Cinco Películas de Clint Eastwood que no deberías perderte

En los últimos tiempos, me ha sorprendido comprobar que mucha gente desconoce la faceta como director de Clint Eastwood. Entre ellos, la mayoría da por hecho que “Sin Perdón” fue una de sus primeras películas; nada más lejos de la realidad. Evidentemente no me refiero a cinéfilos empedernidos, pero sí a espectadores con cierta cultura cinematográfica. Esto me llevó  pensar en lo verdaderamente desconocida que es la figura de Eastwood; un tipo que, sin previo aviso, se deshizo de su imagen de tipo duro y demostró que tantas horas delante de las cámaras no solo sirvieron para forjar un estereotipo, sino también para plantar la semilla de lo que sería un gran director.

Queda lejos 1971, año en que estrenó su primera película detrás de las cámaras (Escalofrío en la Noche); y por eso precisamente escribo este artículo, para reivindicar el trabajo más desconocido (antiguo y moderno) de este magnífico cineasta. Si repasamos su carrera como director, podemos apreciar una evolución evidente en su cine; a pesar de lo irregular de sus primeros trabajos, algunos de ellos son realmente meritorios y se encuentran entre lo mejor de su extensa carrera. Otros más recientes, aún exhibiendo una innegable calidad, pasaron injustamente desapercibidos por nuestras carteleras. Ya que tengo ciertas dudas respecto a la existencia de la justicia divina, practiquemos un poco de justicia terrenal y evitemos citar las recurrentes «Million Dollar Baby», «Mystic River», «El Jinete Pálido», «Sin Perdón» o «Gran Torino»; sería demasiado fácil y no aportaría nada, ¿verdad?

Infierno de Cobardes (High Plains Drifter) (1973)

Guión: Ernest Tidyman

Reparto: Clint Eastwood, Verna Bloom, Marianna Hill, Mitchell Ryan, Geoffrey Lewis

Fotografía: Bruce Surtees

Duración: 105 Min.

Clint Eastwood no quiere convertirse en el clásico tipo duro de Hollywood. Aprovechando la autonomía que le otorga ser director de sus películas, se decanta por un proyecto sumamente arriesgado y oscuro; en su labor interpretativa, se pone en la piel de un antihéroe salvaje y brutal con una insaciable sed de venganza. Conoce las fuentes pero no bebe de ellas; toma como referencia el planteamiento de “Solo ante el Peligro” y a su mítico héroe (Gary Cooper), para convertir “Infierno de Cobardes” y a su personaje protagonista en la antítesis de todo lo que representa el film de Fred Zinemann. En sus primeras secuencias, el personaje interpretado por Eastwood exhibe sin rubor su oscura naturaleza; se trata de un tipo que parece haber salido del infierno para acabar con sus enemigos y satisfacer sus instintos más primarios.

Bird (1988)

Guión: Joel Olianski

Reparto: Forest Whitaker, Diane Venora, Michael Zelniker, Samuel E. Wright, Keith David

Fotografía: Jack N. Green

Duración: 140 Min.

Película habitualmente ignorada en la filmografía de Clint Eastwood, en la que da rienda suelta a su desbordante pasión por el Jazz. Se trata de una suerte de biopic sobre la calamitosa vida del Charlie Parker, uno de los grandes trompetistas de la historia del jazz. Al contrario de lo que suele suceder con este tipo de obras, el director huye de la típica complacencia hacia el artista en cuestión, mostrando sin ningún reparo la espiral de perversión y drogas en que se vio inmerso el genial músico americano. “Bird” es terriblemente oscura y pesimista, tanto estética como psicológicamente hablando. Forest Whitaker da una lección magistral de interpretación, hasta el límite de no poder imaginar a Parker sin el físico del protagonista de “El Último Rey de Escocia” desde el momento que uno sufre esta perturbadora película.

Un Mundo Perfecto (A Perfect World) (1993)

Guión: John Lee Hancock

Reparto: Kevin Costner, T. J. Lother, Laura Dern, Clint Eastwood

Fotografía: Jack N. Green

Duración: 138 Min.

Después del abrumador éxito que cosechó “Sin Perdón”, muchos pasaron por alto esta magnífica película; si bien es mucho menos ambiciosa en apariencia, “Un Mundo Perfecto” contiene un gran número de atractivos que la hacen única en la carrera del californiano. La película es tierna y desgarradora al mismo tiempo, gracias al contraste entre la emotiva relación de Kevin Costner y su jovencísimo acompañante, y la desoladora realidad que vive el primero. Eastwood muestra su lado más sensible a cara descubierta, anticipando el romanticismo que sorprendería a propios y extraños dos años más tarde en “Los Puentes de Madison”; sin embargo, nunca llega a incurrir en la sensiblería propia de este tipo de historias tan conmovedoras sobre seres que en un momento de sus vidas no estuvieron en el lugar adecuado ni en el momento justo.

Medianoche en el Jardín de Bien y del Mal (Midnight at the Garden of Good and Evil) (1997)

Guión: John Lee Hancock (Novela: John Berendt)

Reparto: John Cusack, Kevin Spacey, Alison Eastwood, Jude Law

Fotografía: Jack N. Green

Duración: 155 Min.

Aunque solo fuese por su intrigante título, “Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal” merecería ser una de esas películas que todo el mundo debe ver. A pesar de su excepcional reparto, no recibió la promoción necesaria para llamar la atención del espectador medio, razón que explica su pobre recaudación. Eastwood aplica un ritmo pausado a esta narración típicamente sureña; el ritmo que necesitan ese tipo de historias que basan gran parte de su impacto en la cuidadosa construcción de la atmósfera adecuada. “Medianoche en el Jardín del Bien y del Mal” te hipnotiza lentamente prescindiendo de sobresaltos y captando la atención del espectador a base de grandes actuaciones, carismáticos personajes y un gran misterio por resolver. Después de ver esta elegante película, querrás visitar Savannah, asistir a sus grandes eventos y acariciar al perro invisible que su orgulloso dueño saca todos los días a pasear.

Cartas desde Iwo Jima (Letters from Iwo Jima) (2006)

Guión: Paul Haggis, Iris Yamahsita

Reparto: Ken Watanabe, Kazunari Ninomiya, Tsuyoshi Ihara, Ryo Kase

Fotografía: Tom Stern

Duración: 141 Min.

Quién diría hace unas décadas que un día tendríamos que agradecer a Steven Spielberg la existencia de “Cartas desde Iwo Jima”, una película tan atípica en la filmografía de Clint Eastwood y en el cine norteamericano en general. Evidentemente, el bueno de Clint tuvo que pagar un peaje titulado “Banderas de Nuestros Padres”, una obra indigna de su carrera y extrañamente impersonal, que le ofreció la posibilidad de dirigir la película que nos ocupa. Spielberg quería un director de confianza para rodar una historia que su apretada agenda le impedía abordar; Eastwood estaba interesado en la misma historia, el ataque americano a Iwo Jima, pero quería rodarlo desde el punto de vista del ejército nipón. El resultado es insólito, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de una película americana que capta el sentir japonés, tal y como aseveraron los medios especializados del imperio del Sol Naciente en el momento de su estreno.

Carlos Fernández Castro