10 Películas de los Años 90 que no deberías perderte

Los 90 fueron la década en la que Tarantino revolucionó el cine independiente americano (ya revolucionado anteriormente por John Casavettes en los años 60), Nirvana rompió la escena musical mundial a base te rencor, desenfado, y mal rollo (aunque grupos como Soundgarden o Mother Love Bone ya habían inventado el grunge, si es que el grunge era algo susceptible de ser inventado), los casetes cedieron el testigo a los CD (a pesar de que algunos nos resistimos temporalmente a este cambio, debido a una mezcla de incapacidad económica y falsa dignidad), de la luminosidad de los 80 pasamos a caminar entre tinieblas (aunque los 80 ya disfrazaban buena parte de la oscuridad existente con engañosas luces de neón). Como veis, todo es relativo. Los 90 fueron una década tan buena y tan mala como otra cualquiera; con sus risas, sus llantos, sus luces, sus sombras, y por supuesto, con su buen cine.

Antes de que penséis que he perdido el norte, me gustaría aclarar que el objetivo de esta lista no es enumerar las 10 mejores películas de los años 90, sino reivindicar un buen número de obras que pasaron relativamente desapercibidas en su momento, o que actualmente han caído (injustamente para servidor) en el olvido.

Crecí viendo cine americano y le debo gran parte de mi cinefilia, razón por la que considero este ligero dominio de su cinematografía en la presente lista, como una suerte de agradecimiento. Espero que gracias a ella podáis descubrir películas que os emocionen o recordar historias que en su momento os marcaron de alguna manera. Drama, comedia, misterio, ciencia-ficción, hechos reales, dilemas morales, cuestiones sociales, y algún que otro personaje inolvidable…Pasen y vean:

Trust (1990)

Dirección: Hal Hartley

Reparto: Martin Donovan, Adrienne Shelley

A pesar de haber sido uno de los abanderados del cine independiente americano de los 90, Hal Hartley es un director muy poco conocido en nuestro país. “Confía en Mi” es una de las películas que mejor representan su forma de entender el cine. Barrios periféricos, familias desestructuradas, y personajes marginales que se rebelan contra su propio destino; y todo ello basculando entre el drama y la comedia con mano maestra. La segunda película de Hal Hartley es de las que jamás se olvidan, y de las que te animan a bucear en la filmografía de su director. Por cierto, créanme, merece la pena hacerlo.

Ju Dou (Semilla de Crisantemos) (1990)

Dirección: Zhang Yimou

Reparto: Gong Li, Li Baotian, Zhijung Cong

Aunque actualmente no lo parezca, hubo una época en la que Zhang Yimou era capaz de hacer cine comprometido y emocionalmente intenso. En sus primeras películas, el director chino se dedicaba a narrar historias eminentemente humanas, sin dejar de lado las acenstrales tradiciones de su país y un moderado sentido del espectáculo. «Semilla de Crisantemos» envuelve al espectador en su inquietante atmósfera desde la primera secuencia; en un principio, a través de una historia de amor imposible, y posteriormente, mediante un asfixiante tratamiento del peso de la culpabilidad.

Las Mejores Intenciones (Den Goda Viljan) (1992)

Dirección: Bille August

Reparto: Pernilla August, Samuel Fröler, Max von Sydow

Si alguna vez os habéis preguntado sobre el origen del atormentado cine de Ingmar Bergman, quizás podríais encontrar la respuesta en «Las Mejores Intenciones». El guión, escrito por el cineasta sueco, relata cómo se conocieron sus progenitores, y el accidentado desarrollo de su matrimonio debido al fuerte carácter de su padre y a motivos religiosos de diversa índole. Bille August logra que no lamentemos el hecho de que la película no fuera dirigida por el propio Ingmar, y eso son palabras mayores.

Juego de Lágrimas (The Crying Game) (1992)

Dirección: Neil Jordan

Reparto: Stephen Rea, Forest Whitaker, Jaye Davidson

Sin lugar a dudas, una de las películas más impactantes de los 90. Si me permiten un consejo: es imprescindible enfrentarse a ella con la mayor virginidad posible, a fin de experimentar el descomunal impacto que esconden sus giros de guión. Neil Jordan realiza un excepcional análisis de la amistad y el amor en situaciones extremas. El director irlandés sitúa al espectador en un contexto incómodo y al que no está habituado, con el objetivo de indagar en la naturaleza de las relaciones humanas más íntimas. Una película que te mira directamente a los ojos.

