Confinamiento 20/03/2020: La noche americana (1973)
Un director de cine es «una persona que se dedica a responder preguntas todo el tiempo» decía François Truffaut, interpretando una versión libre de sí mismo, en La noche americana (La Nuit Americaine). Y vaya si es así. En esta segunda entrega de «películas que proyecto en casa para mantener la cordura» (de manera individual sigo consumiendo cine deprimente), el mítico director francés rinde homenaje al séptimo arte y a su profesión, pero sin tomarse a sí mismo (sí a su profesión) demasiado en serio.
La noche americana también homenajea a actores, directores de fotografía, scripts, productores, ayudantes de dirección y demás personal que participa en la producción cinematográfica, para celebrar la grandeza del cine. Evita la gravedad y se ríe de los estereotipos que todos conocemos: actores ególatras, directores endiosados, productores obsesivos y, en definitiva, artistas de vida alegre y moral descuidada.
El tono cómico desvía la atención de las verdaderas pretensiones de Truffaut: llamar la atención sobre la complejidad del séptimo arte e insistir en su naturaleza artística. A través de esta obra, el espectador aprende a apreciar el carácter contradictorio del cine: tiende a convertir la verdad en mentira y convierte la mentira en una gran verdad. Cómo la noche americana: utilizar el día para rodar la noche.
Carlos Fernández Castro