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Secuencias Inolvidables: Frenesí (Frenzi)

Algunas personas encuentran dificultad a la hora de identificar la función de un director de cine frente a las del guionista, el director de fotografía, o incluso los actores. Si tenemos en cuenta que el rodaje de una película es un trabajo de equipo, estas dudas están más que justificadas. Un buen resultado siempre será consecuencia de la simbiosis perfecta entre los diferentes departamentos que participan en la producción. Pero cada pieza tiene su cometido, y el del director, además de lograr la armonía perfecta entre todos los instrumentos, consiste en concebir las imágenes que expresen de la mejor forma posible el contenido del guión.

Para explicarlo mejor, he recurrido a «Frenesí», película dirigida en 1972 por Alfred Hitchcock. De hecho, se trata de una de las secuencias que empleo en todos mis cursos de cine a la hora de abordar las claves de la dirección cinematográfica. En este caso concreto, Robert Rusk (Barry Foster) lleva a Hetty Porter (Billie Whitelaw) a un lugar donde pueda sentirse segura (hay un asesino suelto en la ciudad y ella no se siente a salvo en su casa).

Frenesí

A estas alturas de película, el espectador sabe que Robert es el asesino, una táctica que Hitchcock empleaba habitualmente para generar tensión desde el minuto número uno. Asimismo, damos por bueno que Hetty le acompañe dócilmente a su domicilio, puesto que hemos sido testigos de su buena relación en anteriores pasajes del film (ella es la ex-mujer del protagonista, un amigo de Robert). Ambos entran por la puerta y…

Hitchcock era especialista en mostrar todo tipo de asesinatos en la gran pantalla. Podría haber optado por un disparo, una muerte causada por arma blanca, estrangulamiento (la especialidad de este asesino en concreto)… Pero en esta ocasión se decanta por una posibilidad mucho más efectiva. Una vez que Robert y Hetty traspasan la puerta de no retorno, la cámara del maestro británico opta por la retirada y deposita toda su confianza en la inteligencia del espectador. Todos sabemos qué va a suceder ahí dentro, ¿para qué mostrarlo?

Mientras abandonamos el edificio en un lento y circular (como las escaleras por las que hemos acompañado previamente a la pareja) travelling de retroceso, las recreaciones más tétricas de lo que está sucediendo en el interior de esa vivienda se apoderan de nuestros pensamientos. Todo es silencio, lo cual potencia el efecto de ese maquiavélico fuera de campo orquestado por el director. Hasta que traspasamos la puerta del portal que da acceso al exterior, y nuestros sentidos son inundados por el ruido de la ciudad. Ya nada importa, la vida continúa, la gente conversa, los coches siguen circulando, las fábricas siguen produciendo, los comerciantes siguen vendiendo…pero todos sabemos que una mujer acaba de ser asesinada.

Con todos ustedes, la secuencia comentada en lineas superiores:

Carlos Fernández Castro

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2 Comentarios

  1. Impresionante análisis, apabullante explicación didáctica, y aún más despampanante descripción compositiva e interpretación de secuencia.

    Ayer mismo me puse a ver Frenesí por primera vez, y al ver este fragmento tuvieron que recogerme del suelo de lo licuada que quedé. Ahora vuelvo a reconocerla paso por paso, con la misma intensidad, pero grandiosamente revisitada.

    Qué desagradable resulta que, el asesino, mantenga la corrección y la distancia hasta justo el último punto, cuando la puerta está cerrándose y ya no los vemos, cuando ella ya no tiene escapatoria, iniciando ese macabro cortejo: ‘no sé si lo sabías Babs, pero eres justo mi tipo de mujer’.

    El plano final, (‘la vida sigue’, esto dije yo), con los abrigos colgados en el recibidor, manteniendo la puerta abierta, con la gente pasando y las ventanas como última ciega presencia del asesinato… no solo la vida sigue sino que se simultanean horror y cotidianidad… (en realidad, ¿acaso no es esto siempre así?)

    Hitchcock te permite incluso que puedas fijarte en otros detalles olvidando por una fracción de segundo el espanto, nos hace cómplices y encubridores, pero también, sutilmente, nos hace sociópatas.

    Por esto me gusta el cine y por esto me gusta leer cine. Gracias!

    … sólo tengo una observación, y es porque la tengo muy reciente. La victima de esta escena es la novia de Robert, Barbara Jane ‘Babs’ Milligan (Anna Massey), a su ex se la ha cargado antes.

    • Ahhh, muchas gracias Lucía, se nota que yo no la tenía tan reciente, jajaja. El caso es que hace tiempo que no la veo, pero esta secuencia se quedó grabada en mi memoria para siempre.

      La verdad es que como bien señalas, es portentosa. La vida sigue… Como siempre, muchas gracias por tu gran aportación y por tu apoyo incondicional. En fin, inmensamente agradecidos.

      Un saludo

      Carlos