Los 10 Mejores Debuts de la Historia del Cine (Parte II)

Para un director de cine, realizar un buen debut cinematográfico no suele ser tarea fácil; a menudo, su primera película acaba siendo su peor pesadilla en vez de la experiencia maravillosa que imaginaban desde su más tierna infancia. Pero de vez en cuando ocurre lo contrario; un chiquillo salido de la nada sorprende a medio mundo con un debut cinematográfico a la altura de las grandes obras del Séptimo Arte. Seamos sinceros, no es habitual; pero cuando sucede, nos encontramos ante obras que derrochan la frescura de una primera vez y la maestría de toda una vida entregada al medio audiovisual. Claro que en estas ocasiones el gran problema se transforma, no desaparece; ¿cómo superar un debut deslumbrante?…

Después de darle muchas vueltas, hacer selecciones interminables, y volver a darle alguna que otra vuelta más, he llegado a la conclusión de que mis diez debut cinematográficos favoritos (en cuanto a directores se refiere) son los siguientes:

Reservoir Dogs

Dirección: Quentin Tarantino

Guión: Quentin Tarantino

Reparto: Tim Roth, Harvey Keitel, Michael Madsen, Steve Buscemi, Chris Penn, Lawrence Tierney

Fotografía: Andrzej Sekula

Duración: 99 Min.

Aunque técnicamente «El Cumpleaños de mi Mejor Amigo» (My Best Friend’s Birthday) fue la primera película que rodó Quentin Tarantino, un incendio hizo desaparecer parte del metraje, convirtiéndola en el actual mediometraje que es; razón por la cual su verdadero debut, a efectos técnicos, puede ser considerado «Reservoir Dogs». Estamos ante una película muy fresca en su tratamiento, y poco habitual en su estructura narrativa. Se han escrito ríos de tinta en relación a la utilización de los flashbacks y la continua defragmentación de la narración en este film; unos critican que bebe descaradamente de la nouvelle vague (¿algún problema?), otros se quejan de su excesiva violencia (que la tiene)… Es innegable que Tarantino coge un poco de aquí y un poco de allá, pasándolo todo por su filtro personal, y le añade unas gotas de su cosecha propia. En su debut, desde el primer fotograma se aprecia la arrolladora personalidad de un director que escribe unos diálogos genuinos y distinguibles; que tiene un sentido del espectáculo único y una potencia visual portentosa; que atesora una habilidad especial para la construcción de personajes carismáticos…¿qué más podemos pedirle a un debut?

El Halcón Maltés (The Maltese Falcon)

Dirección: John Huston

Guión: John Huston (Novela: Dashiell Hammett)

Reparto: Humphrey Bogart, Mary Astor, Sidney Greenstreet, Peter Lorre

Fotografía: Arthur Edeson

Duración: 100 Min.

Numerosos historiadores de cine califican «El Halcón Maltés» como el primer «film noir», o película de cine negro, de la historia; en mi opinión, se trata de una afirmación arriesgada, ya que resulta tremendamente difícil delimitar las características esenciales del género (¿Alguien podría negarme el componente noir de «Scarface» (1932)?). Sea como fuere, el mero hecho de iniciar una carrera cinematográfica dirigiendo un film como «El Halcón Maltés» sólo está al alcance de los elegidos, y John Huston lo era. Intriga, suspense, bajos fondos, mujeres fatales, giros inesperados de guión, los ingeniosos diálogos creados por Dashiell Hammett y pronunciados por Humphrey Bogart como si fueran espontáneos, una galería de secundarios memorables (antológica la interpretación de Sidney Greenstreet, y el excéntrico papel de Peter Lorre), y el extraño sentido del humor del cineasta de origen irlandés, hacen de esta película un más que meritorio debut.

Ciudadano Kane (Citizen Kane)

Dirección: Orson Welles

Guión: Orson Welles, Herman J. Mankiewicz

Reparto: Orson Welles, Joseph Cotten, Everett Sloane, Agnes Moorehead, George Coulouris

Fotografía: Gregg Toland

Duración: 119 Min.

