Juliette Binoche entre dos tierras…, tráiler de A Thousand Times GoodNight

Juliette Binoche cumple 50 años y, por ella, no pasan los años, y, al parecer, tampoco los trabajos. La actriz parisina se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera, acumulando proyecto tras proyecto. A su reconocida interpretación de Camille Claudel en la película dirigida por Bruno Dumont, se une la mastodóntica adaptación de un clásico japonés, al que ya dimos cuenta ayer mismo en BdP, Godzilla, dirigida por uno de los realizadores con más futuro del  momento, Gareth Edwards, que supuso toda una sorpresa, puesto que no suele ser muy habitual ver a la musa de Krzysztof Kieslowski en grandes superproducciones norteamericanas.

Está pendiente del estreno de Words and Pictures, pequeña producción dirigida por Fred Schepisi, recordado realizador de La casa Rusia o Roxanne en los 80; ha terminado el rodaje de la esperada nueva producción del director francés Olivier Assayas tras Después de Mayo, titulada Clouds of Sils Maria; en estos momentos está rodando el drama 33, que cuenta la historia de los 33 mineros chilenos que se quedaron atrapados durante 69 días en la Mina San José, acompañada de Antonio Banderas, Rodrigo Santoro y Mario Casas; y, por último, se ha involucrado en el rodaje de Nobody Wants The Night de Isabel Coixet, tras la británica aventura que ha supuesto Another Me.

Pero mucho antes de todo esto, llegará a las pantallas europeas, A Thousand Times GoodNight (Tusen Ganger god natt), donde Binoche se enfrenta al peligro como reportero gráfico de guerra, dirigida por el director noruego Erik Poppe, inédito en España, a pesar de tener en su currículum un par de proyectos más que interesantes, como son Hawaii, Oslo (2004) y DeUsynlige (2008).

En Mil veces buenas noches, su título traducido al español me indica que igual existe una pequeña posibilidad de su estreno en nuestras salas, Binoche está acompañada por el conocido actor danés Nikolaj Coster-Waldau, fenómeno fan gracias a su papel de Jamie Lannister en Juego de Tronos, pero que está avalado por una amplia carrera profesional, tanto en su Dinamarca natal como fuera de ella. Maria Doyle Kennedy (Los Tudor, Orphan Black), Chloë Annet ( Leila), Larry Mullen Jr. (Man on the Train) y Lauryn Canny (Amber,Tv), son el resto del internacional reparto.

Mil veces buenas noches cuenta la historia de Rebecca, fotógrafa de guerra de profesión, una de las mejores en su campo. El mundo de Rebecca da un espectacular vuelco, cuando vuelve a casa gravemente herida, tras un atentado bomba en la ciudad de Kabul. Su marido y su hija, angustiados ante la posibilidad de que Rebecca sufra algún percance mucho más grave, deciden lanzarle un ultimátum. Su trabajo, o su familia. La decisión parece obvia. Rebecca le promete a Marcus, su marido, que nunca volverá a pisar zona de guerra. A pesar de la convicción de que sus fotos puedan marcar la diferencia, sigue adelante con su decisión, haciéndole muy difícil para ella compaginar su vida laboral con la familiar. Es entonces cuando le llega una oferta irrechazable de trabajo en un campo de refugiados de Kenia, un lugar tan alejado del peligro que decide llevarse a su hija Steph con ella…

El film tuvo su premiere mundial durante el Festival de Montreal 2013, donde se llevó el Gran Premio Especial del Jurado, y su historia está basada en las experiencias que el propio director acumuló durante sus años de reportero de guerra en los 80. «En un primer momento el protagonista del film iba a ser masculino, al final cambiamos de idea cuando Binoche se quiso involucrar en el proyecto, tras encantarle el guión. Juliette es una de las más reconocidas embajadoras de la ONG Reporteros Sin Fronteras y está políticamente involucrada en esta historia. Es muy excitante. Si tuviera que escoger una palabra para definirla sería : la perfección.», comentó Poppe en la ciudad canadiense. «Lo más difícil que muestra este film es la vuelta a casa, porque el trabajo más duro del mundo es el que te encuentras en casa.»

Juliette Binoche, dramón familiar, zonas de guerra, fotografías… a mí me ha convencido.

Hillman