Cinco Películas de Humphrey Bogart que no deberías perderte
Escrito por Carlos Fernández Castro el 08/7/14 • En la Categoría Artículos,Listas,Resto de Artículos
Algunos actores son demasiado complejos para ser etiquetados con ligereza. Sin ir más lejos, el protagonista de este artículo es uno de los ejemplos más claros de tan fea y habitual costumbre. Para muchos, Humphrey Bogart siempre será el tipo duro por antonomasia, aunque el protagonista de «El Halcón Maltés», demostrara en numerosas ocasiones, su enorme versatilidad. Lamentablemente, la memoria colectiva no parece haberse rendido a la evidencia.
En sus primeros años de carrera, Bogart se especializó en interpretar a gángsters de segunda, tipos miserables, traidores sin escrúpulos, y demás sabandijas de los bajos fondos. Su físico encajaba a la perfección en estos parámetros, y los grandes estudios se frotaban las manos ante el nacimiento de un nuevo malo oficial, ideal para sus maquiavélicas prácticas maniqueas. Pero bajo ese disfraz, los ojos de Bogart prometían un sinfín de posibilidades dramáticas y reclamaban una oportunidad.
Y curiosamente gracias a uno de estos personajes, el actor demostró que estaba llamado a ser una de las grandes estrellas del Hollywood clásico. Satisfecho con su trabajo en «Los Violentos Años 20», Raoul Walsh le encomendó el rol protagonista en «El Último Refugio», película que supondría el punto de inflexión que su carrera necesitaba. De repente, la eterna promesa se convirtió en realidad, y el resto es historia.
A continuación, repaso sus interpretaciones más significativas, o al menos, las que un día me llevaron a decidir convertirme en Bogart, si alguna vez tuviera la oportunidad de reencarnarme en estrella de cine.
Casablanca (1942)
Dirección: Michael Curtiz
Reparto: Humphrey Bogart, Ingrid Bergman, Claude Rains, Peter Lorre
Puede resultar poco original, pero ¿alguien se atreve a negar que Rick Blaine fuera el papel de su vida? No seré yo, desde luego. En «Casablanca», Bogart exprime todo su talento interpretativo hasta vaciarse. Es el perdedor y el ganador, el más feliz y el más triste, el rencoroso y el desinteresado, el romántico y el excéptico. La melancolía contenida en su mirada, podría conmover a un pelotón de fusilamiento a punto de disparar. El actor tiene la misión de construir un personaje que supere la integridad moral de todo un dechado de virtudes llamado Victor Laszlo, y encarnar todos los valores que uno pueda imaginar. El mítico actor americano aporta un plus de imperfección y otro de vulnerabilidad, que convierten a Rick en uno de esos personajes en los que todo hombre quisiera verse reflejado.
El Sueño Eterno (The Big Sleep) (1946)
Dirección: Howard Hawks
Reparto: Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Marth Vickers
Philip Marlowe pertenece al grupo de personajes por los que Bogart es recordado habitualmente: un detective privado que siempre tiene la frase adecuada en el balcón de sus labios, a la espera de ser disparada. Los diálogos de Brackett y Faulkner, apoyados en la magnífica novela de Chandler, son los que todos querríamos protagonizar en nuestras vidas reales. Sin embargo, para hacerlos parecer espontáneos y propios de un tipo curtido en mil batallas, hay que tener la chispa y el saber estar necesarios. Las escenas de Marlowe (Humphrey Bogart) con las hermanas Rutledge (Lauren Bacall y Martha Vickers) son para observarlas con detenimiento, y escucharlas una y otra vez. A lo largo del metraje, el actor demuestra un excepcional dominio de la situación, sobre todo sí tenemos en cuenta que tanto el espectador como el resto de personajes se pasan la película intentando seguir una de las tramas más retorcidas jamás llevadas al cine.
El Tesoro de Sierra Madre (The Treasure of Sierra Madre) (1948)
Dirección: John Huston
Reparto: Humphrey Bogart, Walter Huston, Tim Holt
A estas alturas, Bogart era toda una leyenda, y sus personajes ya no eran tan despreciables o moralmente ambiguos como en los primeros años de su carrera. Sin embargo, el actor era muy consciente de sus posibilidades y no quiso perder la oportunidad de interpretar al Dobbs de «El Tesoro de Sierra Madre». Puede que John Huston, uno de sus grandes amigos y director del film, influyera en la decisión de aceptar este arriesgado papel. Sea como fuere, resulta admirable que una estrella en la cima de su carrera, se atreviera a ponerse en la piel de un tipo que representa la quinta esencia de la codicia humana. Se trataba de un reto muy apetitoso, teniendo en cuenta la fascinante evolución del personaje a lo largo de la película, pero a su vez, era ese tipo de papeles con los que un actor de su estatus tenía mucho que perder. La mirada de Bogart durante el último cuarto de metraje, haría que cualquier película mereciera la pena; la fiebre del oro hierve en sus ojos como una enfermedad incontrolable.
En un Lugar Solitario (In a Lonely Place) (1950)
Dirección: Nicholas Ray
Reparto: Humphrey Bogart, Gloria Grahame, Frank Lovejoy
En esta película, probablemente encontramos al Bogart más desencantado. Dixon Steele es un guionista que ha caído en desgracia y no quiere jugar el juego de Hollywood para volver a ser importante. Está de vuelta de todo, y aunque su ingenio permanece intacto en su vida real, ha desaparecido de su máquina de escribir desde hace demasiado tiempo. Una vez más, encontramos a un actor sorprendentemente versátil, que salta de la resignación al renacimiento provocado por un nuevo amor, sin perder la credibilidad por el camino. Asimismo, Bogart explora su lado más oscuro; especialmente, en una secuencia en la que su personaje recrea un posible asesinato, de una manera tan real y febril que es capaz de estremecer tanto al resto de los personajes como al espectador.
La Reina de África (The Queen of Africa) (1951)
Dirección: John Huston
Reparto: Humphrey Bogart, Katharine Hepburn
Sin lugar a dudas, fue John Huston quien le brindó los mejores papeles de su carrera, o al menos, sus mayores retos interpretativos. Cuando nadie pensaba que Bogart fuera capaz de hacer comedia, «La Reina de África» demostró lo contrario. Más tarde llegarían la brillante parodia en clave de cine negro «La Burla del Diablo» (también dirigida por Huston) y «No Somos Angeles», películas que ya jugaban sobre seguro y no implicaban el riesgo de poner, por primera vez, a un tipo serio y duro a ojos del espectador, en un papel cómico. El resultado fue todo un éxito. El contraste entre la insospechada vis cómica de Bogart y la solemnidad de la siempre excepcional Katharine Hepburn, dio a luz una de las parejas más entrañables de la historia del cine, capaz de aguantar sobre sus hombros el peso de una película bélica sin apenas disparos, y una preciosa historia de amor construida a base de miradas y comprensión.
.
Carlos Fernández Castro