Días Extraños (Strange Days) (1995)

Dirección: Kathryn Bigelow

Reparto: Ralph Fiennes, Angela Bassett, Juliette Lewis

Probablemente, la mejor película que James Cameron jamás dirigió. El cineasta canadiense nunca ha destacado por su especial habilidad en la escritura, pero sería injusto negar la calidad y originalidad de este guión, que además contiene los giros argumentales necesarios para mantener al espectador constantemente en vilo. Sin embargo, es la dirección de Kathryn Bigelow la que marca la diferencia en esta magnífica película de ciencia-ficción. Agil, vertiginosa, y tan endemoniadamente física, que en ocasiones es fácil experimentar las sensaciones que sienten sus protagonistas.

Lone Star (1996)

Dirección: John Sayles

Reparto: Kris Kristofferson, Chris Cooper, Matthew McConaughey, Frances McDormand

Pocas películas son capaces de combinar semejante variedad de géneros sin que el resultado final acabe siendo un esperpento. Generalmente, tanta ambición acaba pasando factura, pero no es el caso de “Lone Star”, una película que es a la vez un western, una reivindicación social, un magnífico ejercicio de suspense, y una historia de amor. No contento con salir airoso de semejante desafío, John Sayles dirige y monta al mismo tiempo, asegurándose el dinamismo de su puesta en escena, e imprimiendo cohesión al conjunto.

Flirteando con el Desastre (Flirting with Disaster) (1996)

Dirección: David O’Russell

Reparto: Ben Stiller, Patricia Arquette, Alan Alda, Tea Leoni

El arte de hacer reír es uno de los más complejos, y probablemente el peor comprendido por los cineastas modernos, que tienden al chiste fácil sin contemplar la posibilidad de poner el componente cómico al servicio de la película. El humor de David O. Russell es inteligente y desternillante, además de contribuir a que temas tan complejos como el concepto de familia y el sentimiento de pertenencia, sean de fácil digestión para el espectador. La excepcional galería de secundarios, capitaneados por Alan Alda, Lily Tomlin y Richard Jenkins, elevan «Flirteando con el Desaste» a la categoría de obra de culto.

Carretera Perdida (Lost Highway) (1997)

Dirección: David Lynch

Reparto: Bill Pullman, Patricia Arquette, Balthazar Getty, Robert Blake

David Lynch explora los límites de su cine como nunca lo había hecho anteriormente. “Carretera Perdida” es una obra extrema y tremendamente arriesgada, en la que todo encaja aunque no lo parezca a primera vista. “Me gusta recordar las cosas a mi manera, no necesariamente como ocurren” afirma su protagonista en la primera mitad del film. Toda una declaración de intenciones. Estamos ante una mezcla perfecta entre cine de terror y film noir, pasados por el filtro de una mente privilegiada.

Pleasantville (1998)

Dirección: Gary Ross

Reparto: Toby Maguire, Reese Witherspoon, Joan Allen, Jeff Daniels, William H. Macy

Gary Ross nunca ha vuelto a realizar algo parecido a “Pleasantiville”. La originalidad de esta película solo es equiparable a la feroz (y espléndidamente soterrada) crítica social que contienen sus imágenes. El director domina todos los aspectos cinematográficos posibles, haciendo un gran empleo del color y demostrando una habilidad especial a la hora de escribir diálogos y plantear situaciones de múltiples lecturas. Bajo su almibarado envoltorio, se esconde una obra repleta de mala leche, y tremendamente atrevida.

Mi Enemigo Íntimo (Mein Liebster Feind – Klaus Kinski) (1999)

Dirección: Werner Herzog

Reparto: Documental, Klaus Kinski

Basándose en la relación laboral y personal que mantuvieron a lo largo de los años, Werner Herzog se atreve a dibujar un retrato más o menos preciso de la personalidad única, extrema, e inclasificable de Klaus Kinski. El director alemán se sirve de numerosas entrevistas, casi siempre muy bien dirigidas a obtener información útil, y de material de archivo grabado durante el rodaje de diversas películas. El resultado vuelve a demostrar que a veces la realidad supera a la ficción. Kinski es un personaje que podría haber salido de la mente de David Lynch o los hermanos Coen. Sin embargo, era de carne y hueso.

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Carlos Fernández Castro