la dudosa y repentina enfermedad de su hijo; y el director del colegio -interpretado por un magistral y divertidísimo Jeffrey Jones-, al que se lo hace pasar muy mal en algunas de las secuencias mas logradas del film.
John Hughes, ¿Un director que se quedó anclado en una edad mental de 18 años, o uno de los pocos adultos que supo comprender a la juventud americana de los 80? Para mi, un autentico visionario. ¿A quién no le gustaría hacer «Todo en un Día»?.
Todo en un Día (Ferris Bueller’s Day-Off)
Dirección: John Hughes
Guión: John Hughes
Reparto: Matthew Broderick, Alan Ruck, Mia Sara, Jeffrey Jones, Charlie Sheen
Fotografía: Tak Fujimoto
Carlos Fernández Castro
Un absoluto placer inconfesable o por qué no… confesable! 😉
Vamos hombre, que yo acabo de ver esta película por primera vez y ya supero la treintena, y no es para nada un placer inconfesable, es una película atemporal, divertida y con un trasfondo dramático, no me extraña que sea una película de culto, que ha sido dirigida con clase y sofisticación (basta recordar la escena en el museo) la recomiendo, es de ese tipo de películas que debes ver antes de morir.
No te enfades conmigo, que al final somos de la misma opinión, jajaja. Es una película para los que todavía conservamos vestigios del adolescente que un día fuimos. Muy disfrutable, sí señor.