Con 25 añitos se estrenó Orson Welles en la dirección cinematográfica; hablar de sus antecedentes sería hacerlo del sinfín de anécdotas que ya todos conocemos, razón por lo que las pasaremos por alto. Como sucede con «La Noche del Cazador», algunos pretenden, de manera disparatada, asignar el mérito de tan portentoso debut al director de fotografía Gregg Toland (La Loba, Las Uvas de la Ira); bien cierto es que contribuyó a la innovación en la profundidad de campo de la fotografía cinematográfica (mostrar en un plano con la misma nitidez una serie de objetos situados a diferentes distancias de foco), y fue corresponsable directo de la estética de este mítico film; pero eso es todo. En su debut, Orson Welles dio muestras de un estilo narrativo inimitable, que repetiría, e incluso perfeccionaría, en posteriores trabajos: el empleo de las elipsis, la utilización de los flashbacks, la manera en que va encajando las piezas de un puzzle llamado Charles Foster Kane a través del falso documental…sencillamente mágico.

Malas Tierras (Badlands)

Dirección: Terrence Malick

Guión: Terrence Malick

Reparto: Martin Sheen, Sissy Spacek, Warren Oates

Fotografía: Tak Fujimoto, Brian Probyn, Stevan Larner

Duración: 95 Min.

Antes de nada, deberíamos dejar algo claro para los no iniciados en el cine de este director: el Terrence Malick de «Malas Tierras» y «Días del Cielo» no es el mismo de «El Árbol de la Vida»; tan único como distinto en ambas etapas. El cineasta de Austin inició su carrera cinematográfica exhibiendo una visión cinematográfica que en nada se parecía a la de cualquier otro director de la época; sus personajes eran unos marginados, su ritmo narrativo era contemplativo y pausado, en su cine transmitir sensaciones prevalecía sobre contar una historia… Desde su debut, Malick tuvo claro qué era el cine para él y cómo utilizarlo para sus propósitos; hasta ese momento, nadie había contado una historia de amor como él lo hace en «Malas Tierras», nadie había mostrado una adolescencia tan perturbada, nadie había logrado un contraste tan potente entre la violencia injustificada de unos hechos atroces y la belleza de los planos que los contenían. Un debut que supuso el principio de una leyenda.

La Noche del Cazador (Night of the Hunter)

Dirección: Charles Laughton

Guión: James Agee (Novela: David Grubb)

Reparto: Robert Mitchum, Shelley Winters, Lilian Gish, Billy Chapin, Sally Ann Bruce

Fotografía: Stanley Cortez

Duración: 93 Min.

Nos encontramos ante uno de los casos más enigmáticos de la historia del cine. Charles Laughton, un famoso y excelente actor británico, decide un buen día dirigir su primera película; para ello, escoge una especie de cuento de terror, totalmente alejado del cine que había protagonizado hasta ese momento, y decide trabajar con elementos tradicionalmente complejos en el arte cinematográfico (más tratándose de un novato): animales, niños y Robert Mitchum. El resultado es, cuando menos, sorprendente, ya que se trata de una de una película con una potencia visual pocas veces vista en cine y que se incrusta en la memoria del espectador irremediablemente. Su principal responsable jamás volvió a dirigir; su primera experiencia detrás de las cámaras no solo fracasó en taquilla, sino que encontró un sinfín de obstáculos en su camino. Algunos afirman que gran parte del mérito es atribuible a Stanley Cortez (El Cuarto Mandamiento), un magnífico director de fotografía; otros aseguran que éste se limitaba a ejecutar las directrices marcadas por Charles Laughton. Sea como fuere, siempre nos quedaran esos juegos de sombras, esas imágenes impagables de Robert Mitchum persiguiendo incansablemente a los dos niños, esa Lillian Gish que derrocha bondad y valentía…

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Carlos Fernández Castro