5 Películas de Marcello Mastroianni que no debes perderte
Si el cine italiano se levantase hoy por la mañana, se desperezase, y se mirase en el espejo, probablemente no se reconocería. No lo reconocerían. Hace treinta años, la cara de dormido reflejada habría sido la de Marcello Mastroianni. Identificado con una imagen de latinlover y antihéroe, nadie pone en duda que Mastroianni ha sido uno de los grandes actores del siglo XX. Realizó magníficos y variados papeles como protagonista buscando siempre asociarse con grandes directores, no yendo detrás de proyectos para lucimiento personal.
Lo que más me llama la atención, y lo que me ha animado a hacer esta lista, es su manera de afrontar el oficio de actor: formado teatralmente con Visconti y alejado de la intensidad y el naturalismo del Actors Studio, para Marcello Mastroianni ser actor era, como él mismo decía, más que un trabajo, pero menos que un arte. No necesitaba engordar o recluirse cinco meses en la montaña para hacer una buena interpretación. Lo bordó con aquellos personajes en los que podía mantener el equilibrio entre la interiorización realista de su personaje, y lo artificioso que debía ser de cara al público para mantenerse creíble. Mastroianni, y los directores que lo dirigieron lo sabían, era un maestro gestionando la dualidad intrínseca personaje/Mastroianni que formaba parte del imaginario del espectador.
De entre las más de 140 películas en las que actuó, mi selección de imprescindibles quizás no descubra nada a nadie; en mi lista se encuentran, como podéis observar, algunas obras muy conocidas por las que el actor ganó y estuvo nominado a premios importantes. Yo lo veo -intentemos ser positivos- como otra manera de resaltar su gran importancia dentro del cine italiano. Aunque he optado por algunos films que podrían haber sido perfectamente otros, tenía una idea general de cómo iba a ser mi discriminación: tres películas de los años 60, la etapa en la que se convirtió en un icono, y dos películas de las dos décadas posteriores, para evidenciar que el actor continuó brillantemente en el candelero. Allá vamos:
Divorcio a la Italiana (1961)
Dirección: Pietro Germi
Guión: Pietro Germi, Ennio De Concini, Alfredo Giannetti
Reparto: Marcello Mastroianni, Daniela Rocca, Stefania Sandrelli
Fotografía: Carlo di Palma y Leonida Barboni
A pesar de que fue su trabajo en “La Dolce Vita” (1960) el que le dio fama internacional, Mastroianni se asentó como un actor de prestigio y de gran capacidad interpretativa en “Divorcio a la Italiana”. En esta película interpreta de forma genial a un noble siciliano, Ferdinando Cefalú. El filme, que entra en los esquemas de lo que se ha llamado ‘comedia a la italiana’, es un inteligentísimo y sarcástico retrato de la época. El director Pietro Germi critica, con ironía y sin excesivo énfasis, una determinada situación legislativa en Italia: la inexistencia de una ley del divorzio y, al mismo tiempo, la persistencia en el código penal de la absurda regulación del delito de honor. Siempre en clave cómica, que es muchas veces como mejor se ven los problemas, “Divorzio a la italiana” es un ejemplo acertado de la manera en la que hay que construir historias para captar ciertas costumbres sociales.
Algunos discuten esta capacidad crítica y de ambiente de la película, pero nadie se atreve a meterse con la labor de Marcello Mastroianni en la misma. Aquí se hace con un personaje en el que brilla el humor negro que quiere imprimir Germi a la obra; ‘Fefé’ es indolente, simpático y, en el fondo, bastante despreciable. Mastroianni encuentra el tono perfecto entre esos aires decadentes y de apariencia. El actor demostró su capacidad -incluido ese mítico tic en la boca que copió sobre la marcha al director- para adueñarse de la narración con un personaje distinto a los que le venían ofreciendo en los año 50. A partir de aquí, se le colgó la etiqueta de apático, pero pudo elegir con más cuidado los directores con los que trabajaba.
