En este artículo hablaremos sobre los 10 mejores western, o películas del oeste, de la Historia del cine. A pesar de ser el género cinematográfico menos frecuentado en la actualidad, el Western probablemente sea el que mas obras maestras haya aportado a la historia del Séptimo Arte. Últimamente, pocos directores se han atrevido a transitarlo; quizás por respeto, cuestiones de moda o simplemente temerosos ante las comparaciones con los grandes Maestros. En los últimos 20 años tan solo destacaría tres obras de este género, de las cuales únicamente «Sin Perdón» (Unforgiven) de Clint Eastwood será recordada para siempre. Las otras dos, «Bailando con Lobos» y «Open Range», dirigidas por Kevin Costner, son dignas representantes del Western moderno, pero no llegan al nivel de la primera.

Recientemente ha habido intentos de revitalización del género mediante obras mas o menos relevantes como «El Asesinato de Jesse James por el Cobarde Robert Ford» de Andrew Dominik, «Appaloosa» de Ed Harris o el remake de «El Tres de las 3:10» de James Mangold, pero la reacción del público en la taquilla ha sido mas bien tímida.

Podríamos decir que los duelos de pistoleros no están de moda, que ya no se trasladan rebaños de reses con la única ayuda de los caballos, que aquellos tiempos en los que el sheriff era la máxima autoridad pertenecen al pasado, pero sería simplificarlo todo de una manera insultante. El Western trata sobre el honor, sobre la amistad, sobre la historia de un país, sobre la supervivencia, sobre el odio, sobre el amor……Podríamos decir que el western corresponde a otra época, pero estaríamos mintiendo ya que el buen cine es atemporal.

Esta es mi lista de «películas del oeste»:

1) Rio Bravo (1959)

Dirección: Howard Hawks

Guión: Leigh Brackett, Jules Furthman

Reparto: John Wayne, Dean Martin, Ricky Nelson, Angie Dickinson, Walter Brennan, Ward Bond

Fotografía: Russell Harlan

Para mi, «Rio Bravo» no solo es el mejor western que jamás haya visto, sino una de las 10 mejores películas de la historia del cine. Es una obra redonda que mezcla acción, drama, suspense y comedia de una manera magistral. El ritmo que imprime Hawks a lo largo de toda la cinta es impecable, manteniendo la atención del espectador a lo largo de los 141 minutos de metraje que, aunque parezca increíble, se hacen cortos. Se suele decir que «Rio Bravo» fue la respuesta de Hawks a «Solo ante el Peligro» (High Noon) de Fred Zinnemann, rodada en 1952. La cinta protagonizada por Gary Cooper se toma a si misma demasiado en serio, al contrario que la obra de Howard Hawks, repleta de notas de humor que hace de «Río Bravo» una experiencia mucho mas entretenida.

Las actuaciones son magistrales, destacando un carismático John Wayne y un espectacular Dean Martin, que junto a Walter Brennan aportan grandes dosis de comicidad al film. En el apartado femenino, Angie Dickinson, tan bella como siempre, provocó el nerviosismo de Wayne a la hora de rodar las secuencias de amor ya que él tenia 51 años mientras que ella apenas llegaba a los 26.

Hawks llevaba 4 años sin dirigir una película después del varapalo sufrido con «Tierra de Faraones». Se fue a vivir a Europa durante una temporada y volvió con fuerzas renovadas para contar la historia de un sheriff que, con el apoyo de tres ayudantes, tiene que custodiar a un asesino en la cárcel hasta que lleguen las autoridades federales. Durante este periodo de tiempo es asediado y atacado por un terrateniente muy poderoso, hermano del criminal en cuestión, que hace todo lo que está en sus manos para rescatarle.

2) El Hombre que Mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance) (1962)

Dirección: John Ford

Guión: James Warner Bellah, Willis Goldbeck

Reparto: John Wayne, James Stewart, Lee Marvin, Vera Miles, Woody Strode

Fotografía: Willian H. Clothier

Probablemente el primero de los «Western Crepusculares». Dichas obras se caracterizan por tener lugar en un periodo de transición entre el antiguo oeste y la era moderna, representada por la llegada del ferrocarril y sinónimo del fin de una época. La película está inundada por un sentimiento de nostalgia que domina todo el metraje,  reforzado desde el inicio del mismo mostrándonos como Stoddard (Stewart) regresa al lugar donde creció como hombre de ley para asistir al funeral de su amigo Tom Doniphon (Wayne). A partir de ese momento comienza a recordar como llegó a la ciudad, conoció a su mujer, compartió amistad y objeto de deseo con Doniphon y mató a Liberty Valance.

John Ford muestra una preciosa relación de amistad entre los personajes de Wayne y Stewart, pero también muestra el enfrentamiento entre ambos. Stoddard pretende acabar con la violencia y las injusticias del salvaje oeste a golpe de ley, algo que Doniphon no es capaz de entender. En el fondo ambos son el antes y el después del que hablábamos anteriormente. Doniphon representa esa era en la que los conflictos se resolvían a ritmo de balazos mientras que Stoddard simboliza la instauración de la ley y la democracia en el salvaje oeste. El guión refuerza brillantemente esa disputa mediante el personaje de Vera Miles, de quien ambos están enamorados y que sera quien incline la balanza en favor de uno u otro estilo de vida.

Esta sería la última película que Ford rodara en blanco y negro, en una época en la que el cine en color era una realidad. Se ha dicho que el estudio obligó a rodar en blanco y negro para abaratar costes, que no se rodó en color para disimular la edad de Stewart y Wayne (tenían bastantes mas años que los que debían representar en pantalla), pero yo prefiero pensar que Ford utilizó el blanco y negro por última vez para acentuar el final de una era.

