Los archivos del Pentágono (The Post, 2017): dejó de ser consorte para derrocar un gobierno
Escrito por Carlos Fernández Castro el 04/2/18 • En la Categoría Cine moderno,Críticas de cine,2018
Nota: 8,5
Dirección: Steven Spielberg
Guión: Liz Hannah, Josh Singer
Reparto: Meryl Streep, Tom Hanks, Bruce Greenwood, Bob Odenkirk, Carrie Coon, Michael Sthulbarg
Fotografía: Janusz Kaminski
Duración: 116 Min.
Hace un par de días lloraba al creer en la posibilidad de una prensa independiente y de una sociedad que respeta a la mujer tanto como al hombre. No fue mientras leía un periódico español ni mientras observaba el comportamiento de la gente a mi alrededor, sino mientras asistía a la proyección de Los archivos del Pentágono. Y aunque el guión de Liz Hannah y Josh Singer esté basado en hechos reales, me surge la duda de si todavía queda espacio para la justicia en el mundo real o ésta ha quedado definitivamente relegada al universo cinematográfico.
A pesar de sus habituales concesiones a la grandilocuencia, Steven Spielberg entrega una película que solo pierde el equilibrio en los momentos finales. Desde sus primeras secuencias y a lo largo de su desarolllo, asistimos a una lección magistral de puesta en escena y de montaje. Aprovechando cada centímetro del encuadre y a lomos de unos impetuosos travelling que derrochan dinamismo, la cámara de Spielberg nos somete a una montaña rusa de emociones que baila al son que marca un guión repleto de golpes de efecto e impulsos narrativos.
En cierto sentido, la película recuerda a ese arranque de Indiana Jones y el templo maldito en el que el espectador no tenía tiempo de recuperar el aliento y cada solución desembocaba en un nuevo problema más complejo que el anterior. A lo largo de su metraje, Spielberg alterna el lujoso hábitat natural de la propietaria del Washington Post y la redacción del periódico, comunicando ambos espacios a través de visitas inesperadas y llamadas a teléfonos fijos cargadas de urgencia e inmediatez. El americano maneja ambos ambientes con soltura y combina las tensiones hipócritas de las altas esferas con la suciedad del trabajo de campo, propiciando un conjunto compacto y sin fisuras.
Con Los archivos del Pentágono, Spielberg no solo homenajea los thrillers políticos de los años 70 (Todos los hombres del presidente) sino que los supera en claridad de exposición y en el tratamiento humanístico de sus temas colaterales (ética, honestidad, respeto, igualdad). Lejos de limitarse al alegato en favor de la libertad de prensa, la película reivindica la figura de la mujer en una sociedad que siempre ha mantenido al hombre en primerísimo primer plano. A medida que transcurren los minutos, el personaje interpretado por Meryl Streep emerge del desenfoque y recupera la posición que siempre debió ocupar.
De repente, la hija que hereda un imperio en favor de su competente cónyuge, la perfecta anfitriona que ha sido educada para ignorar el poder inherente a su cargo, la mujer que acepta ser actriz secundaria pudiendo ser la estrella de la función, asume la responsabilidad de luchar contra la corrupción, renuncia a ser marioneta para dirigir su propio destino y apuesta por un periodismo al servicio del pueblo y no del poder establecido. De repente el gusano de seda se convierte en mariposa y acepta el reto de aprender a volar en el corazón de una tormenta perfecta.
Con la sensibilidad que siempre ha caracterizado su cine, el director de Munich orquesta una secuencia que resume el espíritu de la película y expone con gran sensibilidad el mérito de la presidenta del Washington Post (sensacional Meryl Streep). Para ello, el guión recurre a un diálogo entre el personaje interpretado por un inconmensurable Tom Hanks y su esposa, en el que ella le explica cual es el verdadero mérito de su jefa: tomar una decision cuando tienes tanto que perder y te han enseñado a oír, ver y callar. Si en lugar de callar decides actuar, y además eres una mujer, primero tendrás que demostrar que vales tanto como ellos y luego tendrás que reunir todo tu valor para destapar uno de lo casos más flagrantes de corrupción del gobierno americano en relación a la guerra de Vietnam.
Carlos Fernández Castro