Fellini 8 1/2 ( 1963)
Dirección: Federico Fellini
Guión: Federico Fellini, Tullio Pinelli, Ennio Flaiano, Brunello Rondi
Reparto: Marcello Mastroianni, Anouk Aimée, Claudia Cardinale, Sandra Milo
Fotografía: Gianni di Venanzo
Mastroianni se puso por segunda vez al servicio de Federico Fellini en una de sus películas más emblemáticas. “Fellini 8 1/2” ( yo prefiero el original “8 ½”) fue la mejor representación de lo que el actor pensaba que tenía que ser su cometido con respecto al director; debía amoldarse a todas sus exigencias– psicológicas e incluso físicas- para poder llegar a la intimidad de su personaje. Hecha la asimilación intelectual, él podía apropiárselo y convertirlo en suyo también. Lo interesante de su Guido Anselmi de “8 ½” es que es, en muchos aspectos, el propio Felllini. El nivel de complicidad y las conversaciones entre los dos parieron un personaje que nos descubría otro Mastroianni más: neurótico, envejecido y confundido.
Guido es un director de cine que, como le pasaba al responsable de “La Strada” en aquel período, pasa por un bloqueo creativo que le impide avanzar en su próxima película. Aparentemente esta es el argumento central, pero Fellini quiere hablar, además de la crisis artística, de una sentimental y humana que acaba por mezclar realidad y fantasía. La película es un paseo absolutamente original por los recuerdos e imaginaciones del director (cualquiera de los dos), donde Fellini concibe una reflexión incesante, llena de posibles interpretaciones. Los temas, el estilo y el lenguaje visual son plasmadas de una manera genuinamente personal, pero en el fondo percibes que esa crisis interior puede ser la de cualquiera. Aquí Mastroianni se erige como el personaje sensible y frágil que nos va llevando de la mano en esta celebración cinematográfica totalmente sugestiva. El actor dijo años después que “ 8 ½” fue “lo más auténtico que he hecho jamás”.
Los Camaradas (1963)
Dirección: Mario Monicelli
Guión: Mario Monicelli, Agenore Incrocci, Furio Scarpelli
Reparto: Marcello Mastroianni, Renato Salvatori, Annie Giradot
Fotografía: Giuseppe Rotunno
Marcello Mastroianni estaba en estado de gracia. Justo después de “Fellini 8 ½”, rodaba otra película que lo confirmaría como el actor más versátil que había en Italia: “Los Camaradas”. Dirigida por Mario Monicelli, el filme cuenta la historia de unos obreros que trabajan en una fábrica de Turín a finales del siglo XIX. Las pésimas condiciones laborales convencen a los trabajadores a rebelarse contra los patrones para reclamar sus derechos y establecer como norma sus reivindicaciones. Nuestro actor es el profesor Sinigaglia, un intelectual revolucionario que llega a la ciudad y se convierte en el agitador de las mentes obreras. Una vez más, Mastroianni fue capaz de abrirse a un personaje que no era cómodo. Su soberbia actuación permitió ver a un profesor profundamente humano; errático y apasionado en sus decisiones. Sinigaglia trasmite fragilidad y entereza, y termina por ser el antihéroe más curioso que ha interpretado el actor.
“Los Camaradas” es una película coral muy bien planteada por parte de Monicelli, que sabe como incorporar las situaciones y dinámicas internas de un grupo de personas en un marco histórico-social más profundo. El guión, al estilo de la comedia italiana (pero también con ciertos aires neorrealistas), combina perfectamente el drama general del argumento con ciertos toques cómicos que ayudan a darle sensibilidad al conjunto. Mastroianni, como demostraba continuamente, no necesitaba tener muchos primeros planos para dominar las escenas con su presencia.