Por cierto, no es lo mismo el título en español «El Hombre que mató a Liberty Valance» que el título en inglés, cuya traducción literal es «El Hombre que disparó a Liberty Valance». Nunca he oído hablar de esta gran diferencia y siempre me ha llamado mucho la atención, ya que ahonda en otra de las reflexiones que plantea John Ford en su mejor obra: entre la realidad y el mito, ¿con cual te quedarías? Él siempre escogía el mito.

3) Centauros del Desierto (The Searchers) (1956)

Dirección: John Ford

Guión: Frank S. Nugent

Reparto: John Wayne, Jeffrey Hunter, Ward Bond, Natalie Wood, Vera Miles, Harry Carey Jr.

Fotografía: Winton C. Hoch

Nunca he entendido por qué muchos llaman fascista a John Ford, sobre todo después de ver películas como ésta o «El Gran Combate» (Cheyenne Autumn), en la que hace una manifiesta defensa del pueblo indio. En «Centauros del Desierto» Ford muestra un personaje, Ethan Edwards (John Wayne), corroído por el odio tras haber perdido a su familia a manos de los indios. Con su hermano y su cuñada muertos y una de sus sobrinas absolutamente trastornadas, Ethan, repleto de sed de venganza, se dispone a encontrar al jefe indio que ha raptado a su otra sobrina para rescatarla.

En esta película, Ford indaga en un personaje que ha perdido toda capacidad de raciocinio y toda compasión en favor de un odio desmedido hacia aquellos que le han arrebatado los dos amores de su vida: su mujer y posteriormente su cuñada. Ethan inicia la persecución con otro sobrino suyo, adoptado y con mitad de sangre india. A efectos prácticos es su único familiar vivo, pero él recela igualmente, ya que es incapaz de juzgar una persona sin tener en cuenta su raza.

Este western es considerado por muchos el mejor de toda la historia, estando repleto su metraje  de momentos memorables y planos para el recuerdo, algunos de ellos con ciertos toques expresionistas. La película finaliza de una manera épica con un John Wayne a contraluz en el marco de la puerta de la casa familiar sin saber muy bien si quedarse o seguir vagando por el desierto, en busca de una respuesta que nunca encontrará. Mítico.

4) Cielo Amarillo (Yellow Sky) (1949)

Dirección: William A. Wellman

Guión: Lamar Trotti

Reparto: Gregory Peck, Anne Baxter, Richard Widmark

Fotografía: Joe McDonald

Por lo general William A. Wellman ha sido siempre mas conocido por su western «Incidente en Ox-Bow» (The Ox-Bow Incident) de 1943, pero personalmente prefiero esta película por la fuerza de sus personajes y los conflictos que plantea entre ellos.

La banda de Gregory Peck y Richard Widmark roba un banco; enseguida se dirigen al desierto, huyendo de los agentes de la ley. Cuando están a punto de desfallecer, llegan a un poblado fantasma, donde casualmente viven un explorador y su nieta, quienes les facilitan agua y comida con la esperanza de que sigan su camino. Desde ese momento Wellman aprovecha cada minuto del metraje para encerrar a los criminales en un entorno opresivo, donde la espera y la ambición comienza a causar tensiones entre los miembros del grupo. El estudio psicológico de los personajes es brillante y la evolución de los mismos está muy bien lograda, como es el caso de los interpretados por Peck y Widmark.

Wellman diseña unos planos embriagadores, ayudado por una portentosa fotografía, a cargo de Joseph McDonald, que hacen que el film sea estéticamente inigualable. La fotografía en blanco y negro busca los contrastes de luz en un desierto que es un protagonista mas de la cinta, no permitiendo al grupo de bandidos huir tranquilamente hacia cualquier otro sitio donde gastar su botín.

5) Río Rojo (Red River) (1948)

Dirección: Howard Hawks

Guión: Borden Chase, Charles Schnee

Reparto: John Wayne, Montgomery Clifft, Walter Brennan, Joanne Dru, Harry Carey, Harry Carey Jr.

Fotografía: Russell Harlan

Howard Hawks destacó en todos los géneros, pero en el Western nos dejó dos auténticas joyas, siendo «Río Rojo» la segunda de ellas, después de la comentada anteriormente «Río Bravo».

Este es un western de «primeras veces». Por primera vez John Wayne hizo un papel realmente oscuro, resultando uno de sus mejores interpretaciones. De hecho, John Ford, después de ver su actuación para este film de Hawks dijo textualmente: «nunca supe que el hijo de perra pudiera actuar realmente», después de haberle dirigido en numerosos trabajos. Esta película también supuso el debut cinematográfico de Montgomery Clifft, aunque no fuera su primera obra estrenada, debido a problemas legales con Howard Hughes y su largometraje «El Forajido» (The Outlaw) de  1943, que dejaron a «Río Rojo» dos años en la estantería.

Sorprende que fuera el primer papel de Clifft, ya que hace una interpretación memorable, estando a la altura de John Wayne en los planos que ambos comparten. En la cinta, Wayne es el padre adoptivo de Clifft, ambos supervivientes de una matanza llevada a cabo por los indios poco después de la Guerra de Secesión. Tras este suceso deciden llevar 10.000 cabezas de ganado de Texas a Missouri, hazaña que nadie antes había llevado a cabo. El film plantea una lucha de poder entre padre e hijo a partir de un momento determinado de la trama, siendo el causante de la misma las diferentes formas de hacer y ver la vida de ambos personajes. A partir del momento en que se separan, Hawks va creando una atmósfera enrarecida, aumentando la tensión ante la expectativa del reencuentro, que es resuelto como solo los grandes maestros saben.

Continuación

Carlos Fernández Castro