Una Jornada Particular (1977)
Dirección: Ettore Scola
Guión: Ettore Scola, Ruggero Macarri
Reparto: Marcello Mastroianni, Sofía Loren, John Vernon
Fotografía: Pasqualino De Santis
“Una Jornada Particular” terminó con una mala época para el actor, que llevaba casi 9 meses sin estar en un rodaje, cansado de papeles de dulce antihéroe. La película fue un golpe de confianza y el inicio de la segunda etapa de su carrera; con sus películas de los 80, Mastroianni demostró que podía hacer cualquier cosa, sin que el paso del tiempo significase un impedimento. En este filme interpreta a Gabriele, un exlocutor radiofónico gay*. El actor usa estupendamente, incluso mejor que en otras películas, el talente reactivo y suave en la actuación que siempre le ha distinguido. Esta manera templada de acercarse a su personaje se complementa perfectamente con el que tiene Sofía Loren; ella actúa de forma directa, y él reacciona ante ello. Por eso, decía el actor en varias entrevistas, han funcionado siempre tan bien los dos juntos.
Ettore Scola aprovecha muy bien las cualidades de los dos actores, que recogen la tristeza y honestidad que Macarri y el director escribieron para los personajes en su guión. “Una Jornada Particular” es de esas películas tan bien hechas, tan precisas, que descubres siempre detalles nuevos en ella con cada nuevo visionado. Scola acierta en su manera de introducir el drama específico de estas dos personas en el drama histórico que fue el fascismo en Italia.
http://youtu.be/Uspw4QMtSAg
Ojos Negros (1987)
Dirección: Nikita Mikhalkov
Guión: Nikita Mikhalkov, Suso Cecchi D’ Amico, Alexander Adabachian ( Cuentos: Anton Chejov)
Reparto: Marcello Mastroianni, Yelena Sefanova, Silvana Mangano, Marthe Keller
Fotografía: Franco di Giacomo
Una de las últimas grandes actuaciones que nos brindó Mastroianni fue la de “Ojos Negros”. Dirigido por el ruso Nikita Mikhalkov, el actor interpreta a Romano, un viejo camarero de barco que cuenta historias de su vida a un huésped ruso. Su papel en esta película, como otros que interpretó en los 80, desprende el mismo fervor y calidez interpretativa que sus personajes de los años 60. Mastroianni era tan inteligente a la hora de ponerse en frente de una cámara que sabía exactamente como seguir imponiendo su carisma y resultar verosímil. Romano, indeciso, infantil y superficial, comparte ciertos rasgos con el verdadero Mastroianni ( también arquitecto frustrado y fantasioso) que Cecchi d’ Amico, una de los guionistas del film y amiga personal del intérprete, quiso incluir dentro del personaje. Mikhalkov quería a su disposición las tendencias poco naturalistas de Mastroianni a la hora de interpretar, y vaya si las tuvo: la gestualidad de Mastroianni se manifiesta generosa, pero no exagerada, interactuando con el texto en todo momento.
“Ojos negros” es una adaptación de dos cuentos de Chejov. Mikhalkov combina ingredientes de comedia a la italiana de toque felliniano, con ambiente, espíritu y coherencia visual rusa. Puede dar la impresión de que el resultado entre las dos tradiciones cinematográficas deje una puesta en escena algo irregular, pero el conjunto, con su gran fotografía y sus bellos personajes, hechiza como si estuviésemos leyendo las palabras escritas por Chejov.
*Es curioso que Gabriele sea un cronista de radio, como si Scola quisiera resaltar una de las cualidades de Mastroianni más apuntadas por la crítica: su voz. Llama también la atención que el director lo haya reunido una vez más con Sofía Loren, su exitosa compañera de reparto en los 50 y 60. Parece que Scola quería dejar claro al público que es Marcello Mastroianni, y no otro, el que está en pantalla.
http://youtu.be/0PSPL-hT2dA
Arturo Tena
no he visto todos de los 5 pero yo añadiría «I soliti ignoti» y «Ieri, oggi, domani»
que hombre, como el nadie nunca 🙂
Es que Marcello fue muy grande…
y «Maccheroni», «Sostiene Pereira», «Matrimonio all’italiana», «I girasoli», «Notti bianche», tantísimas películas y personajes tan diferentes. Para mí el mejor
me encantan las peliculas de mastoiani. estoy buscando ojos negros para ver.